Capítulo 2: ¿Quien soy ahora?

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Recuerdo los días felices, casi difusos, deslizándose como si fueran polvo entre mis manos.

Yo lo tenia todo y lo perdí.

- ¿Leíste mi carta?

Los latidos de mi corazón golpeteando con fuerza en mi pecho una y otra vez, y esa cantidad abrumante de mariposas voleteando en mi abdomen.

Él estaba frente a , imperturbable como siempre. La carta era sencilla, y me convertía en una cobarde por no ser capaz de confesar mis sentimientos directamente.

-- Si.

A veces odiaba sus respuestas sencillas, quería que dijera más.

Deseaba escuchar su respuesta.

-- ¿Si?

La interrogación floto en el aire.

-- Me gusta que seas mi molestia.

Fue cuando aquella sonrisa ligera surco sus labios y envolví mis brazos a su alrededor, mi oreja unida a su tórax sintiendo los latidos apresurados de su corazón.

Me observo en el espejo, mi larga cabellera ahora se reduce a un cabello que no llega ni siquiera a mis hombros. Cierro mis párpados mientras mis manos se sujetan con fuerza en el lavamanos.

- Sasuke. Para, aún no me siento lista.

- Claro -su tórax se separo del mio y sus besos en mi cuello se detuvieron-. Lo siento, Sakura.

- Solo necesito un poco más de tiempo.

- No haré nada que tu no quieras. Lo sabes.

Ligeros golpes en la puerta fueron escuchados y abrí el seguro.

- Vamos a la piscina. ¿Vienen?

Naruto nos sonreía y observe a Sasuke esperando su respuesta.

- Claro, perdedor.

- Joder, Sasuke. Que no soy un perdedor.

Estoy bebiendo el jugo en el comedor  cuando escucho sus voces, veo mi piel, blanca, con unos cuantos lunares en mis brazos. Respiro profundo.

- Sakura.

Giro mi cabeza hacia la derecha y las veo, tal y como las recordaba. Me levanto de inmediato e inclino mi cabeza ante Kushina. Aquella mujer de larga cabellera roja, con el cuerpo de una adolescente, abdomen plano, cintura pequeña, y muy joven para la edad que tiene.

- Gracias por recibirme en casa.

Ella se inclina pronto y después nuestros ojos se encuentran.

-- No te vayas, Papá. Kushina haz algo, por favor.

-- Todos estamos muy felices de que estés con nosotros. Para mi siempre serás mi familia.

Los brazos delgados de Ino me rodean, son los mismos brazos que ahora tocan a Sasuke. Correspondo, mis manos en su espalda, y no puedo sentir nada. 

¿Quién eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora