Capitulo 14

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Itachi nos trajo a casa, llame a Menma para que subiera a Ino a su habitación y cuando llegue a mi cuarto me deje caer en la cama observando la lámpara. Recuerdo la conversación que tuve con Itachi mientras volvíamos a casa.

- ¿Por qué terminaron mi hermano y tú?

- ¿No sabes?

Él sonríe de medio lado.

- Debes amarte mucho para pensar que todos hablan de ti.

Lo que dijo en vez de causarme enojo me brindo algo de alivio.

- Me fui hace dos años, sin decirle a Sasuke.

- ¿Por qué no regresas con él?

- ¡Estas loco! Él sale con Ino.

- Si quieres algo solo deberías tomarlo. La vida es muy corta para vivir de arrepentimientos.

Bajo más la temperatura del aire acondicionado y me meto bajo las sábanas. Si la vida fuera así de fácil como Itachi piensa, no existirían tantos corazones rotos. Cierro mis párpados, y recuerdo la última vez que hablé con Sasuke.

- ¿Por qué dices eso?

- No sé abandona a quien se ama, es algo que solías decirme antes.

Mi estómago dio vueltas, revoloteo y algo quizá ascender por mi esófago. ¿Puedo decirle la verdad? Acabar con la tontería de los mensajes y la incertidumbre por no saber cuando volverá a joderme.

- Esa casa ya no era mi hogar, Sasuke. Sabes que culpó a Kushina de la muerte de mi padre.

- Te fuiste, Sakura -su mandíbula esta tensa-. No sabes lo duro que fue perderte.-Sus palabras dolieron, mis ojos se llenaron de lágrimas- ¡Oh maldición! No llores, Sakura.

Limpie las lágrimas con mis manos, el auto se detuvo en el estacionamiento del teatro.

- Lo lamento tanto, Sasuke.

- Yo más, Sakura.

Desbloqueo el seguro y salí de su auto con gotas de agua salada pegadas a mis mejillas y otras siendo arrojadas con intensidad.

..........

Mis pasos son lentos pero seguros, mi corazón late apresurado, mis dedos tiemblan y sudan. Voy en dirección a la psicóloga después de que Tayuya una de las locas obsesionada con Sasuke me arrojará su bebida en la cafetería. Sin decir ni una palabra, como si la hubieran retado a un cruel acto que ella no dudo en aceptar. Los hielos de su jugo golpearon mi cabeza e incluso pude apreciar el sabor a mora de su batido. Quise detenerme, en realidad fue algo que hice, Temari y Naruto se encontraban conmigo, ella se levantó a enfrentarla y él se apresuró en darme una servilleta. Una de las amigas de Tayuya sostenía el celular grabando la situación. De repente sin poder evitarlo mi cuerpo dejó el asiento, y teniendo presente como un eco las palabras de Itachi: "La vida es muy corta para vivir de arrepentimientos", me plante frente a ella.

- No te vuelvas a meter conmigo, Tayuya.

Sentí el golpe de mis nudillos en su cara, su cartílago siendo aplastado por mi puño y dolió. Ella quiso abalanzarse contra mí y el rubio me protegió detrás de su espalda.

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