Capítulo XXIX

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✯La última reunión✯

Cada vez que el ser humano aprende algo nuevo, lo primero que hace es tener conocimiento sobre la parte teórica, así sabrá como llevar correctamente a cabo la parte práctica.

Eso mismo sucedía en este momento.

Nuevo armamento, nueva manera de usarlo.

—Con este disparas, aunque primero debes apuntar —Inosuke señaló el gatillo y la parte superior de la boquilla del arma.

—Cuando necesites recargar, quita el cargador con este botón y coloca uno nuevo, el traje tiene dos extras —Zenitsu mostró los pequeños botones.

Pones el arma en tu cinturón, de esa manera no se caerá ya que es magnética —Tanjiro coloco su arma en la parte derecha de su traje.

—Ok, demasiada información —Mey soltó aire de su pecho, tomo su katana y camino—, con esto sobra y basta.

—Lo sabemos, pero de verdad estás cosas son demasiado útiles —Kenta le siguió a la par de los dos faltantes.

—Tiene razón, es demasi-

—Déjemos que haga lo que quiera, ya nos tardamos en buscar al demonio —el de máscara interrumpió a Tanjiro.

El teléfono de Kenta sonó. Lo miro al apresurar su paso.

—Uzui ya nos está reclamando, Genya solo nos manda a terminar rápido. Oyakata-sama nos manda buena suerte.

—Siempre han sido así, no me sorprende —Mey los miró sonriente—. Vamos, está será la primera vez en mucho tiempo que luchamos juntos.

—¡Es verdad! —Tanjiro reacciono cuando los demás salieron del la azotea del edificio y saltaron al siguiente.

El hecho de traer consigo mascarillas, obligaba a qué su identidad fuese totalmente confidencial. Eran molestas al momentos de luchar, pero las limitaciones siempre están.

El sentimiento de adrenalina y emoción surgió, hace tanto que no se sentían tan familiarizados con el tema de cazar demonios y más cuando se trataba de correr y saltar por los tejados de la cuidad.

Pronto los recuerdos invadieron la mente de cada uno.

Inosuke visualizaba como los conoció, como le tuvieron paciencia en todo y sobre todo, el como es tener una familia.

Tanjiro tenía leves recuerdos amargos, no fue una etapa muy fácil, pero agradecía que todo lo que ocurrió, no lo vivió solo. Lo único que se lamentaba era lo que sucedió en el tren del infinito.

Mey se preguntaba, ¿Y si nos hubiésemos quedado ese día, en lugar de ir al pueblo?, era probable que su vida ya habría tenido su fin, pero tampoco agradecía estar aquí, por eso significa que más responsabilidades recaerían en sus hombros.

Zenitsu sonreía al saber que personas tan importantes para el, confiaban en él y lo que era mejor. Tenía esperanzas de ganar.

Unos metros más y sus cuerpos se encontraba frente al demonio. No era como los que una vez enfrentaron, era más bien un pequeño niño de no más de 8 años.

Bajaron la guardia y se acercaron.

—¿Traen el antídoto? —Mey los miro, los tres asintieron.

—Traemos dos cada quien —Tanjiro urgo en su chaqueta, buscando dos pequeños tubos de ensayo en forma de dardos.

—¿En serio esto será tan fácil? —Inosuke estaba molesto por la dificultad tan baja, pero no podía negar que estaba algo desconcertado.

Al Fin Nos Encontramos [Tanjiro y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora