El de los exámenes finales

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En Linston hoy todos los alumnos estudian en la biblioteca, en el campus, en sus habitaciones o en alguna cafetería. La academia en la que estudian se conoce por sus exámenes finales, son realmente difíciles y tan tiene una hora y media para hacerlo. Por ello las clases ya han finalizado, en los diferentes tablones de madera ya están colgadas las listas con los horarios de los exámenes de cada asignatura, sin duda alguna, hoy es el día más importante de muchos de los alumnos, se juegan demasiado en estos exámenes, hoy más que nunca, se encuentran bajo presión y estresados, aunque no todos los jóvenes viven estos exámenes igual.
—¡He aprobado el examen de conducir! —grita Madison rebosante de alegría.
Nora y Emma la miran y esbozan una sonrisa. Las jóvenes se encuentran en la cafetería, Paradise.
—Oficialmente ya tengo la <<L>> de loca al volante —se ríe Madison y se sienta al lado de Nora—. ¿Por qué estáis tan serias?
—Estamos estudiando, hoy son los exámenes finales, nos jugamos mucho.
—¿Y? Luego también te jugarás los finales de mayo y las recuperaciones en junio —Madison se encoge de hombros—. Si nos ponemos así de dramáticos por unos exámenes, bueno, más bien por una nota, no disfrutaremos de nuestra vida ni de la mejor etapa que es en la que estamos ahora. Quiero decir, un número no nos define.
—Estoy de acuerdo con tú discurso Madison, pero por desgracia, para mi carrera necesito buenas calificaciones.
—Las necesitas en selectividad, no ahora —Madison frunce el ceño, fingiendo enfadarse.
—Algunos nos esforzamos siempre —le espeta Nora.
—¿Perdona? —Madison la mira incrédula—. Nora tú no te esfuerzas, eres así por naturaleza, eres incapaz de no tener la cara pegada a un libro sin pillarte un cuadro de ansiedad.
—Eres idiota.
—Lo digo en serio, algunos necesitamos oxígeno para vivir, tu devoras libros.
—Me voy a la biblioteca —Nora suena enfadada.
—¡Venga tía! No te lo tomes así, solo te está fastidiando —dice Emma indignada.
—Nos vemos luego —responde Nora y sale de la cafetería.
—Se ha enfadado —murmura Emma y mira a Madison.
—¿Qué? —se encoge de hombres—. No es por mi culpa.
La joven se acerca a su batido, coloca la pajita entre sus labios y absorbe sin dejar de sonreír.
—Eres de lo que no hay —susurra Emma.
—Entonces, ¿no quieres darte una vuelta en mi coche? —Madison esboza una sonrisa traviesa—. Podríamos ir a por unos helados del McDonalds.
—Ay, si, un McFlurry —a Emma se le humedece la boca con solo pensarlo.
—Me lo tomaré como un sí —sonríe Madison y deja un billete en la mesa.
—Eres una mala influencia,
—Me da igual —Madison esboza una espléndida sonrisa.
Las jóvenes salen de la cafetería y se encuentran a Lisa.
—¿A dónde vais?
—A dar una vuelta en coche de Madison y a por unos McFlurrys.
—¿Te vienes? —la invita Madison.
—Mmm... ya lo creo —asiente Lisa.
—¡Tachán! —grita Madison.
La joven les muestra su coche, un Seat León de color granate. Sus amigas se quedan boquiabiertas.
—Vamos a dar una vuelta.
Las chicas se suben en el coche, Madison conecta el IPhone por Bluetooth y busca una canción. En el coche suena <<212 de Azelia Banks y Lazy Jay>>.
—¡Vamos Madison! —grita Emma.
La joven arranca el coche y empieza a conducir. Baja las ventanillas. Emma saca del bolso unas gafas de sol. Lisa se pone a grabar stories para Instagram.
—La mejor amiga del mundo —grita Emma mientras Lisa graba.
—Hay que vivir la vida ¡bitches! —vocifera Madison mientras se pone sus gafas de sol con cristales rosados.
Lisa saca un pintalabios de color rojo intenso, Emma la graba mientras baila y se los pinta, luego Lisa la graba a ella con un filtro con demonios sonrientes. Madison le sube volumen a la canción.
—Venga decirme otra canción.
—¡Girls Just Wanna Have Some!
—Añádela a la cola, estoy en Spotify —Madison le guiña el ojo.
—¡Wham Bam! —grita Lisa.
Las jóvenes bailan, Madison gira a la derecha y sigue recto hasta llegar al Mcdonalds, la joven entra por el McAuto. Pide los tres helados con el volumen súper alto.
—Seguro que no se han enterado de nada —se ríe Emma.
—Mientras sean los helados me da igual de qué.
Madison se coloca bien la sudadera y se recoge el pelo mientras esperan a que le entreguen el pedido. La canción de <<Girls Just Wanna Have Some>> comienza a reproducirse.
Un joven de unos veinticuatro se asoma por la ventanilla y se queda boquiabierta ante ellas.
—Hola guapo —sonríe Madison.
La joven coge la bandejita de cartón y se la pasa a Emma.
—Quédate con el cambio —sonríe Madison.
—Gra... gracias —balbucea el joven.
Madison arranca y comienza a conducir de nuevo.
—¿Dónde vamos ahora?
—Vamos a un centro comercial a comprarnos el mismo top crop —sugiere Lisa.
—¡Yasss! —grita Madison.
—¿Sabéis la talla de Nora y Vera?
—Obvio —asiente Madison.
Suena <<Cake Pop de Todrick Hall>>.
—Esta no es la que he pedido yo —Lisa se queja.
—Perdón, la que tú quieres va después.
—Tenemos que encontrar un top-crop que ponga <<Queen>>.
—Por favor y gracias —se ríe Emma.
—Le voy a comprar uno a los chicos.
—¡WHAM BAM! -grita Lisa asustando a sus amigas —. ¡Sube el volumen!
Madison sube el volumen para complacer a Lisa.
—¿A qué chicos?
—Christian, Kyle, Will —Madison se echa a reír—. Van a estar divinos con un top-crop rosa que ponga Queens con brilli brilli.
—Vamos a comprar para todos.
—¡Somos una familia! —grita Lisa.
—La siguiente canción os va encantar —susurra Emma.
—Nos encantan todas.
Comienza a sonar <<God Is A Dancer de Tiësto con Mabel>>. Madison y Lisa chillan emocionadas.
—Os lo he avisado —sonríe Emma.
Madison coge la rotonda y sale en la segunda salida, sus amigas bailan la canción y graban.
—Nora me ha contestado a una stories.
—¿Qué dice?
—¡Los exámenes! —grita Emma—. Eso es lo que dice.
—Compramos eso y volvemos.
Las chicas llegan al centro comercial, arrasan con varias tiendas y vuelven al coche cargadas de bolsas, parece que ha sido algo rápido, pero en realidad han estado una hora y media dentro del centro comercial, no solo han comprado los top-crop para todos.
—Hemos perdido el primer examen —murmura Lisa poniéndose las gafas de sol.
—Me suda el coño —dice Madison entre risas.
—¡Dilo! —grita Emma.
—Ya lo recuperaremos.
—Voy a elegir canción —sonríe Lisa.
Comienza a sonar << 7 Rings de Ariana Grande>>
¡Te como todo tía! —grita Madison.
Las amigas empiezan a cantar la canción al unísono, con una pronunciación algo mejorable y sin saber entonar una mierda, pero les da igual, están alegres, juntas y pasando un buen rato.
—Deberíamos hacernos cantantes —bromea Madison.
La joven se detiene ante un semáforo, a su lado un coche de policía, las jóvenes bailan y cantan sin darse cuenta.
—¡Qué suerte que se haya acabado nuestro turno! —grita Mikel.
Las jóvenes se sobresaltan, Madison le baja volumen y actúan con normalidad.
—Me habéis asustado —dice Madison nerviosa.
—¿No estabais de exámenes?
—Qué mejor examen que irte de compras —se ríe Madison.
Darío ahoga una risita. El semáforo se pone en verde.
—Un placer veros, gracias por vuestros servicio agentes —Madison se muerde el labio, se echa a reír y comienza a conducir.
Suena <<Sunglasses de Maltrat>>
Las chicas se miran, se ponen sus gafas de sol, Lisa y Emma graban, cantan la canción, bueno, se la inventa un poco. Sonríen y se divierten bailando la canción.
—Estamos llegando a Linston
—Se acabó lo bueno —musita Emma.
Las jóvenes cogen sus mochilas, sus apuntes, guardan las gafas de sol, bajan del coche y caminan hacia la entrada principal, mientras escuchan <<This Is Me - Alan Walker Relift; de la canción de la película el The Greatest Showman>> en el iPhone de Madison.

Seguro que muchos de sus compañeros pensarán que en la vida hay que ser responsables, algunas veces hay que recordar que también tenemos que vivir, reír y disfrutar, Lisa, Emma y Madison se juegan estos exámenes finales, pero en un futuro; Lisa será una actriz reconocida mundialmente, Emma se convertirá en una escritora con una saga de amor y visibilizando el colectivo LGBTIQ+ y Madison, la rebelde y llamada mala influencia, será una magnífica diseñadora y tendrá su propia marca de ropa.

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