Recuerdo los días felices, casi difusos, deslizándose como si fueran polvo entre mis manos.Yo lo tenia todo y lo perdí.
- ¿Leíste mi carta?
Los latidos de mi corazón golpeteando con fuerza en mi pecho una y otra vez, y esa cantidad abrumante de mariposas voleteando en mi abdomen.
Él estaba frente a mí, imperturbable como siempre. La carta era sencilla, y me convertía en una cobarde por no ser capaz de confesar mis sentimientos directamente.
-- Si.
A veces odiaba sus respuestas sencillas, quería que dijera más.
Deseaba escuchar su respuesta.
-- ¿Si?
La interrogación floto en el aire.
-- Me gusta que seas mi molestia.
Fue cuando aquella sonrisa ligera surco sus labios y envolví mis brazos a su alrededor, mi oreja unida a su tórax sintiendo los latidos apresurados de su corazón.
Me observo en el espejo, mi larga cabellera ahora se reduce a un cabello que no llega ni siquiera a mis hombros. Cierro mis párpados mientras mis manos se sujetan con fuerza en el lavamanos.
- Sasuke. Para, aún no me siento lista.
- Claro -su tórax se separo del mio y sus besos en mi cuello se detuvieron-. Lo siento, Sakura.
- Solo necesito un poco más de tiempo.
- No haré nada que tu no quieras. Lo sabes.
Ligeros golpes en la puerta fueron escuchados y abrí el seguro.
- Vamos a la piscina. ¿Vienen?
Naruto nos sonreía y observe a Sasuke esperando su respuesta.
- Claro, perdedor.
- Joder, Sasuke. Que no soy un perdedor.
Estoy bebiendo el jugo en el comedor cuando escucho sus voces, veo mi piel, blanca, con unos cuantos lunares en mis brazos. Respiro profundo.
- Sakura.
Giro mi cabeza hacia la derecha y las veo, tal y como las recordaba. Me levanto de inmediato e inclino mi cabeza ante Kushina. Aquella mujer de larga cabellera roja, con el cuerpo de una adolescente, abdomen plano, cintura pequeña, y muy joven para la edad que tiene.
- Gracias por recibirme en casa.
Ella se inclina pronto y después nuestros ojos se encuentran.
-- No te vayas, Papá. Kushina haz algo, por favor.
-- Todos estamos muy felices de que estés con nosotros. Para mi siempre serás mi familia.
Los brazos delgados de Ino me rodean, son los mismos brazos que ahora tocan a Sasuke. Correspondo, mis manos en su espalda, y no puedo sentir nada.
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¿Quién eres?
FanficA veces el amor se convierte en tu enemigo y la esperanza en tu verdugo. ¿Quién eres?