Capítulo 21

499 93 39
                                    


La mesera vuelve a acercarse a mí ofreciéndome por cuarta vez un vaso de licor y continuo rechazandolo, el rubio está en la pista de baile bailando con dos mujeres de curvas pronunciadas, Sasuke dijo que vendría pronto, espero pueda convencer a Naruto de irnos a casa. No he intentando acercarme a él después de que lo vi salir de un pasillo con aquel chico que antes se interpuso en mi camino pasando su brazo encima de su hombro.

Quiero ir a casa —Digo en mi cabeza, pero no tengo un hogar.

Mi celular suena y me apresuró en responder, es Sasuke.

— ¿Donde estás?

— Arriba —me acerco a la baranda para ver el pasillo que viene desde la entrada principal, lo veo, lleva un largo abrigo abierto de color negro que cae más abajo de sus rodillas y debajo una camiseta ploma, el pantalón con muchos bolsillos tiene el mismo color que el abrigo, varias mujeres fijaron sus ojos en él. Sasuke es atractivo, y ha llamado la atención de cualquiera por su físico desde que lo conozco. Sus ojos negros hacen contacto con los míos, lo saludo con la mano y guarda su celular en el bolsillo de su abrigo.

Veo a Naruto, él continúa bebiendo sin inmutarse mientras baila y sonríe con aquellas mujeres. Mostrándome una personalidad que nunca antes había visto en él. Jamás me había dejado de lado antes de que me fuera de sus vidas, ni siquiera cuando Hinata se encontraba con nosotros, ahora pasa de mí por completo, y me pregunto si aún recuerda que venimos juntos.

Sasuke llegó hasta mi, se sentó en el sofá a mi lado sin tocarme recargandose por completo. Se ve tranquilo, inmutable e indiferente, su cercanía me pone algo nerviosa.

Quizás sienta lo mismo que tú, no soy tan sentimental, lo sabes.

Los recuerdos golpean mi cabeza y mi vista se dirige a su mano que se encuentra encima de la mesa, los dedos que alguna vez se fundieron con los míos.

— Gracias por venir.

— ¿Por qué vinieron? —Él me interroga, pensé en una excusa mientras lo esperaba y nada me parece realmente creíble.

— Naruto quiso que lo acompañe, no sabía que aquí trabajaba el vendedor.

— Es diferente a como lo conocías ¿No?

Afirme con la cabeza, ¿Cómo es que terminó siendo un adicto? Tal vez la culpa por lo que hizo, quizás no soporto el fingir que traicionó a Sasuke. La última vez me habló un poco más, pero solo de lo que pasó en la clínica, más no de como se originó todo y ruego, ruego que no sea por lo que sucedió aquella noche.

— Lo desconozco —mencioné mirándolo en la pista de baile.

— Es bueno manipulando, un comportamiento repulsivo que desarrollo a la par de sus vicios. Es entendible como  termino arrastrandote aquí.

Lo que dice me sorprende.

¿Manipulador?

No pensare ahora en eso, necesitamos llevarlo a casa.

— No volverá a pasar —lo digo con el afán de que se convierta en una realidad.

— ¿Sabes si Kushina esta en casa? Supongo que me llamaste por que no quieres que ellos se enteren.

— No tengo idea. Hablaré con Kushina después, convencerla de que quizás la clínica no sea lo mejor para él. Pregúntale a Ino.

— Tiene el celular apagado desde la tarde.

No puedo evitar morderme la parte interna de mis mejillas al pensar que sigue con Itachi, debe ser la razón para no responder la llamada.

— Puedes llevar a Naruto a tu casa.

¿Quién eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora