Capítulo 16

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Karam se envolvió en las sábanas algo incómodo. Que después de lo que había sucedido Bhaskar le diera un cuarto separado del suyo le preocupaba más de lo que le aliviaba. Ignoraba cuanto tiempo llevaba revolviéndose hasta que oyó un ruido en el pasillo y las voces susurrantes de dos hombres. Se bajó de la cama con lentitud y empujó la puerta con cuidado hasta dejar una mínima rendija. Reconocería la silueta de Bhaskar recortada por la luna en cualquier sitio, en cambio no sabía quién era el otro.

_Bhaskar, eras muy niño por aquel entonces para tales proposiciones. Me habrás traído aquí para algo.

_Para que te metas en mi habitación y dejes de murmurar en el pasillo, por ejemplo. Ya te he dicho que no es una conversación que se pueda tener en cualquier taberna de puerto.

_¿Y nada más? ¿Es lo que me voy a llevar por haber traído mi culo tostado por el sol a verte? ¿Una charla?- gruñó el otro, elevando el tono de la conversación. - Para eso ni siquiera me hubiera bajado del bar...

Pero Bhaskar no lo dejó terminar la frase. Veloz como un rayo lo hizo retroceder hasta que su espalda se golpeó contra una de las columnas con un ruido sordo.

_Soy tu rey y me obedecerás. ¿Ha quedado claro?

Karam abrió de par en par los ojos al ver cómo el otro hombre sonreía y pegaba los labios a los de Bhaskar en un beso al que él no se resistió.

_Tengamos esa charla entonces.

Cuando el hombre desapareció en la oscuridad del cuarto de Bhaskar, este dirigió la mirada hacia la puerta de Karam. El chico retrocedió hasta esconderse tras la pared con el corazón acelerado y una punzada atravesándolo. Contuvo la respiración cuando los pasos se acercaron, pero pronto se alejaron y escuchó la otra puerta cerrarse.

Se mordió el interior del labio mientras la vista se le nublaba casi sin quererlo por las lágrimas. Y luego se enfadó consigo mismo porque aquello le doliera tanto como para hacerle llorar. Se incorporó, frotándose el rostro y salió al exterior, guiándose en la oscuridad. Siempre había tenido buena orientación y la luna le otorgaba la luz suficiente para caminar sin temor. Se sentó en el puente de la cascada, observando las luces del pueblo. Parecía mentira que a aquellas horas todavía hubiera tanta actividad.

_¿Has venido a tomar el aire?

Agni se colocó a su lado con los brazos tras la espalda esperando una contestación que llegó en forma de irrefrenable sollozo.

_Ese hombre que has visto es un viejo conocido de Bhaskar. Capitán de barco. Pirata para más señas. Es originario de Káchhua, una isla al oeste de Kumaria.

_¿Y a mi que me importa lo que sea...? - dijo el muchacho, sorbiéndose los mocos. - Lo ha besado y ni siquiera lo ha...

_Cuando Bhaskar subió al trono era un niño, como tu. Bien preparado y contaba con el respaldo de un consejo y su hermana Nía, pero debió encajar ciertas proposiciones no muy decentes. Entre ellas, acostarse con miembros de otros reinos para cerrar tratados importantes.

_¿Y lo hizo?

_Accedió sin rechistar.

_¿Entonces ellos...?

_No. Esas proposiciones solo eran para probarle.Fue un año de medidas desesperadas tras una guerra, necesitaba colocar todo en su lugar y eso hizo para afianzar su posición. Es todo. Ahora no lo necesita. Si lo ha permitido es porque sabía que estabas mirando.

El chico quiso decir algo pero Agni continuó.

_No necesito descansar tanto como vosotros y tampoco se me da tan mal esconderme. Esas puertas son pesadas, hacen ruido, sobretodo en medio de la noche. Bhaskar no correspondió, reaccionó con violencia a su acercamiento y se sintió ofendido a sus insinuaciones, lo sé. No descartes que mañana un pirata aparezca con la nariz rota. Ahora, deberías descansar.

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