Confiar ciegamente.

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Confiar ciegamente.

La respuesta de Sasuke movilizo a prácticamente todos. Una hora después, estaban frente al consejo, Homura Mitokado, Koharu Utatane y Ang Shimizu.

Sasuke, Kakashi y Shikamaru mantenían su rostro serio, a su lado, Naruto tenía el ceño fruncido ya que no era bueno para ocultar lo que sentía como los otros tres.

-Comenzaremos cuando el líder del clan Dansei no tochi llegue. Por si no lo sabían, Sakura ya accedió a vivir con él. – el tono burlón de la única anciana, molesto de sobremanera a los jóvenes presentes.

- ¿Por qué no fui informado de eso? - el enojo brotaba de Kakashi.

-Porque esto es algo que el consejo está llevando señor Hokague, Sakura es una ninja y responde a nuestras ordenes ahora mismo- tomo la palabra Homura.

Para cuando Naruto estaba por gritar, la puerta de la habitación se abrió. Primero, entro un hombre de gran tamaño, era alto y musculoso, su cabello era rojo y sus ojos iguales. Caminando detrás de él, con la cabeza gacha, entraba la ninja en discordia.

El instinto asesino comenzó a llenar la habitación, el aura de batalla de los miembros masculinos del equipo 7 se alzó, imponiéndose a todos los presentes. Les picaban las palmas de las manos, incitándolos a una pelea. Lo único que lograría contenerlos era la pelirosa, y ella parecía estar ausente en aquel momento.

Fue entonces cuando la chica levanto la cabeza, y si sus compañeros estaban listos para pelear, ahora irían a la guerra gustosos. No solo el cabello rosa de Sakura, aquel que había dejado crecer nuevamente, había sido cortado, sino también tenía un pómulo moreteado y el labio roto.

Naruto atravesó la habitación en menos de un segundo, y ya tenía al líder de la otra aldea del cuello, lo había azotado contra una de las paredes de la habitación. El chacra del Kyubi comenzó a quemar la piel bajo su mano.

-Te matare- Sus ojos dejaron de ser celestes, para ser completamente rojos. El chacra rojo y salvaje se arremolinaba entre ellos.

-Naruto detente- solo ante la voz de Sakura, fue que ese apogeo se detuvo y el celeste volvió. Esta era cansada y baja, como si ya no tuviera energías para pelear. Por lo visto, asumiendo sus heridas, Kakashi y Sasuke interpretaron que lo había hecho, Kami sabía que ella había intentado resistir, así le había ido también.

-Pero...- intento excusarse.

-Sera peor para mi si haces algo- la sonrisa apenas fue un movimiento de labios, con sus ojos cerrados; a sus conocidos en la sala, les dolió más que un puñetazo.

- Señor Yuri, lamentamos los malos tratos, Naruto es un jinchuriki, a veces le es difícil controlarse- Ang se disculpó en nombre del Uzumaki.

-Todo esto es secundario. Estamos aquí por algo más importante. Es contra la ley que entreguen a Sakura. Hay un mejor prospecto de matrimonio en la aldea, como saben, lo primordial es mantener a nuestros ninjas bajo el liderazgo de Konoha, sobre todo si es alguien del valor de la señorita Haruno, quien es incluso la jefa de nuestro hospital con apenas 17 años. – El Nara tomo la palabra.

- ¿Sí? Ilumínanos con el nombre de tan buen marido- el tono burlón de Koharu se escuchó.

-Soy yo. - dijo esta vez Sasuke. Simple y sencillo al parecer, pero tan imponente fueron aquellas dos palabras. Encuadrando el pecho, volviéndose aun mas imponente que antes, demostró orgullo en sus palabras. 

-Eso es ridículo, ni siquiera estas en la aldea al día de hoy- trato de refutar Ang, ellos conocían las leyes, y sabían que saldrían perdiendo si no intervenían.

-Que les puedo decir, se me ocurrió que sería un buen momento para asentarme y comenzar a restaurar mi clan- el desinterés del Uchiha era completamente fingido, sus manos estaban en puños, listo para saltar sobre el tal Yuri y matarlo a golpes por tocar a Sakura.

-La ley de Konoha prioriza a Sasuke, es todo lo que importa. - Kakashi finiquito. Su posición corporal no distaba mucho de la de sus alumnos masculinos, Sakura era su niña, la única alumna mujer que había tenido, seria mentira si dijera que no tenia un cariño predilecto hacia ella, sobretodo cuando sus alumnos se fueron, y fue la pequeña pelirosa quien se mantuvo a su lado, ayudándolo y dándole el amor de una amiga y hermana, para que no volviera a caer en la oscuridad. 

-Quien decide es Haruno-san- Homura intervino- Decide niña, ¿Quieres hacer algo por tu aldea, o casarte con un traidor vengador? – no les quedaban más recursos que atentar sobre las heridas del corazón de la chica.

Los ojos verdes de ella, que habían permanecido en el suelo desde que llego, miraron a todos en la habitación, analizaba sus opciones. Podía elegir a Yuri, y de esa forma ayudar a su aldea, también podía intentar hacer algo por las mujeres del clan Dansei no tochi. Por el otro lado, podía casarse con Sasuke.

¿Casarse con Sasuke? Ese había sido su sueño desde que era una niña, pero ahora, no se sentía como un anhelo, sino como una obligación. ¿Ser una heroína? Ayudar a gente que la necesitaba, quizá, comenzar un cambio, como las mujeres de los libros que le gustaba leer por las noches, que se sacrificaban por salvar un pueblo oprimido. 

Fue entonces cuando el verde choco con el celeste. Naruto era como un hermano para ella, y podía ver, incluso leer sus ojos. "Quédate aquí Sakura-chan".

Ella también quería quedarse.

Los ojos grises de Kakashi, por otro lado, "Acepta", podía hasta escuchar la palabra en su cabeza, si él se la dijera, seria con un falso tono de orden, que en realidad escondía el deseo fraternal de mantener a su lado a una niña que veía como su hermana pequeña.

Ella también quería aceptar.

Finalmente, vio los negros de Sasuke, ese negro que tanto había amado, con el que tanto había soñado. Tan vacíos, tan oscuros. "Sakura" eso era lo que le decía, y lo sabía, porque ella podría leer esas perlas negras aun en la más oscura noche.

Sasuke.

Tenía que elegir, su familia o el resto del mundo.

Entonces cerro los ojos, y confió, confió ciegamente, en que ellos pelearían por ella. Confió en que su lugar quizá era el de una heroína diferente a las de sus libros, quizá no tenia que salvar a un pueblo oprimido, quizá, solo debía salvar a aquellos tres hombres, que sin querer o queriendo, eran todo en su vida. 

-Quiero casarme con Sasuke- 

Anhelos. SasuSaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora