Un cierto estudiante de la UA [QHPS]

Capítulo 19: El mundo a mis ojos.

"Hay gente que no visita su pasado simplemente porque no tiene nada bueno que ver o rescatar allí."
Manuel Jabois

"El recuerdo es algo muy extraño, cuando quieres olvidar algo simplemente no deja de regresar a ti como el sol por el día y la luna en la noche, pero cuanto más quieres recordar algo ese algo se escabulle en tu mente como un pez en el agua que no quiere ser atrapado.

Eso debe explicar por qué no he podido olvidar mi pasado, pero en realidad no es algo completamente malo, ya que es lo que me define como persona, mi ego y mis decisiones lo son todo."

- Extracto del libro "La verdad de lo que soy"

—Desde pequeña siempre fui más lista que las demás, podría decirse que tenía un sexto sentido para entender las cosas, cuando alguien estaba molesto podía sentir ese olor picante rascarme la nariz o cuando otros se sentía triste el sabor amargo llegaba a mi boca.

—Mi madre me dijo que eso era la empatía, la capacidad para ponernos en los zapatos de otras personas y entender su dolor.

—Supongo que es por eso que escogí la carrera de psicología.

—La verdad es que tienes un muy buen currículo y una excelente recomendación por parte del Sr. Miyagi, pero lo que me interesa de ti son las palabras que me dijo, dijo que serías capaz de empatizar con los niños a un nivel que ningún otro psicólogo podría hacerlo.

—¿Estás de acuerdo con esa afirmación? —pregunto Inko Midoriya.

—Podría decirse que tengo experiencia personal que me ayuda a entender su situación mejor que otras personas. —Respondió Margot Moonrrou, psicóloga de tiempo completo y activista por los derechos de los heteromorfos.

Ella es una americana muy firme en su carácter, tiene treinta y nueve años de los cuales ha ejercido su profesión por diecisiete de ellos, su quirk es del tipo mutación y este le da las características de un Golden Retrirver.

Sus orejas están en una posición distinta a la de una persona normal, en específico a los diagonales de su cabeza, son de color dorado al igual que su cabello rizado.

Los dientes en su boca eran más afilados y puntiagudos, de color blanco marfil y listos para rasgar la carne asada o morder a alguien que la moleste.

Por último, tenía una cola dorada que se asomaba por su espalda que no dejaba de balancearse de un lado a otro mientras hablaba.