CLIMAX

El del desayuno

Madison se despierta, sale de la cama y sube la persiana. Los rayos de Sol entran y la abrazan cálidamente. La joven sonríe y se despereza. Elige la ropa que se va a poner y entra al baño, se da una ducha rápida, se viste y baja las escaleras, entra a la cocina y mientras tararea una canción se sirve un café con leche, coge dos trozos de pan de molde y los introduce en la tostadora, unos minutos después las saca. Se sienta en un taburete y comienza a untar la mantequilla en el pan.
El teléfono suena, es un FaceTime de Nora, la joven sonríe y coge la llamada.
—¡Buenos días! -exclama Madison alargando la <<S>>.
—Qué alegre te veo -sonríe Nora.
—Es un alivio que se haya acabado el infierno en el que vivía.
—¿Qué tienes pensado hacer para hoy?
—Disfrutar de un sábado, hacía años que no decía eso.
—Las chicas y yo hemos pensando en que podíamos pasar el día todas juntas bueno casi todas, aún tienen que confirmar algunas.
—Yo me apunto -sonríe Madison—. ¿Estás con Max?
—No, ¿por qué?
—¿Cuándo le vas a decir de salir juntos? ¿O es qué estás esperando a que lo haga él?
—No estoy segura de que él quiera salir conmigo.
Madison espurrea el café por la encimera.
—¿Lo estás diciendo en serio? ¿Pero tú has visto como te mira? Es obvio que quiere salir contigo, es más, yo juraría que quiere hasta casarse contigo -sonríe Madison y le guiña el ojo descaradamente.
—Calla, calla, no quiero hacerme ilusiones.
—¿Hola? No son ilusiones, tal vez, lo de casarse, pero te aseguro, que quiere tener algo contigo.
—No sé, ya pensaré que haré.
—Mira a Kyle, acaba de recibir un tiro y tiene a un pivonazo en el hospital preocupado por él y por si fuese poco, es policía -Madison chasquea los dedos—.
—Kyle está en coma -susurra Nora.
—Yo también lo estaría si tuviese a un tío como Mikel preocupado por mí -sonríe Madison.
—Prepáreme dos tostadas, estoy a punto de llegar a tú casa -sonríe Nora exagerando incluso muestra los dientes.
—Otro día más que vienes a gorronear mi comida -Madison pones los ojos en blanco, mira a su amiga y le sonríe a la vez que se muerde la lengua como gesto de que estaba bromeando.
—Me encanta la nueva Madison -sonríe Nora.
—Siempre he sido así, solo estaba escondida y asustada por culpa de Brandon -el rostro de la joven se tuerce.
—¿Cómo lo llevas?
—Algunas veces me siento culpable, tengo pesadillas en las que la que muere soy yo -susurra cabizbaja—. Pero lo superaré, si sobreviví a su infierno, sobreviviré a la culpa.
—Tú no tienes la culpa de que ese cabrón te chantajeara y te obligara a prostituirte.
—Cambiemos de tema por favor -masculla Madison.
—Perdón. Espero que estés haciendo mis tostadas.
—Por supuesto -sonríe Madison.
—Las estás metiendo ahora en la tostadora, ¿verdad?
—Evidentemente -se ríe Madison.
—Te veo en la puerta -Nora le lanza besos a la cámara y cuelga.
Madison saca las tostadas, las deja en un plato y corre hacia la puerta principal. Nora entra y la abraza con fuerza.
—¿Te han contestado las demás? -susurra Madison mientras caminan hacia la cocina.
—Lisa y Emma se apuntan -sonríe.
Las chicas se sientan en un taburete blanco una enfrente de la otra. Nora se acerca su plato y empieza a untar la mantequilla.
—¿Y Judith? -Madison continua extendiendo la mantequilla en el otro trozo de pan.
—Tiene algo con su madre y su hermano y el nuevo novio de la madre.
—Dramas familiar -bufa Madison.
—Y que lo digas -Nora pone los ojos en blanco.
—¿Te has enterado de lo de Emma? -Madison abre la boca exageradamente—. Me he quedado flipando -añade.
—Cuenta, cuenta -Nora le da un mordisco a la tostada.
—La otra noche estuvo con Tyler, sé que no somos nadie para meternos en su vida pero, ¿en serio? ¿Tyler?
—Christian, el bad boy -sonríe Nora—. También está quedando con Tyler, van al gimnasio juntos y suben capturas jugando a juegos juntos.
—Los veo liándose -se ríe Madison—. Harían buena pareja.
—Christian le pega más un chico responsable -murmura Nora—. Will o Jay.
—Team Will -sonríe Madison y muerde su tostada de mermelada de fresa.
—Jay es su compañero de habitación, y los dos son gays y solteros, podrían tener sexo desenfrenado o pajas entres colegas.
—No, no lo creo -dice Madison con la boca llena—. Jay sigue sin superar que su ex esté con su mejor amigo.
—Pero, ¿por qué tiene sentimientos hacia su ex o hacia su amigo?
—Yo creo que hacia los dos -sonríe Madison—. O sea, creo que Jay siente más por Gabi porque no es consciente de sus sentimientos hacia Laurent.
—¿Cómo sabes tanto? -Nora le mira asombrada—. Ni que te hubieras leído sus vidas -se ríe.
—Pues casi, o sea, quiero decir que he hablado con Jay y con Will por mensajes, así que, técnicamente he leído sus vidas -sonríe y da un sorbo al café.
—Es verdad, son con los que más has hablado -susurra Nora—. Esto me recuerda a que, ¡amo a Troy y Tarek! -grita emocionada.
—¡Trorek es real! -grita Madison ilusionada—. Son un amor de pareja son súper goals, quiero una historia así.
—La única relación que les hace la competencia es la de Lisa y Sean -dice Nora mordiéndose el labio y sonriendo.
—Lisen es mi objetivo en la vida -Madison cierra los ojos y fantasea con una relación como la de ellos.
—Hay personas que tienen muchísima suerte encontrando su pareja -lloriquea Nora.
—Y hay otras que son ciegas incluso cuando se detienen delante -Madison la mira fijamente—. Hastag quiero Norax cuanto antes -sonríe de oreja a oreja.
—¿Ya tienes nombre hasta para mi shippeo?
—Obviously -sonríe Madison.
—¿Quieres más café?
—Quiero que nos vayamos de compras con Max y te declares -Madison junta las palmas zd las manos y le suplica.
—Está bien -susurra Nora—. Le pondré un mensaje.
—Va a decir que sí -sonríe traviesamente.
—Ha dicho que sí -musita Nora.
—¡Sí! -grita Madison y alza los brazos al cielo—. Perdón, la emoción -sonríe—. Norax es real.
—Nos espera en el centro comercial.
—Vayámonos ya, ¿a qué estamos esperando?
—¿A terminar de desayunar?
—Está bien -Madison pone los ojos en blanco y se deja caer sobre la encimera exasperada.
—El centro comercial no se va a mover del sitio.
—Quiero ser la primera que te vea besando a Max mientras suena una canción romántica de fondo.
—¿En qué comedia romántica vives? -Nora le mira desconcertada.
—En muchas -sonríe Madison.