Bebes y mas bebes.

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El matrimonio Uchiha volvió ese mismo día a Konoha. No querían despreciar la amabilidad del Kazekague, pero la verdad era que necesitaban estar en su hogar.

Aun agotados como llegaron, se tomaron el trabajo de cavar un gran pozo, para enterrar a Itachi y Amina, juntos. Querían darle un lindo cementerio, por lo que lo hicieron a los pies del árbol sagrado del clan, querían que él los protegiera, y reconociera su amor.

También, creyeron que seria un bonito lugar, donde Raito podría visitarlos en un futuro, y también los futiros Uchiha que contrajeran matrimonio jurar amor ante ellos.

Sakura se encargó de toda esa noche, puesto que su esposo estaba prácticamente ausente. Él había pretendido ayudarla, pero su cabeza estaba en otro lugar, había perdido nuevamente a su hermano, y ese no era un detalle menor para el morocho.

Agradeció que el bebe que ahora tenia en brazos fuera tan tranquilo, simplemente miraba a todo su alrededor, tranquilo. Lo había alimentado y vestido con los suministros que había comprado para quien seria el hijo de ella y Sasuke en un futuro.

Lo meció hasta que se quedo dormido, y lo dejo en la cuna blanca que habían preparado en la habitación contigua a la suya.

Procedió a ir a su cuarto, encontrando a su esposo sentado en la cama, mirando al vacío. Lo ayudo lentamente a quitarse su ropa y recostarse debajo de las mantas, beso su frente y deslizo sus dedos en mimos durante casi toda la noche, velando por su sueño.

Los primeros días luego de aquel acotamiento fueron duros. Ella tuvo que ocuparse de prácticamente todo, porque, aunque Sasuke diera su mejor esfuerzo, cada tanto se iba de las situaciones, y en parte le dolió que no compartiera con ella aquellos pensamientos, pero no quería presionarlo, sabia que cuando estuviera listo acudiría a ella.

Y así fue, la quinta noche, Sasuke simplemente se rompió, en llanto y dolor. Le dijo que se sentía roto nuevamente y que no quería arrastrarla en aquel dolor, expreso que no sabia que hacer con Raito, porque no esperaba tener un bebe en sus brazos tan rápido. También, le dijo el miedo naciente en su pecho al pensar que ella podría embarazarse y morir, porque no viviría sin ella.

La pelirosa con paciencia acaricio su cabello negro y limpio sus lágrimas, hablaron toda la noche y calmaron los miedos del chico.

El dolor que estaban atravesando era horrible, algo que no les desearían a nadie, pero lejos de separarlos, los estaba uniendo, provocando que aprendieran a apoyarse y comunicarse con el otro, hablando de lo que sentían y sus miedos.

Era una situación horrible, pero ellos saldrían adelante, juntos.

.

Cuando Raito cumplió su primer mes, la casa Uchiha había recuperado su alegría. El bebe era una monada de niño, tranquilo y risueño, adoraba a sus padres adoptivos. Sonreía con Sakura y se quedaba tranquilo en los brazos de Sasuke cuando estaban juntos.

Todos en la aldea parecían amar a la joven pareja, eran dulces y compañeros. Todos antes acostumbraban ver a la pequeña pelirosa corriendo detrás del frio morocho, pero ahora la situación era muy distinta. Siempre ella caminaba delante, hablando sin parar de cosas que habían sucedido, chismes o ideas que tenia, mientras su esposo caminaba detrás de ella, con el niño en un brazo y en el otro las compras que la pelirosa cargaba en él.

Todo parecía ser muy dulce entre ellos, mas aun, esa noche puntualmente.

Sakura le pidió salir solo de compras ese día, lo cual era raro, porque mientras él estaba en la aldea solía acompañarla, pero no le negaría nunca nada, por lo que se quedo en casa con Raito.

Lo sentó en ese coso que Sakura había comprado, algo como una silla para bebes, Huevito creía recordar que era como ella se refería a ese coso. Lo dejo en ese coso, sobre la mesada de la cocina, y comenzó a preparar la cena.

Aun muchas habilidades culinarias no tenia, por lo que decidió hacer tempura, y arroz con tomate, ya que últimamente su esposa parecía querer comer tomate más seguido.

- ¿Tú también crees que es raro que tu madre nos dejara? - le pregunto en voz alta, porque parecía ahora copiarle a Sakura también la forma en la que hablaba con Raito, aun sabiendo que el bebe de apenas un mes no podría responderle.

Siguió dedicándoles algunas palabras mas mientras cocinaba, cuando la pelirosa entro a la mansión.

El volteo a verla, esperando su beso, pero lejos de eso, encontró el pálido rostro de su esposa aun mas blanco, los ojos completamente abiertos y sus labios temblando.

Rápidamente dejo todo lo que hacia para atenderla. Hizo varias preguntas, pero ella no respondió, por lo que rápidamente la guio hacia uno de los sillones del living. Volvió a la cocina para buscarle un baso de agua y al bebe, y volvió a su lado.

-Sakura, dime que sucede-

-Hinata-chan y Naruto esperan un bebe- dijo, de la nada.

La sorpresa inundo el rostro del Uchiha, pero luego sonrió, su amigo estaba logrando su sueño, tener una familia propia, se alegro por él.

-Eso es una buena noticia dulzura- le dijo entonces, tratando de comprender entonces la sorpresa de ella.

-Nosotros también-

Y eso si que no se lo esperaba.

- ¿Qué? - pregunto.

-Nosotros también Sasuke-kun- repitió- Estoy embarazada- le dijo, por fin enfocando su verde mirada en los ojos negros de él.

Sasuke pudo leer el miedo en los ojos de la chica, porque tenían 17 años, y ahora tenían un bebe de 1 mes y aparentemente otro en camino. Entonces sonrió.

-A veces me pregunto que fue lo que hice en mi vida anterior, que a pesar de todos los errores que cometí en mi vida actual, aun el destino me unió a ti, me permitió reconciliarme con mi hermano, y me bendijo con dos hijos preciosos- acaricio el rostro de su esposa, en un suave mimo, antes de besarla.

-Tendremos otro hijo- dijo ella, cayendo entonces finalmente en la noticia.

-Dos bebes... reconstruiremos el clan muy rápido a este ritmo- dijo sonriendo, antes de subir la intensidad de los besos que le daba a la pelirosa.

- ¿Sabes cuantos meses tienes? - la emoción comenzaba a permearse en la pareja.

-Es complicado... -Ella se avergonzó- Se supone que tengo un mes, ósea, lo hicimos hace un mes – el color en sus mejillas se volvió aun mas fuerte- Pero por el estudio que me hice, tengo tres meses-

Para demostrar su punto, se puso de pie, y ante la mirada de su esposo, se levanto la remera que usaba. Apenas y se notaba una pequeña hinchazón en el normalmente plano vientre de su esposa.

Él entonces se acercó y con la nariz le hizo un pequeño mimo. Ahí dentro estaba creciendo un bebe, cuya mitad era de él, pero la otra era de ella, y eso lo hacia tan feliz.

-Parece que crecerá muy rápido- le dijo. Amos recordaban lo que Amina le había dicho sobre la influencia del chacra en el crecimiento de los bebes Uchiha.

-Tsunade-sama dice que es por mi sello yin, que los hará poderosos- ella mantenía el rojo en sus cachetes, mas aun sintiendo como su esposo la mimaba. - Mi byakugou hará a nuestros bebes dignos Uchihas-

-Si nacen de ti, serán perfectos Sakura- le sobrio, aun sin apartar su rostro del vientre de ella.

Aparentemente, Konoha se llenaba de bebes. 

Anhelos. SasuSaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora