Capítulo 15

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Sus labios cubrieron los míos, un beso suave que termine correspondiendo, y de alguna forma siento algo de alivio que mi confesión fuera silenciada con sus labios cayendo sobre los míos. Aún siento mis mejillas mojadas, pero las lágrimas han dejado de derramarse. Correspondo a su lengua envolviendose con la mía, a su tórax presionandose contra mis pechos y doy un respingo cuando su mano se abre paso bajo la camiseta que me prestó. Sus dedos deslizándose en mis pechos lo suficiente pequeños para caber en la curvatura de su mano. Besa mi cuello y sé que si quiero parar debo hacerlo ahora, no quiero terminar como aquella vez que nos detuvimos gracias a Menma.

- Para -Apenas y consegui susurrar.

Mi cuerpo es débil, como papel dejándose llevar por un viento fuerte. Sujeta mi mentón y sus ojos me observan fijo, su expresión es distinta, como si de verdad le gustará estar conmigo. Y es como si con su mirada me dijera "Si quieres algo solo tomalo". Sin embargo se levantó de encima de mí y lo vi perderse en dirección al cuarto de baño.

Esto es una pesadilla, debería irme, sin embargo, siento que no tengo energías para moverme. Solo quiero seguir aquí, no dar explicaciones, no pensar en lo que le hice a Tayuya, y en lo que pasó con Naruto.

Adormilada veo a Itachi salir del cuarto de baño, cubierto con la toalla desde su cintura. Sus músculos están más trabajados que los de Naruto o Sasuke y su v del abdomen bajo esta muy marcada.

- Lamento lo de hace un rato.

Me reincorpore de la cama hasta sentarme cubierta con las sábanas. Las gotas de agua aún no dejan de caer empañanado las puertas de vidrio del balcón.

- Está bien. ¿Quieres que me vaya? -pregunte con un nudo en la garganta presionando con fuerza.

- Quédate. Trabajaré un rato -señaló su escritorio- Después pediré que nos suban la comida.

Afirme con la cabeza y me recosté para esconder mi cuerpo en las sábanas, las lágrimas nuevamente brotan.

La televisión está encendida y las luces principales apagadas, desde la cama puedo ver la película que él esta viendo: "Alien, el octavo pasajero" no soy fanática del cine, pero la película poco a poco empieza a resultar más interesante. Observo mi celular tengo varias llamadas perdidas de Naruto, Menma e Ino, son cerca de las once de la noche y dormí casi toda la tarde por eso ahora no tengo sueño. Itachi está recostado en el sofá ya cubierto con sus cobijas. No hemos hablado, y de alguna forma le agradezco por eso. Aunque quisiera que pueda volver a abrazarme como lo hizo cuando le conté lo que pasó con Tayuya, su cuerpo reconfortando el mio alivio un poco el llanto y la sensación de vacío en mi alma.

Le saque la batería al celular, no quiero lidiar con alguien más que yo misma.

Cuando la película finaliza me levante a ducharme, en puntillas camine hacia Itachi para evitar despertarlo y efectivamente se encuentra con los párpados cerrados y una respiración pausada. Quizás sería mejor apagar el televisor, sin embargo, no encuentro el control remoto y la parte dos ha empezado a reproducirse. Corri al cuarto de baño y me metí bajo el agua con prontitud, me lavo el cuerpo con toda la rapidez posible, carajos, aún me falta lavarme los dientes, no quiero perderme mucho de la película.

......

- Sakura -Observó a Itachi mirarme fijo desde los pies de la cama.

- ¿Qué pasa? -interrogó adormilada.

- Voy a pedir que suban el almuerzo.

Me siento en la cama y poco a poco el vacío en mi vida por todo lo que me agobia se sitúa en medio de mi pecho.

- ¿Almuerzo?

- No sé a qué hora dormiste ayer. Terminaste toda las películas de Alien, supongo.

- ¡Oh! Si, ya me acuerdo. Iré a ducharme. Ya debería ir a casa.

Recuerdo que en la última película varias gotas de agua salada descendieron por mis mejillas, incluso llegué a sentir que hasta Ripley, la protagonista, sintió pena por la muerte de su hijo a pesar de ser un Alien. Mi madre en cambio me abandonó cuando era una niña, y no ha intentado contactarse conmigo. Ni siquiera recuerdo su rostro, pero la veo como en las películas, alguien ofreciéndome galletas mientras sonríe con calidez.

Cuando paso cerca de Itachi, él sujeta mi mano y me da un jalón que me coloca frente a él.

- Te respeto un poco por que eres la ex de mi hermano -Sonríe de medio lado asombrandome un poco- No deberías tentar al diablo.

Sus dedos dejaron mi brazo y me aleje de él en dirección al cuarto de baño. Sé a que se refiere, sin embargo no me siento tan hermosa como para ser deseada por él, y aunque quisiera dejar que mi cuerpo baile nuevamente entre sus brazos, él es el hermano de Sasuke y lo correcto sería ducharme y marcharme.

..........

Me encuentro en la silla de su balcón a su lado, ya con mi uniforme puesto permitiendo que el viento nos golpee de lleno en el rostro, nuevamente gotas de agua caen con lentitud, los días lluviosos han empezado. Él mantiene fija la vista en el horizonte y de vez en cuando le doy un vistazo a su perfil, es extraño sentirme a gusto y tranquila con él, sentir que de alguna forma he podido escapar y olvidar a Kushina, Naruto y todos los demás.

- Vamos, te dejare en casa.

No es mi casa -quiero decir.

¿Puedo quedarme un poco más? -Quiero preguntar.

Observo el reloj, ya debería estar en casa, la salida del instituto fue hace más de una hora, Itachi me dijo que podíamos salir al balcón con tranquilidad ya que Sasuke iría a casa de Ino. Deben estar preocupados por mí, y aunque no lo merezco, ellos se comportan bien conmigo.

- Puedo ir en taxi -respondo regalándole una sonrisa- Has hecho mucho por mi permitiendo que me quede aquí.

- Tengo que salir. Puedo dejarte cerca.

- Está bien.

.....

Cuando me coloque el cinturón de seguridad sin esperarlo él se inclino y sus labios se posaron sobre los míos, cerre los párpados por puro instinto, y poco a poco él profundizó el beso. Su lengua danzando con la mía me está quitando la respiración, y el recuerdo del placer que me ocasionó aquella noche después de que regreso a Konoha me golpea causando que mi cuerpo ansie derretirse en sus brazos.

Se aleja dejando una sensación de vacío en mi pecho, sé que debo reclamar por lo que hizo, pero su mirada a escasos centímetros de mi rostro me lo impiden.

- Puedes venir a mí cuando quieras, Sakura.

No tengo nada.

Todo lo perdi poco a poco ¿Acaso lo merezco?

Colocó mis dedos y los deslizó con cuidado sobre su frente, es suave.

- No podemos -susurre, él se aleja y conduce sus manos al volante.

- Puedes hacer lo que tú quieras, Sakura.

Pone en marcha el vehículo, y sus palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza, no puedo regresar al pasado y salvar a mi padre, o vigilar que mi abuela tome su medicación, tampoco puedo volver al pasado y borrar aquella noche con Naruto de mi vida. No puedo hacer lo que deseo.

El gran portón negro es abierto por los guardias y es cuando siento que mi corazón quiere ser arrojado desde mi boca como si su ubicación estuviera en el estómago, sin verme puedo saber que mi rostro palidece; el aire ingresa con dificultad en mis pulmones. Es el auto de Sasuke, y la moto de Menma, ese par de ojos observando fijo en nuestra dirección.

......

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