Somos Hermanos || Batbrothers

- Pánico -

Estaba a nada de darle una jaqueca y de las buenas -nótese el sarcasmo- además, si continuaba sonriendo tan forzadamente como había estado haciendo desde hace dos horas, dejaría de sentir la quijada.

- Entiendo perfectamente su punto de vista, joven Drake, pero me parece que es algo drástico ¿no le parece? - en verdad detestaba a Lex Luthor y su tono voz tan exasperante.

- Señor Luthor, Wayne Enterprises envió un ultimatum con respecto al proyecto del reactor nuclear. No estamos interesados en la fabricación de armas que en las manos equivocadas - Tim saboreó la palabra al ver cómo se deformaba el gesto estóico de Luthor-. Solo traerían caos y miedo.

- Espero no insinúe que no puedo manejar mis equipos- el tercer Robin quiso virar los ojos, sin embargo, se mantuvo profesional.

Bruce le debía una. Se supone que él debería estar cancelando los acuerdos con LexCorp. Bruce debería estar soportando la pedantería del némesis de Superman, no él.

- Por supuesto que no, pero ya sabe cómo está la situación en estos días, una mañana todo es tranquilo y por la tarde, una invasión que amenaza a la humanidad surge de la nada.

- Claro - el hombre entrecerró los ojos y dirigió una fugaz mirada al cristal que los separaba del pasillo que daba a su oficina. Sus ojos puestos sobre la persona -enfundada en un elegante traje negro- que yacía afuera-. Es por eso que vino con su guardaespaldas.

Tim se percató de la acidez con la que el mayor escupió las palabras.

- Exacto, uno nunca sabe. Además, Bruce insistió en que lo trajera conmigo- los ojos azules del menor también se posaron en supuesto guardaespaldas.

La sensación de que alguien lo observaba, recorrió a Jason, causándole un ligero escalofrío. Sin embargo, no se movió de su sitio.

Había acompañado al reemplazo a LexCorp, no porque el chico no pudiese cuidarse solo, si no, porque debían mantener las apariencias. Y de todos modos uno nunca podía saber qué pasaba por la desnuda cabeza de Luthor.

Lo que más odiaba era ese mugroso traje, comenzaba a sudar y era incómodo moverse a su antojo. ¿Por qué los agentes secretos lo hacían parecer fácil en las películas?

El segundo Robin carraspeó acomodándose la espantosa corbata que adornaba su cuello y se abstuvo de rascarse los ojos, ya que si lo hacía podía dañar las lentillas que traía puestas. Porque obviamente no iba como el difunto Jason Todd, para nada, en ese momento era Nathan Williams, un SEAL retirado que se dedicaba a la seguridad privada.

Tuvo que teñirse de negro su precioso mechón blanco, pero bueno, gajes del oficio.

Estaba por bostezar cuando el sonido de la puerta de la oficina lo interrumpió. Se puso firme y observó a los recién salidos.

- Es una pena que no pueda hacerlo cambiar de opinión, joven Drake, espero que en el futuro sus ideales cambien- Jason ni se inmutó al sentir la mirada del mayor, simplemente tomó su lugar al lado de Tim quien lucía fastidiado.

- Ya veremos, señor Luthor. Si me disculpa, tengo otros asuntos pendientes. Gracias por su tiempo- y finalmente la tediosa reunión terminó.

Ambos jóvenes se alejaron por el pasillo rumbo al elevador. Mientras más rápido salieran de Metrópolis, mejor.

- ¿Difícil? - se burló Jason en lo que llegaba el elevador.

- Agotador - suspiró el más joven-. Ahora entiendo la razón por la que Bruce y Lucius le huyen a éstas cosas.

Ambos ingresaron en el ascensor cuando abrió sus puertas. Se encontraban en el último piso de la torre.

Se mantuvieron en silencio cuando el transporte comenzó a moverse. Sabían que el aparato podía tener micrófonos ocultos además de las cámaras. No eran estúpidos y Luthor podía usar cualquier cosa a su favor.