Para Matarte Con Un Beso━━tomarry fanfic

Capítulo dieciséis

Tom apuntó con su varita de tejo a las puertas de hierro forjado de Malfoy Manor. Para sorpresa de Harry, las puertas se abrieron ante ellos incluso antes de que Tom pronunciara un hechizo.

Tom sonrió un poco. — Creo que Malfoy Manor me reconoce, Harry. Debe pensar que soy Voldemort. O tal vez la magia de la casa recuerde mi varita. Es bastante extraño, ¿verdad? Ahora hay dos varitas de tejo idénticas en este tiempo, una que me pertenece y otra a él. Me pregunto qué pasará cuando nos apuntemos el uno al otro.

Caminaron en silencio por el camino que conducía a la casa solariega. Los jardines estaban llenos de flores ahora. En Hogwarts, la primavera siempre fue una gran cantidad de colores, pero los jardines de Malfoy Manor eran de un tono más pálido. Los lirios blancos, la ruda teñida de azul y el ajenjo verde plateado crecieron bajo sauces que eran de color verde pálido. Las rosas trepadoras blancas como la nieve adornaban empinados enrejados de hierro, y las fuentes de mármol blanco estaban rodeadas por los tonos descoloridos de la hierba plateada y la artemisia. Los antiguos tejos, cortados en forma de bestias extrañas, crecieron a lo largo del camino del jardín, fantásticos topiarios contra el oscurecimiento del cielo nocturno. El aire en sí se sentía diferente aquí, más elevado y más austero, como si perteneciera a una primavera diferente y más fría. Los jardines estaban en silencio a esta hora; ningún pájaro cantaba. Solo el inquietante lamento de pavos reales lejanos resonó entre los árboles.

La propia mansión blanca flotaba como una aparición fantasmal en el crepúsculo cada vez más profundo, una pálida extensión de mármol, estirando sus altas agujas contra el cielo oscuro. Caminaron por los amplios escalones de mármol y descubrieron que la pesada puerta principal se abría delante de ellos, como lo había hecho la puerta. Entraban en un vasto hall de entrada, con varitas sostenidas frente a ellos.

— No veo a nadie — El susurro de Harry resonó en el silencio de la gran sala. Su mirada barrió sobre los solemnes retratos oscuros en las paredes pálidas, las ventanas altas y estrechas con sus arcos apuntados, la vertiginosa bóveda del techo muy por encima... No es de extrañar que Draco se convirtiera en lo que es; ¿quién puede imaginar a un niño riéndose en este silencioso silencio de la catedral? De alguna manera, creo que preferiría tener mi armario debajo de las escaleras.

— ¿Elias? Oh, Merlín, debo estar soñando.

Harry giró, con su varita lista. La sala de mármol estaba vacía y no podía entender de dónde venía la voz.

— Allí arriba, Harry — susurró Tom. Apuntó con su varita a uno de los retratos.

— Oh — Harry respiró un suspiro de alivio mientras miraba hacia arriba el retrato de un hombre guapo con largos rizos de oro blanco. — Hola, Abraxas.

¿Cuántos años tenía Abraxas en el retrato? ¿Cuarenta? ¿Cincuenta? O tal vez incluso más viejo; nunca fue fácil saberlo con los magos. Sus rasgos eran más refinados y cincelados ahora, y su cara había perdido parte de su suavidad redondeada, pero seguía siendo Abraxas.

— No sabía que los retratos podían soñar. Esto es un sueño, ¿verdad, Elias? — La voz de Abraxas era suave.

Harry podía oír a Tom murmurando en voz baja: "Abraxas. Por supuesto. El claramente tenía que estar aquí, ¿verdad?"

— Es mi casa, Tom — Abraxas sonrió, pareciéndose mucho a su yo de diecisiete años de repente. — ¿Dónde diablos esperabas que estuviera mi retrato? ¿En la oficina de Slughorn? ¿O tal vez en el dormitorio de Elias? Nunca me olvidaste, ¿verdad, Elías?

Harry no pudo evitar reírse. — Tan imposible muerto como estabas vivo, Abraxas.

El retrato de Abraxas irradiado. — Me gustaría pensar que sí. Siempre fui una mala influencia, ¿verdad? Hablando de malas influencias, Elias - entre tú y yo, Tom tampoco resultó tan genial al final. Viene por aquí bastante; tanto Lucius como Narcissa parecen adorarlo, pero no puedo evitar pensar para mí mismo: Elias realmente habrías estado mucho mejor conmigo...