TOXIC

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Tras dejarme plantada en la entrada del edificio, continuó su marcha a toda velocidad, al menos esperaba que soltara un: ''adiós niñata’’, luego me tachaba de mal educada, durante todo el camino no pronunció media palabra, ni siquiera hizo  el amago, además de gilipollas y amargado, era raro y bipolar,  y mientras más le conocía más atraída me sentía  a la complejidad de persona que representaba Min Yoongi.

Esperaba con una paciencia, inexistente en  mí, que el elevador  llegara de una vez a la primera planta, estaba muriendo de hambre, pensar que el imbécil había evitado que fuera a comer las hamburguesas, era un jodido atravesado .Iba a entrar disparada al ascensor pero la presencia de Namjoon que iba de salida me frenó, quizás era una buena oportunidad de recopilar algunos detalles sobre Min.

-Hola Mi Young- saludó con una sonrisa de hoyuelos.

- Hola Namjoon-le devolví el saludo acompañado por un  gesto con una de mis manos.

-Estabas con Yoongi?-preguntó, y con esa pregunta me hacia mi tarea investigativa mucho más fácil.

-Sí, le has pasado la dirección del cole. Gracias por arruinar mi hora de merienda con los chicos-le reproché con ironía, y comenzó a reír a carcajadas.

-Joder, me encanta como vosotras las chicas aún sabiendo que estáis pilladas lo tratan de disimular .Estas enganchada a él, tu real problema no es haberte saltado tu merienda, querías estar más con  él.- cuántas noches se habría tirado leyendo artículos de psicología femenina, me había dejado sin excusas para defenderme, por más que me empeñara  en negarlo tenía toda la razón, mi malestar no era a causa de mi hambre, o bueno sí, hambre de estar con Min.

-Que más da eso, es totalmente insoportable y me confunde todo el rato.-le comenté en un intento de encontrar una pista para entenderle.

- Sucede que existen pocas personas como él, cosas que le han sucedido le han llevado a ser de esa forma e incluso conmigo en ocasiones es un fastidioso de mierda. Es un tempano de hielo, al que solo quién le quiera y le tenga paciencia le encontrará un rincón de calidez.-había subestimado a Namjoon, era tan maduro, se denotaba en cada una de sus palabras.

-Mi vida no es precisamente un cuento de hadas y no voy por ahí poniéndole la vida a los demás de cabeza.

- Verás, para Yoongs las chicas son un tema delicado, sólo se las folla, juega con ellas, no sé porqué contigo ha sido diferente, desde lo que sucedió con Mi Rae no ha vuelto a ser el mismo.-hablaba con un tono bajo, como si sintiera en su propia piel el pesar de su amigo.

-Mi Rae?-le incité para que me contara más sobre esa persona, pero  su breve risilla fué la forma de decirme que no.

-Lo siento Mi Young, se me hace tarde, estoy seguro de que si verdaderamente sientes algo, encontrarás sola toda las respuestas que necesitas. Adiós- agitó su mano para despedirse y se marchó.

-Adiós -respondí en voz baja, para mí, Namjoon  se había marchado dejándome más desconcertada aún.

Mi Rae , si no era la pieza clave del puzzle ,al menos era una bien importante.

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Tocaba insistentemente el timbre, tanto que mi dedo índice hubiese podido quedarse pegado a él, necesitaba contarle a Sun Hee lo antes posible cada uno de los detalles de la investigación de su preciosa hija.

-Señor Kim?-estaba vestida con un camisón de seda rosa que le llegaba un poco  debajo de las rodillas y el cabello  levemente despeinado, había interrumpido su sueño.

-Perdón por venir a estas horas, pero el detective ha estado en casa para darme resultados sobre la investigación y creí que lo correcto sería contarte cuanto antes-poco me importaba  su sentimiento de madre preocupada, pero la necesitaba si quería tener de  una vez por todas a la chiquilla malcriada.

-Por supuesto, pase por favor-se hizo a un lado para darme paso a la amplia sala y tomar asiento en un butacón, parte de su juego de muebles.-Quiere tomar algo?-siempre trataba de agradarme.

- No, estoy bien. El detective la ha visto marcharse con un chico en una moto esta tarde a la salida del colegio- esparcí las fotos que el investigador me había proporcionado en la mesita de centro.

-Dios, ese chico debe ser un imán de problemas, un delincuente, maleante callejero, solo hay que verle las pintas-su expresión de asco era digna de un Óscar.

-Estoy totalmente de acuerdo. Has  averiguado donde puede estar, sabes algo?-quizás tenía algún detalle que resultara de gran importancia.

-He llamado a la madre de su mejor amiga, no está con ella, solamente puede estar en casa de el tal Taehyung, su mejor amigo, no tenemos familia aquí, a menos que se haya ido con ese chico-se llevó exageradamente las manos al pecho.

-Tranquila sé de qué  forma la haremos volver, pero debes hacer lo que siguiente-hice una pausa para sostenerle la mirada en espera de su respuesta.

-Usted dirá.

-Mañana llamarás al colegio y le quitarás la tutoría de pago de los estudios, la dirección seguro se lo comunicará de inmediato, siempre me has dicho que su deseo es terminar con buen promedio para conseguir entrar a una de las mejores universidades para estudiar Economía. En cuanto sepa que le retiraste tu ayuda económica vendrá a reclamarte, lo que pueda ganar en un trabajo de medio tiempo ni siquiera le alcanzaría para pagar la matrícula de un mes, y es ahí donde le ofrecerás volver a pagar sus estudios con la condición de que regrese a casa, no podrá negarse-recitaba el plan con una sonrisa calculadora mientras Sun Hee me miraba atentamente ,sin dudas haría cualquier cosa para tener a su hija de vuelta y mucho más si aquello me ponía feliz, de ello dependía que la ascendiera a directora de una de las principales sucursales de la empresa.

   Mi Young no tendría fuerza para resistirse a este pulso, estaba obligada a regresar.

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Estaba recostado en mi cama fumando el último cigarro de la cajetilla, no podía sacarla de mi cabeza, me había preguntado que pretendía con ella, la verdad ni yo mismo lo sabía, pero todo el tiempo desde que la conocía  tenía el deseo constante de acercarme a ella. Era una atrevida, me desafiaba, la mayoría solía retraerse ante mi presencia y actuar como tímidos corderitos, pero ella no. Joder , el gemido que se había escapado de sus labios mientras la besaba en el parque había sido música para mi polla, pero no podía pasar de ser una simple chica más, juré no volver a ser lastimado, y para ello era necesario que mis sentimientos se mantuvieran acorazados.

-Que me has hecho niñata-una sonrisita tonta surcó mis labios para exhalar el humo y se esparciera por toda la habitación.

   Si huimos de la fuerza de nuestros sentimientos, ellos  comenzarán a aflorar.

Nota: Capítulo 10 y las cosas prometen ponerse color de hormiga brava.Espero que disfruten leyendo como yo escribiendo porque realmente amo hacerlo y sus comentarios y sus estrellitas me hacen la vida más feliz.

Un beso enorme,les quiero y permanezcan sanos.

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