En esta y un millón de vidas ||Wilmon ♤ Young Royals♤

23: No tienes derecho

Narra Wilhelm

Salí de casa de Simón con un ligero nudo en la garganta abrace por última vez a mi novio y tome el sobre lleno de ese sucio dinero.

Al llegar, para mi sorpresa, mi madre parecía estar esperándome sentada en el sillón de la sala. En cuanto me vio se levantó con emoción a recibirme.

- Mi niño, mi Wilhelm, llegaste mi cielo - Intentó abrazarme -

Antes de que pudiera hacerlo le lancé el sobre con el dinero a sus pies.

- Cielo ¿Qué es esto? - Levantó el sobre y lo miró como si no tuviera idea -

- Es tu sucio dinero, el que pensabas darle a mi novio para que se alejara de mi - Intente resistir las lágrimas a toda costa - Esperaba más de ti mamá.

- Así que ese muchachito ya te contó lo que a el le convenía, claro era obvio va a hacer de todo por que no te alejes, abre los ojos hijo ese tipo de gente sólo quiere tu dinero - Trato de fingir preocupación en su cara y sólo me hizo enojar más - De una vez te digo Wilhelm esa relación no te beneficia, me da igual si es hombre o mujer, lo único importante es que sea alguien de tu estatus, y ese niño no lo es.

- ¡¿Y tu que sabes sobre lo que me conviene o no?! - Grité - Hace mucho que no tienes una mínima idea de lo que pasa en esta casa, ni conmigo, ser hipócrita no es bueno mamá.

- ¡A mi no me levantes la voz Wilhelm! - También gritó enojada - Sólo quiero tu bien, a mi siempre me vas a preocupar eres mi hijo.

- Si mamá soy tu hijo, pero no soy Erik - Hubo un momento de silencio y su semblante cambió por completo, estaba asustada incluso dolida - Desde que murió parece que el fuese tu único hijo, sólo el necesitaba tu atención por que yo puedo pasar semanas sólo, aprendí a cocinar sólo, aprendí a hacer mis tareas sólo, incluso estuve sólo el maldito día de mi graduación, ¡Estoy harto!.

Me miro con los ojos llorosos y agachó la cabeza sin poder contestar por unos segundos.

- Yo también perdí a mi hermano, yo también le lloré y yo también lo extrañe y a pesar de todo busque apoyarte y fui comprensivo mamá, pero ¿Quien se acuerda de mi? - Mis ojos se llenaron de lágrimas sin poder evitarlo - ¿Quien me cuida a mi?.

De la nada la habitación se sintió pequeña, otra vez yo tenía 15 años y hablar con mi mamá se sentía como hablarle a la nada, todos los momentos de soledad invadieron mi cuerpo y un escalofrío me recorrió.

"Erik debería estar aquí"

"Mamá ya no me quiere"

"Me siento tan solo"

"Yo debí morir"

"Quiero morir"

Lo que en algún punto dolió volvió como una soga que no aguanta más el peso y empieza a ceder con lentitud, y esto había terminado con esa cuerda.

- Todo aquello por lo que he llorado, la soledad que me abrumo durante tanto tiempo, desapareció cuando Simón llegó a mi vida y ahora cuando llegó a mi lo único bueno que me a pasado después de tanto, ¿planeas quitarmelo? - Reí de forma irónica - Definitivamente se te nota tu amor hacia mí.