Capítulo XVIII

770 72 36
                                    

✦El pasado✦

Ya hace cuatro meses que los chicos se encuentran en la sede, cuatro meses donde su entrenamiento dió grandes pasos.

Podían controlar sus respiraciones con mayor eficacia, sus habilidades físicas mejoraron significativamente, sin duda demostraban lo mucho que anhelaban terminar con esto.

Los mayores se sentían aliviados y orgullosos, por lo que la esperanza en sus corazones aumentaba. Por otro lado, su relación con los chicos seguia refozandoze e incluso las lunas demoniacas se comenzaron a ganar su confianza y cariño.

Pero cierto hombre debía hacerlo igual, Yuki debía de acercarse más a la pequeña castaña, pero sabía que hacerlo de golpe la pondría incómoda.

Como única opción para tener una plática armoniosa, invito a los chicos a explorar el bosque con la excusa de convivir con la naturaleza.

Todos tuvieron sus dudas y al final terminaron por acceder, sin embargó, a Tanjiro no se le haría posible ir. Su salud en estos momentos no era la mejor.

Y todo por un descuido.

—Si quieres puedo quedarme, no te quiero dejar solo —Mey tomó asiento en la cama del chico, cuidando sus movimientos para no ser demasiado brusca.

—Ve a divertirte —cada vez que Tanjiro le dirigía la palabra, una cálida sonrisa adornaba su rostro—, hoy es el único de la semana que se puede salir.

—En la noche dejaste la ventaja abierta y tomaste un resfriado...no es grave, pero debemos de tratarte.

—Olvide cerrarla... aunque en serio, puedes ir —la chica estaba colocando un paño húmedo en la frente Naoko, ya que su temperatura dejo de ser normal.

—Está bien —persuadir al chico no le serviría de nada, por lo que sonrió comprensiva—, cualquier cosa que necesites busca a Shinobu en la enfermería...y si empeora, no dudes en llamarme.

—Lo haré —solto un ligero estornudo—, agh.

Tranquilo...lo bueno es que no es tan grave.

—¡Mey es hora de irnos! —Zenitsu grito justo en la puerta—. Yuki nos esta esperando.

—Ya voy —Mey miró nuevamente al chico y lo abrazó.

—Te vas a enfermar.

—Sería una linda forma de hacerlo —la chica depósito un pequeño beso su nariz—, nos vemos.

—Suerte.

—No me digas que tú también estás enferma —ya estaban bastante acostumbrados al tono burlon de Inosuke—, primero Gompanchiro y ahora tú.

—Solo he estornudando un par de veces, no es la gran cosa.

—La salud de cualquier persona es muy escencial —Yuki revolvió el cabello de la chica.

—Bueno, Mey no tiene buenas defensas —tomo la palabra Zenitsu—. Cuando éramos más pequeños, su madre le daba vitaminas para no enfemarse.

—Recuerdo que una vez le dió un resfriado que terminó en gripe...falto por una semana a la escuela —Inosuke jugaba con una pequeña rama que recogió hace un rato.

—Cuando aún vivías con los Kamado...¿eras igual? —Yuki no sabía si era correcto hablar sobre los temas del pasado, pero se trataba de la vida de quien una vez fue su hija.

Al Fin Nos Encontramos [Tanjiro y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora