- Convivencia forzada -

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- Ambos dieron positivo en la prueba de hepatitis A - Bruce alternó su mirada entre la amable doctora Leslie y sus hijos, suspiró y asintió-. Deberán permanecer en cuarentena para evitar contagios además de llevar una dieta controlada y libre de grasas.

- De acuerdo, gracias por su tiempo.

Cuando Bruce y la doctora estuvieron lejos de su campo visual, Damian trató de golpear a Tim. El mayor lo esquivó sin problemas.

- Esto es culpa tuya, Drake. Si no hubieras comprado comida china en ese dudoso lugar, no estaríamos aquí.

Tim resopló y rodó los ojos.

- La culpa es tuya, tú te robaste la mitad del arroz y para que lo sepas los rollos primavera también tienen carne, tarado - sonrió ante la mueca de asco que puso Damian.

- ¿A quién le dices tarado? Rata informática - escupió venenoso.

- A ti, pitufo deforme.

- Defecto por capricho de la naturaleza - Tim parpadeó rápidamente, pero continuó con la disputa.

- Aborto de gato.

Los insultos continuaron durante un buen rato, olvidándose de las palabras de la doctora Leslie, ambos petirrojos se negaban a dar su brazo a torcer.

- Anoréxico indeseado - Damian le dio la esplada por lo que no percibió el dolor en los ojos de Tim-. En serio Drake, no sé cómo logras combatir el crimen con ese cuerpo tan débil.

Alfred y Bruce aparecieron de nuevo para darles indicaciones, Tim prefirió no seguir peleando.

Al final, terminaron compartiendo -Alfred los amenazó- una habitación acondicionada con todo lo necesario para pasar la cuarentena sin necesidad de tener contacto con el resto de la familia.

Las comidas serían dejadas por Alfred en una pequeña compuerta que conectaba una de las paredes del cuarto con la cocina.

Tuvieron tiempo de juntar unas pocas pertenencias para hacer su estadía más "agradable".

Bruce registró con parsimonia cada objeto que portaba su hijo. Arqueó una ceja al encontrar dos navajas y una espada pequeña.

- No.

- 'Tt', le quitas la diversión a todo.

Y la cuarentena comenzó.

Cada uno se la pasaba en su lado de la habitación, porque sí, el demonio dividió -en partes iguales, Tim debía darle crédito- con cinta amarilla la recamara dejando el baño como zona neutral.

- Oye, arrimado - Tim lo ignoró olímpicamente como la había estado haciendo los últimos tres días.

Sus sentidos, siempre alerta, lograron que inclinara la cabeza un segundo antes de que una afilada cuchilla se clavara en su cuello. Aún así, su piel se abrió ligeramente, el objeto logró hacerle un pequeño corte.

- ¡Mierda, Damian! ¡¿Cuál es tu problema?! - se llevó una mano al cuello, con el ceño fruncido, examinó el área percatándose de que algo de sangre salía por la reciente herida.

- Buenos reflejos, no tan eficientes pero pasables - poco le importó el haberle hecho daño al mayor-. La próxima vez que te llame, haz caso.

- Púdrete - dijo Tim, luego se encaminó al baño. Damian sonrió con sorna al escuchar el portazo que dio Drake.

- Maldito demonio - susurró, se quitó la playera que tenía ya que se había manchado de sangre.

Dirigió sus ojos a la tina, un baño le vendría bien. Al menos le daría tiempo para calmarse y no salir a seguirle el juego a Damian.

Somos Hermanos || BatbrothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora