Un cierto estudiante de la UA [QHPS]

Capítulo 7: Hasta que rujan los huesos.

"Odié cada minuto de entrenamiento, pero dije: No renuncies. Sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón."
Muhammad Ali

El almuerzo estaba servido en la mesa cortesía de Yinliang, la sirvienta de la casa, ella siempre suele vestir un traje de sirvienta muy minimalista, con lazos y resaltos de color rojo sangré que le dan un aura tenebrosa y tranquila.

La figura de Yinliang es simplemente espléndida, como la de todas las mujeres en la casa, su cabello negro estaba recortado justo a la altura de sus hombros, con un solo mechón largo que siempre cae sobre su cara.

Su piel es de un blanco pálido, casi enfermizo, que contrarresta su corto cabello negro, pero lo más destacable de ella son sus ojos amarillos, esos ojos parecen poder ver a través de cualquier mentira o emoción.

—Señorita Yin, gracias por la comida. —Sin importar que tan lúgubre y tenebrosa parezca la señorita Yin, su comida siempre es de un nivel increíble y eso merece respeto.

Asintiendo en confirmación, la señorita Yin sirvió las bebidas, para Darna, un jugo de durazno y para William un jugo de manzana, luego simplemente regreso a la cocina para limpiar.

—¿Papá no comerá hoy con nosotros? —pregunto William al notar que no había un tercer plato en la mesa.

—No, él tiene trabajo pendiente y creo que estará ocupado toda la tarde —respondió su madre después de refrescarse con un trago de jugo.

—Mamá, ¿cómo puedo evitar que me quiten el asiento en el colegio? —Buscando cambiar el tema, William pensó que su madre podría tener un buen consejo que dar.

—Oh, estás hablando del matón que te quito el asiento en el colegio. —Darna se llevó el dedo índice a los labios y entro en una profunda meditación.

—Bueno, cuando era niña siempre arreglábamos las cosas con una batalla, pero no tienes permitido pelear en el colegio, así que dime. ¿Cómo puedes tener una batalla sin tener una batalla?

Después de una profunda reflexión, William respondió.

—¿No teniéndola para empezar? —pregunto William.