Anhelos. SasuSaku.

Cualquier cosa por ella.

Cualquier cosa por ella.

Naruto corría lo más rápido que sus piernas podían por el bosque, Kakashi le había dicho que solo podía darle 5 días, y ya habían pasado casi cuatro.

Tenía que encontrar a Sasuke, porque si no lo hacía, Sakura estaba condenada.

Su cuerpo resplandecía, había activado su modo sabio, para poder aguantar el mayor tiempo posible sin descansar, comer o beber agua; incluso había logrado rastrear al Uchiha, pero estaba muy lejos.

Fue entonces cuando lo vio, estaba solo en pantalones, descalzo, meditando. Venia corriendo tan rápido, que siguió de largo no chocándolo gracias a los reflejos del morocho.

-Dobe, ¿Qué haces aquí? - le pregunto. Para sus 17 años, el joven había logrado quitarse los rastros de odio y venganza que había arrastrado desde su infancia, logrando un aura mas tranquila, pero no menos peligrosa. 

-No tenemos tiempo Sasuke- esa fue la primera alerta para el Uchiha, porque Naruto nunca lo llamaba por su nombre- Ellos quieren vender a Sakura-

Por primera vez en mucho tiempo, la sorpresa inundo el rostro del joven. ¿Venderla? ¿Quién mierda haría algo como eso?. Él quería preguntar, pero no se animo, no tenia derecho a hacerlo luego de todo lo que le había hecho a la pelirosa. 

-El consejo, ellos la entregaran al clan Dansei no tochi. Tenemos que salvarla, tienes que salvarla- No fue sorpresa que de todas formas el rubio supiera responder sin que el interrogara, se lo agradeció internamente.

La desesperación en el tono de Naruto, estaba picando en la piel del morocho. El clan Dansei no tochi, mejor conocido como tierra de hombres. Era  un pueblo famoso por ser extremadamente machista y misógino; las mujeres apenas tenían derechos, literalmente eran propiedades de sus esposos o padres; eran vendidas, violada y asesinadas sin cargos, parecían haberse quedado atrás en el tiempo, y no pretendían cambiar.

Sin palabras de por medio, el rinnegan de Sasuke se activó, creando un portal frente a ambos, donde se podía ver la torre hokague; sin esperar a su amigo, el Uchiha salto. Naruto no espero una invitación y lo siguió, apareciendo a los segundos en la terraza de la torre.

Ambos corrieron, entrando al edificio y a la oficina Hokague sin siquiera golpear. Ellos sabían que hacer, romper todo, luego hablar, solo una vez que tuvieran a la pelirosa detrás de ellos, segura de todo y todos.

- ¿Qué hago? - le pregunto a su ex sensei, quien estaba sentado detrás del escritorio Hokague. Lo que sea que le ordenaran, él lo haría, ¿Matar al consejo? Pan comido. ¿Iniciar una guerra? Sencillo. Lo que sea que le dijeran que haga para salvar a la pelirosa, lo haría; le debía tanto, y esa deuda le pesaba en el alma.

- Shikamaru- Grito el peliplata, sin perder tiempo en saludos y bienvenidas, debían moverse rápido. El joven llamado ingreso, sorprendiéndose por la presencia del último Uchiha ahí. - Dile lo que sabemos- ordeno.

-El consejo decidió utilizar el cargo de Sakura como ninja para ordenarle la "misión" de contraer matrimonio con el jefe de clan Dansei no tochi; lo hicieron a cambio de unos pergaminos secretos, no sabemos el contenido de ellos.- Los tres hombres en silencio fruncían el ceño, estaban furiosos porque querían vender a la Haruno como ganado.- Encontramos una ley, es tan vieja como los inicios de la aldea, es una especie de prioridad o preferencia; la cabeza de un clan originario de Konoha, tiene derecho a reclamar a cualquier miembro de la aldea en matrimonio, y se primara su deseo a cualquier otro miembro de menor rango o extranjero. – continuo el Nara.

≥ Senju, Hyūga, Nara, Yamanaka y Uchiha, son los clanes originarios. El clan Senju ya no tiene herederos, si no es por Tsunade estaría extinto, ella se casó con Jiraiya-sama post-mortem, y no tuvieron hijos que continuaran con el apellido. De los Hyūga, la heredera es Hinata, y ya está casada con Naruto. Nara soy yo, y estoy en matrimonio con Temari. Yamanaka es Ino, y está casada con Sai. Iniciar un proceso de divorcio seria muy largo, no llegaría antes de que la entreguen. Solo quedas tu Sasuke, si la pides en matrimonio, si te casas con ella, podemos salvarla. – finiquito el Nara.

No solo los miembros del ex equipo 7 estaban enojados y desesperados, la pelirosa era un miembro muy querido para la aldea, todos se habían roto la cabeza pensando en una solución para que no se la llevaran, para que no la entregaran de esa forma a un clan horrible como lo era el Dansei no tochi; incluso los aldeanos habían presentado quejas frente al consejo para que no se llevaran a la jefa del hospital, pero no había caso.

-Teme, como eres el ultimo Uchiha, eres la cabeza de tu clan, si pides a Sakura, te la darán a ti. – Los ojos de su rubio amigo estaban llenos de lágrimas. - Puedes hacer lo que quieras luego Sasuke, puedes irte, puedes tener una amante o mil por lo que a mí respecta, yo cuidare de Sakura-chan, pero por favor, no dejes que me quiten a mi mejor amiga- finalmente cayo de rodillas frente al morocho, sorprendiendo a los demás en la habitación. Nunca habían visto a Naruto derrotado de esa manera, ni siquiera en la guerra se había arrodillado para pedir algo, pero ahí estaba él, pidiendo, no, rogándole a su mejor amigo, que salvara a una de las mujeres que amaba- Ella es como mi hermana, y yo no puedo hacer nada para protegerla ahora, no importa cuento entrene, no importa la fuerza que he logrado, no puedo pelear para salvarla. Te lo ruego Sasuke, ella fue la primera luz al final de mi camino, es mi familia, haz esto y te daré lo que sea que quieras, incluso si quieres matarme- la voz le temblaba producto del llanto.

Ver al rubio tan destruido lo descoloco por completo, ver a alguien con tanta esperanza y fuerza de voluntad tan roto, era difícil de asimilar.

Por otro lado, él entendía perfectamente a lo que se refería su amigo, Sakura era eso para ellos, para Naruto, y para él mismo, quizá incluso para Kakashi. Ella era una luz al final del camino, de la soledad a la que la vida los había arrojado cuando apenas eran unos niños. Ella los había cuidado y amado, sin preocuparse por obtener lo mismo de vuelta, sin enfadarse por sus rechazos; se había apegado a ellos y los había protegido de algo más poderoso que sus enemigos, lo había hecho de ellos mismos.

Esa era la deuda que él tenia con ella, porque luego de todo lo que le había hecho, ella lo recibió con los brazos abiertos cuando se arrepintió, lo perdono cuando se lo pidió, e incluso lo curo, aunque no lo mereciera. 

No tenia que pensar mucho para saber que lo haría, que aceptaría pedir la mano de Sakura, para salvarla de aquel horrible destino, para que se quedara en su hogar, en su aldea, rodeada de las personas que la amaban. y con su matrimonio, bueno, eso lo verían después; si ella le pidiera que se fuera, él lo haría. se aseguraría de que tuviera una buena casa donde vivir y todo lo que ella quisiera o necesitara, y luego partiría para no volver.

-Lo hare, hare cualquier cosa- respondió, mientras le entregaba una mano al Uzumaki para que se volviera a poner de pie. 

Lo haría, porque ella se lo merecía, porque haría cualquier cosa por ella, lo que fuera necesario. Si tan solo podía devolverle un mínimo de lo que había hecho ella por él, lo haría.