- Intocable -

6.5K 443 133
                                    

Robin ha resultado herido la noche anterior. Lo han atropellado. El chiquillo está ' bien ' y en realidad ha sido por una buena causa.

El clan murciélago terminaba de patrullar cuando el accidente sucedió. Un pobre hombre -de edad algo avanzada- que por sus ropas se notaba vivía en la calle, decidió que valía la pena cruzar la avenida -con el semáforo en rojo- por una lata de refresco que se encontraba del lado contrario. El sonido que las llantas hicieron al derrapar contra el pavimento mas el insesante pitido del claxon alertó a Robin, quien pasaba por esa zona.

Una cosa llevó a la otra. El pequeño petirrojo se lanzó contra el despistado viejito, afortunadamente lo hizo a tiempo y el hombre salió ileso, sin embargo, Robin no corrió con la misma suerte y el auto lo alcanzó. Su cuerpo impactó con el parabrisas y salió disparado unos metros adelante. Rodó por el suelo hasta quedar en una incómoda posición. El conductor se dio a la fuga.

Damian bufó y gimotió adolorido, no obstante, el kevlar de su traje lo había protegido de lo que pudo ser una muerte segura, chasqueó la lengua irritado. De igual manera se había golpeado la cabeza y en esos momentos sentía vértigo. Esperaba que su padre o -en el peor de los casos- los adoptados fueran por él.

Los demás petirrojos ya se habían reunido con Batman en el punto acordado. Intercambiaron miradas para nada sorprendidos al notar que el hijo de Bruce no estaba.

Batman estaba por dar la orden de búsqueda cuando escucharon la radio de la policía previamente hackeada en el batimóvil.

"Atropellaron al compañero de Batman, se solicita la presencia de una ambulancia, el sospechoso se dio a la fuga. Testigos dicen haber visto un auto rojo con las matriculas KJ385 "

Todos estaban en shock. Robin había sido... ¿En qué momento? El primero en salir del shock fue Red Hood, quien se subió a su motocicleta con un solo pensamiento. Mataría al bastardo que había lastimado a su hermano.

- ¡Voy por el hijo de puta! - el mercenario aceleró y se perdió entre las calles de Gotham.

Lo siguiente que sucedió fue todo un espectáculo. Batman, Nightwing y Red Robin llegaron justo cuando uno de los paramédicos intentaba retirar el antifaz del chico. El murciélago mayor se encargó de noquearlo y los otros dos se encargaron de los mirones.

Al final de la noche, todos estaban reunidos en el ala médica de la cueva.

Damian terminó con tres costillas rotas, un esguince el el tobillo derecho, varios raspones y hematomas en la espalda, un corte en la mejilla izquierda, además de una pequeña contusión. Algo normal para una noche de patrullaje, si bien los demás miembros de la familia estaban aliviados, eso no evitó que decidieran pasar esa noche con el menor. Sí que se habían asustado cuando se enteraron del percance.

- ¿Jay? - Dick se encontraba en la cama con Damian recostado a su derecha. Bruce le cedió el puesto al verlo hecho un manojo de nervios, por lo que él, Jason y Tim se acomodaron a los pies de la cama del pequeño demonio.

- ¿Hm? - el aludido ya estaba medio dormido.

- ¿Qué hiciste con el tipo del auto? - Tim y Bruce contuvieron la respiración. Sabían que no lo había matado, pero el forajido se había tomado su tiempo para volver a la cueva.

Jason se removió en su lugar y sacó su teléfono. Se lo lanzó a Dick quien ahogó un grito de sorpresa al mirar la pantalla. El patriarca de la familia y el tercer petirrojo no pudieron con la incertidumbre y se acercaron con rapidez a Nightwing.

- Resulta que el imbécil era un ladrón y estaba huyendo - fue todo lo que dijo Jason antes de acomodarse nuevamente y dejarse vencer por el sueño.

En la pantalla del celular se veía la foto de un tipo amarrado en ropa interior afuera de la comisaría. En su pecho se leía: "No te metas con Robin".

Somos Hermanos || BatbrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora