¿Quién eres?

Capitulo 36

Sentada en el asiento de copiloto en el auto de Sasuke cuando el semáforo cambia a rojo la incomodidad se adueña de mi cuerpo a pesar de que ninguno de los dos nos estamos mirando. Después de aquel beso lo saque de la habitación y termine llorando dentro de la bañera por aquella mujer que me engendró. Itachi llego algunas horas después, ingresó a la habitación ebrio y se tiro en la cama para quedarse dormido. Cuando desperté él seguía descansando y tenía un mensaje en mi celular de Sasuke diciendo que iría a ver a Naruto.

- Tienes los párpados hinchados.

- Alergia -mentí con una rapidez de la que me asombre de inmediato.

- Tú no sufres de alergias, Sakura ¿Es por lo que paso ayer entre nosotros?

- No -Dije mirando la cantidad de autos en la autopista de regreso- Pero te agradecería si no vuelves a besarme.

- ¿Cuál es tú relación con mi hermano? -Su pregunta me sorprendió así que termine observando sus ojos negros que abandonaron la vía por escasos segundos.

- No lo sé -respondi arrepentida por mi sinceridad, y sintiéndome una puta.

- Ya no estoy con Ino.

No sé hacia dónde desea llevar la conversación, la última vez que se vieron en el hospital ambos se ignoraron así que imagino que debe estar diciendo la verdad.

- No sé lo que tengo con Itachi, pero eso no significa que tú y yo podemos tener algo.

- ¿Por qué?

-Porque estoy con él.

- Sé que te gustó, Sakura.

Su afirmación me desconcierta ¿Por qué esta siendo tan directo? ¿Qué es lo que busca? No creo que él sea capaz de aceptar con tanta facilidad mi traición con Naruto, no puedo evitar desconfiar de él. Sus acciones de antes y las de ahora me causan angustia. Él me gusta, es algo que no puedo negar, yo lo ame, sin embargo, yo me encargue de empañar ese amor puro y sincero que alguna vez tuvimos.

- ¿Por qué le haces esto a Itachi?

- Tú mismo lo dijiste, no sabes que clase de relación tienen.

***

Siguiendo a Menma por el pasillo de la mansión en dirección a la nueva habitación de Naruto que se encuentra en la planta baja mi corazón no deja de latir apresurado, mis manos se sienten heladas.

Menma me hablo del estado de Naruto, aún así verlo en la silla de ruedas, ojerudo y delgado, hizo que me costará no parecer sorprendida y abatida, aquellos ojos azules hacen contacto con los míos por primera vez desde que despertó, ya que los médicos impedía que vea a sus amistades para no entorpecer su recuperación.

- Naruto -Dije acercándome a él, su silla de ruedas está cerca del balcón.

La culpa me invadió, mis acciones lo condujeron a esto, aunque el principal culpable es aquel desconocido y sus asquerosos mensajes, al que odio y no dejo de aborrecer con demasía por lo que nos sigue haciendo.

- Sakura -Él me dedica una sonrisa ligera y envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo delgado, una de sus manos tiembla cuando intenta corresponder a mi abrazo- Sasuke- Menciona, no vi el rostro del pelinegro, no sé que expresión tiene al verlo así, sigo abrazando al rubio, agradecida por que se encuentre mejor. Falta mucho para su recuperación, pero pudimos perderle y pensar en eso hace que un horroroso nudo atasque mi garganta.

- Perdón por lo de la última vez, Naruto. No debí tratarte así, lo lamento tanto, no sabes cuanto lo lamento.

No me importo que Sasuke y Menma escucharan, seguro ya sabían los rumores, aquel beso que me dio después del juego y mi reacción.