Un pinchazo en la cabeza provoca que me despierte con un suave quejido, colocando una mano sobre mi frente en un vano intento de hacer desaparecer el dolor. En mi caso, la resaca es como una ruleta rusa: hay ocasiones en las que me libro, pero hay otras en las que no tengo tanta suerte. Gracias al cielo, siempre lo tengo todo previsto, así que las medidas para paliarlo están a mano. Alargo el brazo para abrir el cajón de una de mis mesillas de noche y cojo un Ibuprofeno antes de levantarme para desayunar en la cocina.
Mi resaca hace que recuerde la noche anterior por fascículos que no parecen tener mucha relación entre ellos. Por supuesto, recuerdo a la perfección cómo Ashley se abalanzó sobre mí para pegarme y acabó con su nueva nariz rota. Luego, creo recordar que me subí con Travis a una habitación, y al bajar...
En cuanto me vienen esos malditos ojos azules a la cabeza, suelto una sonora palabrota y pongo los ojos en blanco. Ahora que estoy sobria, todo el ridículo que hice desde el primer minuto en el que vi a Ace cae como una losa de pura vergüenza sobre mi cabeza. La manera en la que me quedé mirándole embobada después de tirarle la copa por encima, la ausencia de mis disculpas incluso cuando él insistía, el color rosa que pareció decidir quedarse a vivir en mis mejillas desde que él empezó a hablar, los segundos que parecieron horas cuando me sostuvo en pie con su brazo rodeando mi cintura...
Este último detalle en especial hace que suelte un quejido de pura vergüenza y me tape la cara con las manos, interrumpiendo mi café matinal por un momento. Realmente, debería plantearme completamente en serio dejar de beber para que situaciones como la de ayer no se repitan por el bien de mi reputación en esta universidad. Además, Ace tiene toda la pinta de ser el típico chico que mete el dedo en la llaga todo lo posible hasta que consigue que te sientas aun más ridícula que al principio.
Un pensamiento repentino aparece en mi mente de repente y noto como mis mejillas se tiñen de rosa una vez más. Si mi resacosa memoria no me falla, ayer vi a través de mi mirilla cómo Ace entraba en el apartamento de enfrente, el cual estaba vacío según yo tenía entendido. ¿Cómo puede ser que no me haya enterado de que tengo un nuevo vecino, especialmente cuando este va a estudiar en mi misma universidad?
Todas las preguntas hacen que me duela aun más la cabeza si cabe, provocando que resople y me termine el café de un largo sorbo. En ese instante, la pantalla de mi móvil se ilumina y veo que las chicas están hablando por el grupo. Después una fiesta, siempre quedamos en casa de una de nosotras para hablar de cualquier cosa que sucedió la noche anterior. Esta vez toca en casa de Cher, así que me visto con lo primero que veo en mi vestidor antes de pedir un Uber.
En cuanto entro en la gran mansión, la cual ya está impoluta gracias al servicio que tienen contratado los padres de Cher, soy recibida por gritos que acrecientan los pinchazos que no dejan de atenazar mi cabeza.
—¡¿Que te tiraste a Blake?! ¡Tía, pero ¿en qué estabas pensando?! — ríe Gigi mientras la dueña de la casa se tapa la cara de pura vergüenza.
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Serendipia {Trilogía Inefable #1}
RomanceTRILOGÍA INEFABLE #1 ✨ FINALISTA DE LOS WATTYS 2023 ✨ 𝘚𝘦𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘱𝘪𝘢: 𝘩𝘢𝘭𝘭𝘢𝘻𝘨𝘰 𝘷𝘢𝘭𝘪𝘰𝘴𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘥𝘶𝘤𝘦 𝘥𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘦𝘳𝘢 𝘢𝘤𝘤𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭 𝘰 𝘤𝘢𝘴𝘶𝘢𝘭. Hace tiempo que Alexa dejó de creer en el amor, en las mít...