- Verdades y mentiras -

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Segunda parte de: Convivencia forzada.

° ° ° ° °

Damian fue criado con lo mejor de lo mejor, rodeado de lujos y sirvientes, con solo tronar los dedos sus deseos eran cumplidos. Siempre y cuando saliera victorioso de sus arduos entrenamientos, el nieto de Ra's, podría tener lo que quisiera.

Entonces, ¿qué era eso que sentía al ver a Timothy Drake? ¿Odio? Sí, pero sólo al principio.

Odio sembrado por las ideas que Talia plantó con malicia en su infantil mente. Odio que lo llevó a tratar de matarlo en innumerables ocasiones.

Después, con el paso del tiempo y algunas pláticas casuales con Richard, se percató de lo que sentía en realidad.

Celos disfrazados de odio. Un profundo y enfermo odio. Sí, Damian Wayne odiaba a Tim Drake por varias razones.

Ra's Al Ghul veía algo verdaderamente especial en Timothy, algo que valía la pena observar y seguir de cerca. A él sólo lo veía como un recipiente.

Talia tenía ideas un tanto extrañas acerca del ex Robin de Batman. Pero de igual manera, Timothy se llevaba la atención de su madre. A Damian sólo lo veía como un arma y un capricho del hombre que jamás pudo tener.

Bruce veía en Timothy a alguien digno de ser su compañero, un chico brillante y correcto que valía la pena. Damian solo era el fatídico error del descuido de una noche, el asesino, el verdadero indeseado.

Richard le quería, se lo demostraba siempre, pero sabía que Timothy también tenía un lugar especial en el corazón del acróbata. Se podría decir que Drake tenía derecho de antigüedad sobre Grayson, lo conocía de más años y habían sido hermanos desde antes. Compartían misiones con los Titanes y él, solo era el refuerzo ocasional. No era digno de ser miembro del equipo de Nightwing y Red Robin.

Jason era un caso distinto, si bien el forajido era neutral la mayor parte del tiempo -y en su momento también trató de asesinarlo-, era obvia la afinación que tenia con Tim. Hacían un excelente equipo juntos. Damian y Jason, eran tan parecidos que el entrar en sintonía les era difícil.

Damian estaba celoso. Él también deseaba la atención y afecto que Drake recibía. Él también quería ser alguien digno de la admiración de los Wayne -adoptados incluidos- y los Al Ghul.

Entonces desistió en su tarea de tratar de eliminar definitivamente al cafeinómano. Comenzó a observarlo, aprender sus patrones de movimiento, su manera de pensar y actuar. En lugar de nadar contra corriente, se dejó llevar.

No pasó mucho para que notara los problemas que atormentaban a Drake. Lo que le sorprendía era la falta de respuesta de su familia a las señales de auxilio que emitía el chico.

¿Sería posible que no lo notaran?

Sí, debía ser eso. Drake era muy astuto y podía ocultar sus trastornos fácilmente engañando a Bruce, Alfred, Richard y Jason, pero no a él. No a alguien entrenado para estudiar a su enemigo hasta el más mínimo detalle.

Y no supo cuándo o cómo, pero todo ese supuesto odio -celos- que sentía hacia Drake, se transformaron en una extraña empatía. Era una verdad que jamás admitiría.

Así que en secreto, saboteaba los intentos de Timothy por hacerse daño, desde cambiar su cargado café por algo descafeinado y más "sano", hasta cosas más extremas como la herida que le había hecho en el cuello cuando recién comenzaba su cuarentena.

Oh sí, lo hizo a propósito, pero no porque quisiera hacerle daño realmente.

Inconscientemente, Timothy se arañaba el brazo y si no lo detenía, se lastimaría su blanca piel. Así que después de un par de intentos fallidos por llamar su atención, optó por utilizar sus reflejos, sabía que como buen discípulo de Batman, el chico esquivaría el proyectil sin mucho problema.

Somos Hermanos || BatbrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora