Después de varias llamadas perdidas, mensajes y más de 50 intentos el jefe de Yoongi finalmente contestó y contario a lo que él pensaba accedió a prestarle una sala privada del bar que se reservaba por clientes VIP en ocasiones especiales y aunque la privacidad no era de extrema necesidad porque a esas horas el bar no atendía clientes, siempre es mejor prevenir que tener que lamentar.
Yoongi estacionó la moto en la entrada lateral del bar donde le había pedido, sacó su encendedor del bolsillo y prendió un cigarrillo con la vista perdida en las casas de alrededor, debía estar muy confundido y probablemente enojado conmigo por no decirle absolutamente ni media palabra acerca de lo que estaba sucediendo, pero aún no era el momento, tal vez si le contaba no iba a estar de acuerdo. Tomé mi celular y mandé la ubicación del lugar al hermano de Jin citándolo en 30 minutos.—Necesito al menos saber que no te estas poniendo en peligro y que estarás bien. — me miró seriamente expulsando el humo de tabaco a un lado y haciendo que apartara la vista de mi celular.
—Estaré, estaremos bien. Lo prometo—acaricié su mejilla, le guiñé un ojo y le quité el cigarro para llevarlo a mis labios.
En otro momento, la Mi Young asustada que solía ser ya hubiera salido corriendo, pero la de ahora estaba muy segura de que lo que hacía era lo que ella y solo ella quería.
Un auto negro con cristales polarizados giró en la esquina del local y se detuvo justo frente a nosotros. Un hombre con traje azul claro, gafas de sol, el pelo perfectamente peinado y un maletín en sus manos descendió de él y se acercó.
—¿Mi Young? —me preguntó para luego quitarse los lentes.
Cuando vi sus ojos confirmé que se trataba lógicamente del hermano de Seok Jin, sus miradas tenían el mismo color, la diferencia era que la de este chico se veía menos calculadora y fría.
—Sí, soy yo.
—Soy Kim…
—Sé perfectamente quien eres—le interrumpí dejándolo con la mano que me ofreció en saludo colgada.
—Solucionemos esto de una vez entonces—contestó con afán.
Miré a Yoongi en señal de que ya era el momento de entrar.
—Acompáñenme, por favor.
Nos guió hasta la puerta, la abrió, pasamos entre algunas mesas hasta llegar a una escalera de caracol que nos llevó a una segunda planta donde se encontraba la sala VIP. Era justo como imaginaba que seria, ya que nunca había estado en una. Tenía una barra independiente con una estantería llena de licores y whiskeys, una nevera al lateral derecho. Las paredes decoradas con discos de vinilo y posters de musicales muy famosos, al fondo había un pequeño escenario y al pasar la mesa de billar al otro lado de la barra tenían una vitrola antigua. Las luces cambiaban de rojo a azul, luego a amarillo y verde creando una secuencia. Tomamos asiento en unos sofás independientes de caucho rojo, separados por una mesa de cristal con la base cubierta del mismo material de los asientos.
—Estaré esperando afuera, si me necesitas solo llámame — me dijo Yoongi antes de salir de la habitación lanzándome una mirada lastimera.
Asentí con una media sonrisa y lo seguí con la mirada hasta que estuvo totalmente afuera.
—Y bien ¿Dónde está el dinero? —entrelacé mis manos sobre la mesa.
Me sentía como en una película de mafiosos, metida en la boca del lobo y siendo honesta el papel de malota me resultaba excitante, vamos que me encantaba.
—Veo que eres muy directa—colocó un maletín negro con bordes plateados entre los dos.
—Es sencillo, no me gusta perder el tiempo.

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TOXIC
Fiksi Penggemar''Es tan tóxico estar a tu alrededor,pero te has convertido en mi adicción,eres mi perdición Min Yoongi" ✔Lenguaje vulgar y explícito. ✔Heterosexual ✔Contenido adulto