01: ¿Chico problema?

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23 años, 23 años y no puedo llegar temprano ni siquiera a mi trabajo, juró que soy un asco con los horarios.
Mi nombre es Wilhelm, acabo de terminar mi residencia y oficialmente soy Cirujano Cardiotoracico, como ya lo dije antes tengo 23 años, lo sé, lo sé, muy joven para haberme graduado tan rápido, pero digamos que soy algo así como un "Jimmy Neutrón", se me daba muy fácil la escuela así que gracias a eso pude graduarme con honores y mucho antes que mis amigos.

Soy el hijo menor y el desastre de la familia pero bueno ¿Que se le va a hacer?. Es mejor centrarnos en el ahora, esta es mi segunda semana como cirujano oficialmente, las cosas según yo van bien o bueno por lo menos eso creo.

Honestamente no se cuanto corrí pero logré llegar rápido al hospital, cuando estaba registrando mi entrada escuche la voz más irritante de el planeta.

- Wilhelm ¿De nuevo tarde? - Escuche la voz de el doctor August detrás mio -

"Mierda" pensé.

August además de ser mi jefé, es mi primo, el más odioso, molestó, desesperante, pero talentoso doctor que e conocido, igual es un idiota. Desde que tengo memoria August a intentado opacarme a toda costa a pesar de que en cierta parte es mejor que yo por la experiencia, siempre hubo una pizca de envidia de su parte, y claro no podía dejar pasar una ocasión como esta para humillarme o intentar bajar mis ánimos.

-Lo lamento doctor no volverá a suceder - Trate de concentrarme en lo que estaba haciendo pero el seguía ahí, que pesado -

-Solo te recuerdo que la puntualidad es importante, todos aquí sabemos que vienes recomendado de el jefe pero no abuses - Me sonrió tan cínico como siempre y se fue -

No lo soporto un día de estos juro que voy tomarlo por el cuello, ahogarlo hasta que se quede azul y entonces....

-Por cierto Wilhelm hoy tienes un nuevo paciente - Apenas volteo a verme y me dejo el expediente en el escritorio - Que tengas suerte, vas a necesitarla.

Tome el expediente entre mis manos y empecé a leer, Simón, 22 años, insuficiencia cardíaca (En español quiere decir que el corazón no está funcionando correctamente y no bombea la sangre como debe ser). Me da tristeza pensar que gente tan joven tenga que sufrir de estas cosas, nadie merece esto. Mi hermano Erik era muy joven cuando murió por lo mismo, el haber estudiado esto es una manera de tenerlo presente, realmente lo extraño.

Tome el expediente y fui hacia el cuarto de el joven, al entrar lo primero que vi fue una cara de fastidio (Creo que no era bienvenido).
Le sonreí amablemente y el me volteo la cara.
Bien, para variar.

- Así que, ¿Tu vas a ser mi doctor?.

- Si, Simón, mi nombre es Wilhelm - Espere un momento con la esperanza de que fuese un poco cortés, que error - Es un placer conocerte espero podamos llevarnos bien ya que nos veremos muy seguido

- No se emocioné tanto doctor que a mi ya no me queda mucha vida, ni ganas de vivirla - Habló con un tono burlón -

- Simón silencio no digas eso - Lo regaño su mamá dándole un pequeño golpe en el hombro y si honestamente me dio risa pero me tape la boca por que no quería verme poco profesional -

- Tu mamá tiene razón Simón, eres joven y aun tienes mucho por que vivir - Hable dándole una sonrisa sincera pero lo único que recibí fue una mala cara -

- Tu lo dices por que no te estás muriendo como yo - Su tono de voz denotaba enojó -

- Simón ya basta - Habló más fuerte su mamá -

- ¿Me permite un momento a solas con su hijo? - La señora me miró con una sonrisa y me dejó con el chico en la habitación -

- Si vas a sermonearme ni lo intentes, no sirve conmigo - Cruzó los brazos con indiferencia -

- No lo haré Simón, no soy ese tipo de doctor - Sonreí al ver que por fin cambio su semblante - Quiero proponerte algo si me permites

- ¿Una propuesta indecente?, no gracias, no eres mi tipo - Solo reí al escucharlo -

- No Simón, quiero proponerte que seamos amigos en serio y que me dejes mostrarte lo bonito que es vivir - De nuevo puso mala cara y rodo sus ojos - eres muy guapo para que hagas caras, te van a salir arrugas - Lo escuche reír, eso era un avance -

- Bien doctor Wilhelm, pero si no lo logras tendrás que admitir que tenía razón y que perdiste el tiempo conmigo - Me sonrió retador -

- Bien, me gustan los desafíos Simón - Cerramos el trato con un apretón de manos -

- Esto va a ser divertido...

Horas después...

Después de mucho, pero en verdad mucho trabajo, por fin pude darme un tiempo para respirar y comer algo, entre a la cafetería de el hospital y compre lo primero que vi, honestamente no me importó tenía hambre, sólo quería algo comestible.

August estaba sentado en otra mesa, como siempre rodeado de sus "amigos" vaya vida tan patética, siempre ha dependido de la opinión y el criterio de la gente "importante", jamás se sentirá completamente satisfecho con el mismo hasta que esa bola de idiotas diga lo contrario es estúpido.

- ¿Qué tanto gira en esa cabecita tuya Will? - Se sentó a mi lado Felice, mi amiga desde hace años -

Felice es la persona más dulce y protectora que vas a conocer jamás, pero cuidado con tocar a su gente por que va a pelear con uñas y dientes, ella es pediatra y si me lo preguntan es maravillosa, tiene un don natural para los niños, algo que al parecer yo nunca desarrolle.

- Nada Feli, sólo tonterías estoy bien -  Seguí comiendo sin darle mucha importancia a su pregunta -

- Oye escuche que estas atendiendo al chico problema ¿Cómo te fue con el?.

- ¿El chico problema? - La miré extrañado - ¿Hablas de Simón?

- Si el odioso, dicen que se negaron a atenderlo en otros hospitales por su mala actitud, de seguro August te lo dejó sólo para aburrirte.

- Puede ser aunque honestamente sólo creo que está cansado de malos diagnósticos, puede ser la raíz de su mal humor, si lo que quiere August es tirarme esta muy equivocado con esto sólo va a hacer que me aferre más. - Felice me sonrió -

- Te admiro mucho Wilhelm no tienes idea de cuanto en verdad - Sonreí al escucharla -

- Yo también te admiro Felice aguantas tantos niños a diario y lo haces todo con amor y vocación eres increíble - Nos abrazamos un buen rato hasta que Felice soltó una de sus preguntas inoportunas -

- Oye y el odioso ¿Esta guapo? - Soltó una risita traviesa -

Sólo pude reír nervioso, es que ella es muy así, espontánea

- Si la verdad si, digo no es que me haya fijado pero... bueno si, si es muy guapo - Me tape la cara al darme cuenta de lo que dije -

- ¡Huy! a Wilhelm le gusta el malcriado - Me hizo burla como niña pequeña -

- Basta Felice te van a escuchar -  Empecé a reír y August volteo -

- Di la verdad y admite que lo que en verdad te preocupa es que el idiota de August escuche y lo arruine como la última vez -Mi mirada bajo al instante al recordarlo -

- Basta Feli, no es bueno guardar rencores al final es el, el que decidió ser mal amigo y primo, yo no le reprocho nada, no merece que haga corajes por su culpa.

- Tienes razón Will, la mente es para mantenerla ocupada en cosas productivas, no en tontos como el.

La hora de la comida se acabo en cuanto nos llamaron para ir a urgencias aún había más gente por atender, sería un turno largo y cansado.

En esta y un millón de vidas ||Wilmon ♤ Young Royals♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora