Capítulo 69: Juicio Injusto (Argumento de Cierre)

77 9 6
                                    


"No hay éxito sin valentía."
Doménico Cieri Estrada

"Hecha la ley, hecha la trampa."
Anónimo



Sin esperar la respuesta del juez, una mujer se abrió paso en la sala, parecía la dueña del lugar mientras caminaba lentamente por el centro de los asientos del público, en sus uñas un brillante esmalte azul y en sus dedos un cigarrillo a medio terminar.


Esta mujer era Magata, Magata Lázaro, la primogénita de la familia Lázaro, una familia que usando los matrimonios quirk como base desarrollaron algunos de los quirk más eficaces a la hora de curar a las personas.


De tez pálida y enfermiza, con un cabello castaño claro, sin vida en su color, sumado a unos ojos marrones, promedio la hacían parecer más un paciente que una enfermera, como había dicho la secretaria momentos antes.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Se acercó cada vez más hasta estar a diez metros del juez, lugar donde se detuvo y le dio una última gran calada a su cigarrillo antes de simplemente hacerlo desaparecer en una nube de humo que se mezcló con el que había exhalado, durante ese breve instante el láser que indicaba la actividad quirk se iluminó sobre ella.



Antes que nada me gustaría decir que no soy una enfermera, soy cirujana, segundo, mi tiempo es limitado, así que are lo que vine a hacer y luego me iré.

—...

—...

—...

—...



Ninguno de los presentes tuvo alguna objeción a las palabras de la mujer, cada uno por distintas razones.


El juez no se atrevía a negarse o decir algo ante la mujer, la familia Lázaro era muy conocida por los altos funcionarios, ellos eran los encargados del hospital militar "Lázaro" y la cantidad de personas poderosas que le debían favores era aterradora.


Garuki, por otro lado, no le importaba ningún estatus social o renombre que tuviera la mujer o su familia, en sus ojos solo estaba la figura elegante y curvilínea de la mujer.


Del otro lado estaba Hegano, él simplemente se había convertido en una estatua, a él le habían pagado para enfrentarse a los Lewin, no a la familia Lázaro, de los Lewin podría escapar saliendo de Japón, pero los Lázaro eran otra historia, a su hospital incluso venían figuras públicas de otros países como gobernantes, presidentes o millonarios acaudalados.

Un cierto estudiante de la UA [QHPS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora