07: Pijamada

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Narra Simón

Seguí abrazando a Wilhelm por un buen rato hasta que sentí que por fin estaba más tranquilo, no hice ninguna pregunta, no hable, deje que simplemente se calmara y pudiera hablar conmigo.

No puedo negarlo sentí mi corazón quebrarse al verlo llorar de esa forma, estoy tan acostumbrado a ver a un Wilhelm
rebosante de alegría siempre, es como una máquina de arcoiris gratis, y supongo que me acostumbré tanto que que olvide que el también es humano, que pude romperse, el chico que siempre me levanta el animo ahora estaba con los sentimientos hechos trizas y era mi turno de ayudarlo.

- Es mi mamá - Habló una vez que su llanto paró - Ella me hizo llorar así

- ¿Te dijo algo malo? - Seguí sin apartar mis manos de las suyas -

- No es sólo que... - Dio un largo suspiró - La extraño, hace mucho que no tenemos una relación, ya sabes de madre e hijo, aveces siento que me desprecia, siempre prefiere su trabajo antes que pasar tiempo conmigo, últimamente me siento tan solo, es una casa enorme y estoy sólo yo, estoy harto

- Se que aveces la soledad puede ser abrumadora Wilhelm, y también entiendo que te haga falta tu mamá, yo no se que haría sin la mía, pero aquí estoy y mientras yo siga aquí nunca estarás sólo, soy tu amigo puedes llamar cuando lo necesites, puedes venir si así lo quieres -Estaba a punto de llorar otra vez así que volví a tomar su rostro - Ya no estás sólo, y ya no volverás a estarlo

Sin pensarlo mucho lo abrace, lo abrace con fuerza mientras el lloraba en mi hombro.
Quien diría que Wilhelm, ese chico empalagosamente alegré cargaba tanto dolor en el alma, pasa tanto tiempo tratando de complacer a todos y reparar todo que se olvidó de lo más importante por reparar, el mismo.

Aveces quedan pequeños trocitos de corazón en el camino pero es posible tomarlos y pegarlos de nuevo.

- Puedes quedarte está noche si así lo quieres, el cuarto de huéspedes es muy cómodo y podemos hacer un pijamada.

De nuevo estaba sonriendo, quería verlo sonreír así siempre.

- ¿En verdad puedo?

- Claro que si, oye no voy a dejar que regreses a tu casa para volver a estar solo, está casa, es tu casa esta y todas las noches que necesites o que no quieras estar solo, te voy a prestar algo para que te cambies y le diré a Sara que preparé palomitas y ponga una buena película ¿Qué dices?

- Esta bien -Sonrei victorioso- Me quedo pero sólo está noche, me da pena estar dando lata

- Wilhelm eres mi amigo, no molestas, y eres especial para mi...

Narra Wilhelm

Ambos nos quedamos en silencio por lo último que dijo Simón, cuando cayó en cuenta carraspeo nervioso y se levantó a buscar algo entre su ropa.

- Tal vez esto te quedé, es mía pero a mi me queda algo grande - Me entrego una pijama- Voy allá afuera con Sara, puedes cambiarte tranquilo y dejar tu ropa en esa silla -Salió de el cuarto dandome privacidad y rapidamente me puse la pijama-

Tenía razón si me quedo bien, salí con el y con Sara y ambos parecían estarse molestando, me quedé en el marco de la puerta viéndolos tener su pequeña discusión.

- Tu eres más mensa

- Claro que no tu lo eres

- Cállate

En esta y un millón de vidas ||Wilmon ♤ Young Royals♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora