Un cierto estudiante de la UA [QHPS]

Prologo

"Muéstrame un héroe y te escribiré una tragedia"
Francis Scott Fitzgerald.

Tumbado en el oscuro y húmedo callejón, los sollozos de la chica se desvanecían lentamente mientras el espíritu de William de Lewis escapaba de su cuerpo con el último suspiro. Elevándose a través de los cielos con una velocidad vertiginosa, en apenas ocho segundos, su alma se encontraba en el vacío del espacio exterior, rodeada por una miríada de estrellas. Una voz, antigua y desgastada, resonaba mientras una figura humanoide, de rasgos misteriosos, surgía a su lado.

—¿Cómo debería juzgarte, William de Lewis? ¿Como un temeroso que evita el peligro, o como un héroe que sacrifica su vida por otro?—inquirió la voz, reminiscente de un abuelo que ha enfrentado las vicisitudes de la vida.

—Veamos qué te ha llevado a este momento y lugar, William de Lewis... Una pantalla translúcida emergió entre ellos, proyectando diversas imágenes de la vida de William.

—Mirando el inicio de tu historia me sorprende el resultado; madre muerta al nacer, separado de tu padre a los ocho años, he ingresado por la fuerza a un internado. El primero de su clase en todos los grados desde entonces, el niño genio del internado Wood, aquel cuyos logros lo llevaron a graduarse con los máximos honores en la historia de esa pequeña institución educativa del gobierno inglés —dijo la voz mientras juzgaba los logros del chico en la escuela a través de la gran pantalla que los dividía.

—El estudiante estrella cuyas habilidades para hacer la tarea de los demás solo era superada por su capacidad para resistir los golpes propinados por aquellos descontentos con sus logros —respondió William, que pese a no entender del todo de la situación no podía sacar de su ser las ganas de una confrontación.

Con lo dicho por William, las imágenes de la pantalla cambiaron innumerables veces mostrando las distintas lesiones y heridas que había sufrido en el internado Wood a lo largo de sus 10 años.

—Pequeños detalles sin importancia o juegos de niños... al menos esas fueron las palabras de tus profesores —añadió la voz provocativamente. —Pero continuemos, tras graduarte del internado Wood y cumplir los dieciocho años, decidiste regresar con tu padre, que según las palabras de la trabajadora de servicios infantiles que te llevo lejos de él.

—No es apto para hacerse cargo de sí mismo y menos de un niño de ocho años, Sr. Lewis —dijo la figura sin rasgos, imitando con exactitud la voz de la trabajadora social que lo separo de su padre y lo llevo al internado Wood.