Al Fin Nos Encontramos [Tanjiro y Tú]

Capítulo III

✦Asesinato✦

La cena con la familia Nakamura fue muy agradable para Naoko, sin duda alguna en ese poco tiempo se había ganado el cariño y respeto de todos en esa mesa. Pero ahora eran las 9:00 pm y tenía que regresar a casa para tomar un baño, poder estar fresco y limpio para mañana.

Ayato se ofreció llevarlo y el sin pensalo mucho acepto, pero antes de salir de la residencia la castaña se acerco y le entregó un papel.

—Es mi número —la chica comento sonriendo—, me di cuenta que aún no lo tienes, espero tu mensaje.

—Claro —Tanjiro lo tomó con cuidado para guardarlo—, ¡hasta mañana!

El viaje de ambos hombres en auto no fue tan largo, tan solo bastaron unos minutos para que llegaran al edificio del chico

—Muchas gracias por traerme —amabilidad de Tanjiro ahora la debaja ver a aquel hombre. Salió del auto tomando entre manos su preciada mochila.

—No te preocupes, nos vemos —respondió el contrario con tranquilidad.

El chico entro al su departamento, se quitó los zapatos, caminó directamente al baño, se despojo de sus prendas y de inmediato abrió la llave de la regadera. Necesitaba un baño para poder descansar mejor, salió de la ducha y se secó el cabello, además se cepillo los dientes

Una vez terminado y aseado se colocó una playera blanca y un pantalón de algodón holgado para poder dormir.

Había sido un día muy agradable para el. Conocido a gente agradable y paso un buen rato con Mey y eso lo ponía feliz

Tomo su celular y la nota de la castaña para poder registrar su número. Luego le envió un mensaje

¡Hola, Mey! Soy Tanjiro.
Visto ✔✔

Me alegra que ya tengas registrado mi número.
Visto ✔✔

Gracias a ti por darmelo, ¿Mañana vamos juntos a la escuela? Digo, si no hay problema.
Visto ✔✔

¡Claro! Y de paso podemos comprar el periódico para ver los trabajos ¿nos vemos en el semáforo donde casi te atropella mi papá? 
Visto ✔✔

JAJA, claro. Ya debes de tener sueño asi que si quieres te dejo.
Visto✔✔

Si, descansa ¡nos vemos!
Visto ✔✔

Descansa... :)

Visto ✔✔

Mey se encontraba sentada en la parada de autobuses que estaba en el semáforo donde conoció al Yamada. Había llegado hace 10 minutos y comenzaba a desesperarse, ya que ella no era una chica tan paciente que digamos. Decidió ir a comprar el periódico en un local, escogió el más popular de Tokio, pero cuando vió la noticia de primera plana algo en su interior se removió.