Para Matarte Con Un Beso━━tomarry fanfic

Capítulo diesiete

—Bueno, será mejor que me vaya, entonces...— Draco miró con incertidumbre a Harry y Tom. Ahora estaba oscuro, pero Harry podía distinguir las caras de sus compañeros con la suave luz dorada de la farola. Draco Malfoy y Tom Riddle. De pie fuera del número cuatro, Privet Drive en una encantadora noche de primavera, hablando con Harry Potter. ¿Quizás esto es un sueño después de todo?

Harry sacudió la extraña sensación de irrealidad y agarró a Draco firmemente por el brazo. —Oh, no, no te vas sin nosotros, Malfoy. No puedes dejarme aquí, aquí, de todos los lugares, y simplemente desaparecer. Volvemos a Malfoy Manor contigo.

Draco suspiró.

—No seas un idiota, Potter. Mi tía te disparó una maldición mortal, ¿y quieres volver? Realmente estás empujando esa cosa de el Niño-Que-Vivió un poco demasiado lejos, ¿verdad? El hecho de que hayas sobrevivido a la maldición asesina una vez no significa que lo harás cada maldita vez, imbécil.

—Draco tiene razón, Harry—. La voz de Tom era suave. —El chico tiene más sentido del que pensaba. Sería la cúspide de la locura volver a Malfoy Manor ahora, Harry. Será mejor que te quedes aquí con tu familia por un tiempo, donde puedas estar a salvo.

—¿Seguro?— Harry lo miró fijamente. —Nunca has conocido a mis tíos, Tom. Supongo que su casa es segura, por decirlo, pero es el tipo de seguridad lo que te hace querer salir corriendo y llamar al dementor más cercano por pura desesperación. ¡Y además, necesito hablar con Voldemort!

—Pero... pero pensé que él era el Señor Oscuro...— Draco señaló vagamente en la dirección de Tom. —Eso es lo que dijo el abuelo, y el elfo de la casa también. Pero... No, eso tampoco puede ser correcto; ambos estaban allí al mismo tiempo, él y el Señor Oscuro. ¿Cómo podrían estar ambos allí si son la misma persona?

Harry casi siente lástima por Draco. —Sí, lo sé; es un poco difícil de entender. Pero si no hubieras tenido tanta prisa por salvarme la vida, podrías haber notado que Voldemort, el otro, me estaba hablando en Malfoy Manor, no disparándome maldiciéndome como tu tía. Y no tuvimos la oportunidad de terminar nuestra conversación.

Tom sonrió un poco. —Hm. Espero que mi futuro yo esté muy molesto por... Bellatrix, ¿verdad? Me pregunto por qué fue en contra de los mandamientos explícitos del Señor Oscuro. Seguramente debe saber que no estaré contento.

—¿Tu futuro yo?— Draco se frotó las manos contra las sienes. —Está bien, ahora tengo mucho dolor de cabeza. ¿Por qué mi enloquecida tía le lanzo la maldición mortal a Harry a pesar de que él... tú... le dijiste que no lo hiciera? Porque está loca, por eso. A diferencia de todos los demás mortifagos, ella no sirve al Señor Oscuro por miedo; en realidad está, bueno, enamorada de él, supongo. Siempre lo ha sido, desde el principio. Al menos, eso es lo que me dijo mi madre.

—¿Está enamorada de mí?— Tom hizo una cara. —Merlín ayúdame...—

Un fantasma de sonrisa rozó los pálidos rasgos de Draco.

—Y tengo que admitir, Harry, que aunque no entendí lo que tú y el Señor Oscuro se decían el uno al otro, sonaba bastante sugerente. Casi... ejem... erótico, de una manera extraña. Probablemente estaba celosa como el infierno. Ella no quiere compartir al Señor Oscuro con nadie.

Un rectángulo dorado de luz cayó sobre el camino de entrada oscuro cuando se abrió la puerta principal del número cuatro, Privet Drive, y un enorme hombre miró hacia la noche. —¿Hola? ¿Quién está ahí?— La voz del tío Vernon era brusca, pero en el momento en que su mirada cayó sobre Draco Malfoy, Harry observó cómo la cara de su tío se sometía a una transformación singular.

El tío Vernon miró la altiva cara pálida y la ropa cara de Draco con algo casi parecido a... ¿aprobación? ¿Respeto? ¿Antes? En lugar del feroz gruñido que Harry esperaba, el tío Vernon emitió un extraño sonido desconocido que sonaba casi como un ronroneo. —¿Sí? ¿Cómo puedo ayudarte?