Capítulo 20

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Abrazo mis rodillas en la bañera, cierro mis párpados y dejo caer mi mejilla encima de las mismas. La sensación de sus manos aferrándose con fuerza a las mías se hace palpable, recuerdo el beso de Itachi y su lengua invadiendo mi cavidad.

Está mal -Me repito en mi cabeza.

- Sé que me amas, esperare a que estés lista.

Quizás debió embriagarme y habría vencido la vergüenza y abierto las piernas para él, o quizás debió drogarse y tomarme como lo hizo Naruto. ¿Qué estoy diciendo? Desde mi primera vez con el rubio, cuando lo volví a ver debo admitir que mi cuerpo reaccionaba ante su presencia, recordando con culpa algo que consiguió darme placer. Y lo que pasó la última vez, sigue en mi cabeza, dando vueltas y vueltas. Cuestionando como sería estar con una persona de forma voluntaria, sin alcohol o drogas de por medio.

Salgo en toalla del cuarto de baño y antes de ir al armario para colocarme algo de ropa verifico que la puerta este cerrada, es cuando escucho ligeros golpes en la entrada ¿Itachi?

- Soy Naruto, Sakura.

Ya ha pasado algunas horas desde que vi a Itachi en el jardín, no creo que aún se encuentre en casa, y no puedo evitar sentirme triste, él es mi aliado, Ino tiene a Sasuke, Itachi no necesitaba colarse en mi habitación como me lo dijo, solo bastaba con despedirse. Hay una sensación irracional de enojo por lo que hizo acumulada en mi interior.

- ¿Qué sucede? -Interrogue alejándome de la puerta sin abrirla, pero lo suficiente alto para que pueda escucharme.

- Te espero en mi habitación, quiero hablar contigo.

Mi único abrigo cuello de tortuga que me queda limpio lo utilizaré para mañana el instituto, recuerdo que tenia un vestido cuello de tortuga y mangas largas color negro de cierre. Lo encuentro guindado en uno de los sujetadores y me lo coloco sintiendo que me queda algo flojo. Tengo que llevar mi ropa al cuarto de aseo. Me siento frente al espejo y el calor de la secadora golpea mi cabello. Me parezco a esa mujer, el mismo color de ojos, ella tiene una cabellera larga, la mía es corta. ¿Por qué sonríe en aquella foto? ¿Le gusta lo que hace? Siento náuseas al pensar que pudo abandonarnos para llevar una vida como prostituta, o quizás mi padre la conoció en ese lugar ¿Por qué no me ha buscado? ¿De verdad no significó nada para ella? Hasta los animales cuidan a sus crías. Quizás no sabe que papá y la abuela murieron. Tal vez piensa que soy una adolescente cuya única preocupación es ir a una buena universidad.

Mi secreto con Naruto me lo he tragado en el fondo de mi alma y he sido incapaz de mencionarlo en voz alta. Tuve un par de amigas mientras estudiaba en el pueblo de mi abuela. Solíamos estudiar juntas, me preocupaba mucho por que mis notas sean las mejores, la abuela siempre sonreía cuando los tutores la felicitaban. Sin embargo, en lo único que pienso es que todos esos días que llegue tarde a casa o me levante muy temprano para ir a estudiar, fue tiempo perdido que debí aprovechar con ella.

La imagen que veo en el espejo es algo deformado de lo que alguna vez fui, las ojeras no se van, mis labios están resecos. ¿Tampoco significó nada para Itachi? Él antes venía a casa por ella. Eran buenos amigos después de todo.

Salgo de la habitación y observó hacia la derecha, la puerta de Naruto está a algunos metros de distancia, aún así llego a las escaleras y comienzo a subir, en el tercer piso queda la alcoba de Kushina, pensar en eso hace que retroceda. No puedo llegar a la habitación de Ino, no sin recordar el rostro de mi padre lleno de decepción.

Bajo las escaleras, quizás estén en el salón, solían reunirse a ver películas, incluso la última vez los escuche conversando ahí. Mi celular en el bolsillo de mi falda esta vibrando, es Naruto. Llegue a la planta baja y efectivamente escucho la voz grave de Itachi provenir del salón.

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