En esta y un millón de vidas ||Wilmon ♤ Young Royals♤

05: Lo ganare para ti

Narra Wilhelm

Todo estaba saliendo tan bien, estuvimos dando vueltas por la feria subiendo a uno y otro juego, comiendo lo que se nos antojaba y hablando de muchas cosas, si alguien me hubiese dicho hace unos días que esto iba a pasar no le creería en absoluto, después de todo, si fue el mejor día libre de el mundo.
Seguiamos caminando por la feria cuando vi a Simón acercarse a un puesto y tomar un peluche de perry el ornitorrinco.

- ¿Cuánto cuesta esto? - Le preguntó al señor que atendía -

- No se vende, debes ganarlo en el juego de dardos amigo - Habló señalando el juego de globos detrás de el -

Simón puso cara triste y dejó el peluche.

- Bueno gracias... - Se alejó un poco de el puesto -

- ¿Qué paso?, ¿No vas a participar? - Traté de animarlo -

- Lo haría pero no soy muy bueno y seguro terminaré perdiendo, no importa - Lo vi poner cara triste, tenía que hacer algo -

- No pongas esa cara ven - Lo tomé de la mano y regresamos al puesto- ¿Cuantos puntos necesito para ganar el peluche?

- Revienta 5 globos y el peluche es tuyo - Simón me jaló tratando de alejarnos pero yo no me iba a ir sin por lo menos inténtalo -

- Dame 5 tiros - El señor me dio los dardos y me preparé -

Ni siquiera yo se como lo hice, lance uno por uno los dardos sin fallar y revente justo los cinco globos, cuando vi a Simón estaba incrédulo.

- Felicidades aquí está su premio -Nos entregó el peluche y Simón me miró emocionado-

- ¡Gracias, gracias! - Se lanzó a darme un abrazo y por un momento no supe como reaccionar pero sólo lo abracé de vuelta -

- No tienes que agradecer no iba a permitir que te quedarás triste - Se alejó de el abrazo apenado -

- Deberíamos ir a un juego antes de irnos.

- Pues podemos subir a el carrusel -Lo escuche reírse-

- El carrusel es para niños - Fingí estar indignado -

- Claro que no, también se suben los adultos respetables - Empezó a reír aún más -

- Esta bien, esta bien, vamos pero si la gente nos mira feo será tu culpa.

- No pienses tanto en lo que dirá la gente sólo diviértete hace bien.

Nos subimos a el dichoso juego y me la pase haciendo reír a Simón, para demostrarle que nunca eres demasiado grande para divertirte, cuando bajamos podía ver en sus ojos que estaba algo agotado.

- Ya te ves muy cansado, ¿Quieres que te lleve a tu casa?.

- ¿Podrías hacerlo? Creí que estaba bien pero últimamente me canso mucho y me quedo dormido en cualquier lugar.

- Mañana vemos que hacer en consulta, seguro es algún medicamento, por mientras vamos a tu casa para que descanses.

Simón me dio la dirección y en menos de lo que pensé se había quedado dormido, durante el camino lo acomode varias ocasiones, pues estaba tan dormido que prácticamente se dejaba caer y me preocupaba que se lastimara, pensé que despertaria cuando llegáramos pero no, en verdad estaba cansado, trate de despertarlo pero no lo logre.