Capítulo 8

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Me gustaría decir que la distancia creo una conexión idealista con Sasuke, en vez de eso mi fascinación surgió en lo que Naruto me había mostrado. Las primeras noches tenía sueños bastante vívidos acerca de lo que sucedió entre nosotros, después todo se desformo, algunas veces era Sasuke quien me acompañaba en mis sueños y en otras ocasiones eran ambos. Y con esos sueños en los que mi cuerpo se derretía en sensaciones nuevas llegaba el sentimiento de culpa.

》Embriaga a Naruto en casa de Hinata《

Mi madre nos abandono a mi padre y a mí, y lo que recuerdo de ella son flash repentinos que llegan a mis pensamientos cuando veo a un niño en el parque sonriéndo a su madre, en mi mente veo el rostro difuso de la mujer que me engendro diciéndome algo mientras lágrimas surcan sus mejillas.

¿Qué quería decirme?

¿Te amo?

¿Volveré por ti?

¿Te odio?

La realidad es que perdí aquella vida donde no tenía pensamientos repentinos acusarme en mi cabeza, en vez de eso solía sonreír mientras veía a Sasuke, o soñar despierta cuando sujetaba su mano, reía viendo películas con Ino, y solía molestar a Menma por ser el más diferente de los que vivíamos en casa.

Puedo elegir acabar con todo esto, decir la verdad y convertirme en la escoria que soy por el error que cometí, pero mi error arrastra a una persona que quizás es inocente. Yo lo invite a beber, yo le pedí que no me dejara sola, yo lo besé.

Yo estaba ebria, y él también.

¿Quién se esconde detrás de los mensajes?

¿Ino? ¿Menma?

Es alguien cercano que sabe lo que hacemos, un círculo cerrado del que quizás ya pueda excluir a Kushina. Si me piden que embriague a Naruto el de los mensajes tiene que ser alguien que acuda a la reunión de hoy, si no, de que forma puede comprobar su estado; ese día no había alguien en casa, o quizás si. Tal vez Naruto habló. Si él lo hizo debería ser responsable de sus actos y quizás podamos confesar la verdad.

Cuando el rubio se dirigió a la cocina y la peliazul lo siguió, termine yendo detrás de ellos. Ino está sentada en el borde de la piscina parece muy inmiscuida en su conversación con Sasuke por el celular. Me quede detrás del pilar cuando vi que Naruto y Hinata se besaron. No puedo evitar no recordar las últimas veces que ambos nos besamos, su lengua haciéndose pasó en la mía y sus manos con firmeza unidas a mis caderas. Temí que alguna de las mujeres de servicio me viera así que decidí regresar a la piscina.

Ino no está, quizás se fue a recibir a Sasuke, observo fijo el agua transparente y las baldosas azules. Naruto no querrá beber a menos que le diga la verdad. Esto es tan infantil. Solo Ino puede ser tan infantil para pedir cosas tan ridículas.

— ¿Qué tienes? —Naruto se sentó a mi lado. No lleva camiseta asi que sus músculos trabajados me son apreciables. Cuando lo observo me pierdo un rato en el color de sus ojos y él sonríe ligero. Desde que nos besamos en su casa he estado evitando su mirada y me sorprende un poco lo bueno que somos fingiendo que no sentimos culpa por lo que ha sucedido.

— Tengo una misión —dije volviendo mi vista al agua.

Él frunció el entrecejo, y su sonrisa se desvaneció.

— ¿Cuál?

Quizás solo debemos decir la verdad y acabar con todo esto.

— Tienes que embriagarte, pero si me ha pedido eso significa que es uno de los que asistirá a la reunión de hoy —Dije pensando que de alguna forma podamos resolver algo pronto, él parece impresionada, quizas algo preocupado también.

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