- Tiene cuatro años -

6.3K 381 148
                                    

- Robin, quedas fuera del caso - el tono autoritario de Batman era irrefutable.

La imagen delante de los murciélagos era desagradable, bastante impactante a decir verdad. Claro que para el nieto de Ra's, aquello solo era un desafortunado desenlace para las víctimas. Damian había visto muchas cosas durante su tiempo con la liga de asesinos, así que difícilmente existía algo de ese calibre que lo sorprendiera.

- ¿Y por qué no sacas a Red Robin? - los policías que también estaban presentes en la escena del crímen, se alejaron discretamente ya que el nuevo Robin era un tanto diferente a los anteriores y preferían evitar sus berrinches.

- Retírate ahora - Robin apretó los puños, su boca formó una tensa línea recta y sus cejas no podían estar más juntas.

- No - Batman aguantó las ganas de darse una palmada en la frente.

- No vamos a tener esta conversación ahora - el gran murciélago endureció su semblante -. Vete, es una orden.

El petirrojo trató de contenerse -un pobre intento a decir verdad- para no atraer más atención, sin embargo, estaba harto de que para casos así siempre lo dejaran de lado o lo excluyeran porque era solo un niño.

- ¡No soy un niño, deja de tratarme como uno! - Batman tomó al chico de la capucha y lo arrastró lejos de donde estaban, lo que menos deseaba era pasar una vergüenza por la evidente falta de respeto de parte de Robin.

Terminaron en una especie de sótano mugriento, lleno de telarañas y heces de rata. También había muchas cajas empolvadas y unas cuantas cubiertas por sábanas ya desgastadas.

- ¡Suéltame!

- Dices no ser un niño pero te comportas como uno - espetó el mayor.

- Luzco como un niño pero no lo soy. ¿Qué crees tú que pasaba en la liga? Fui sometido a rigurosos entrenamientos para convertirme en un arma letal, a los cuatro años ya conocía al menos 36 maneras de asesinar a alguien con un simple palillo - el menor se detuvo brevemente para encarar a su padre -. A los cinco años me torturaron de diversas maneras cada que cometí un error por mínimo que fuera. Todo para que mi caracter se forjara. Encontes no me vengas con eso de que soy un niño, porque jamás lo fui.

Bruce por su lado sabía que la vida del niño no había sido normal, ni si quiera había gozado de por lo menos un par de años de inocente niñez, - a diferencia de los otros petirrojos - Damian no fue criado con amor. Todo eso le remordía la conciencia, se decía ser un vigilante protector, pero no pudo salvar a su propio hijo.

- Te quedaste mudo Batman, ¿nada que decir? - Robin adoptó su típica pose arrogante -. Estoy decepcionado.

En efecto, el hombre no sabía que decir, si bien tenía una vaga idea de lo que Damian había sufrido, nada de lo que pensó se comparaba a lo que acababa de ser revelado.

Torturado a los cinco años.

Lo único que Bruce pudo hacer fue acercarse a su hijo y atraerlo hasta su pecho en un intento de abrazo algo -bastante- inusual para ambos Wayne.

Robin no esperaba aquella acción así que se limitó a quedarse quieto, su mente trabajando a mil, ¿cómo debía proceder?

No sabía. No tenía una respuesta factible.

- Ojalá hubieses tenido una niñez diferente - susurró más para sí mismo que para el petirrojo.

Una de las cajas comenzó a temblar, la atmósfera del sombrío sótano se tornó pesada. La temperatura bajó de repente. Batman se colocó delante del menor en un ademán protector.

Somos Hermanos || BatbrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora