Para Matarte Con Un Beso━━tomarry fanfic

Capítulo veinticinco

NOTA DE LA TRADUCTORA:

"Para Matarte con Un Beso" fue escrita mucho antes de que la saga de harry potter terminara como tal, así que la autora se basó en sus propias ideas y teorías para darle un cierre adecuado, por esto algunas cosas son completamente descabelladas y alejadas del canon."

Harry miró hacia abajo a las aguas arremolinadas del reloj de inerción del tiempo envió pequeñas ondas doradas que pulsan a través del agua brillante. A su lado, Tom pronunció un hechizo suave en un idioma que Harry no reconoció: —U temti rishar takki-me huttah...

Dumbledore miró hacia arriba de su trabajo por un breve momento y sonrió antes de inclinarse sobre su pergamino de nuevo.

Harry respiró profundamente. —Así que cuando entre en este recuerdo, ¿seré Regulus Black?

Tom asintió. Su cara estaba pálida. —Creo que sí. El recuerdo que acabo de encantar es el suyo, después de todo. Deberías ser capaz de ver el pasado a través de sus ojos. Pero recuerda, mi amor: esta vez no entrarás en un mero recuerdo del pasado. Esta vez, entrarás en el pasado en sí, tal como lo hiciste cuando viniste por primera vez a Hogwarts como Elias Black. Y debido a que tu visita a Little Hangleton es real, podrás cambiar ese pasado por lo que quieras. Tienes el poder de dibujar tu varita y matar al desprevenido Señor Oscuro. Pero recuerda, mi amor: Él también tiene el poder de matarte. Ten cuidado.

Harry asintió sin palabras. Su mirada parpadeó hacia el oscuro Voldemort, que se cieró en silencio al lado de Tom. La niebla luminosa del Pensieve proyectaba un ligero plateado sobre la capa negra de Voldemort. El Señor Oscuro levantó la vista y sus ojos se reunieron con los de Harry por un momento. Había una mirada extraña y suave en ellos que le recordaba a Harry, irresistiblemente, a Tom.

—Uno de nosotros debe morir a manos del otro—. La voz de Voldemort era tranquila y uniforme. —Así es como tiene que ser, Harry.

La puerta de la oficina de Dumbledore se abrió detrás de ellos. Harry se dio la vuelta y vio a Alphard Black quedarse vacilante en la puerta.

—¿Otro visitante esta noche?— Dumbledore le sonrió al chico de Slytherin. —¿Has venido a explorar los recuerdos del futuro también, Alphard?

Alphard parpadeó sorprendido. Miró a Dumbledore con incertidumbre por un momento, luego agitó la cabeza. —No, profesor. I... He venido a decirle algo a Elías.

—Ah, ya veo. Bueno, en ese caso, finge que ni siquiera estoy aquí—. Dumbledore comenzó a escribir de nuevo.

Alphard se volvió hacia Harry. —He estado pensando en lo que estás a punto de hacer, Harry, y creo que necesitas saber qué le pasó a Regulus en los días que siguieron a los acontecimientos de ese recuerdo.

—Regulus Black fue asesinado, sí—. Voldemort habló en silencio.

Alphard se estremeció. No se reunió con la mirada de Voldemort. —Sí, lo sé. Pero también hay algo más... Mi sobrino Regulus Black tenía un secreto, ya ves. Un secreto para ti. Un secreto del Señor Oscuro. Me resistí a mencionarlo al principio, especialmente frente a Tom y... y tú... pero me he dado cuenta de que es algo que Harry debería saber.

—¿Regulus Black me guardó un secreto?— Voldemort estudió atentamente la cara del pálido niño Slytherin. —¿Qué tipo de secreto?

Alphard respiró hondo. —Había descubierto que habías creado horcruxes.

Voldemort y Tom se miraron el uno al otro por un momento. —¿Así que Regulus Black lo sabía?— La voz de Tom era un susurro.

—Regulus lo sabía, sí—. La mirada de Alphard viajó vacilante hacia Dumbledore, pero Dumbledore parecía bastante inmerso en su trabajo. —Y fue capaz de robar uno de los horcruxes, un medallón de plata.