Un nuevo anhelo.

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Sasuke frunció el ceño cuando su esposa se sirvió la segunda cucharada de tomates cortados en cubitos.

Sakura había preparada un almuerzo muy apetitoso, Takoyakis, Onigiris y Tomates.

Este último, era algo muy consumido en la casa Uchiha. Tanto los niños como él comían aquel fruto rojo con ganas, les gustaba mucho. ¿Pero su esposa? Ellas apenas y los comía, casi por compromiso... Las únicas veces que había visto a la pelirosa comerlos fue... cuando estaba embarazada.

Frunció el ceño. Ella podía ser la mejor medica del mundo ninja, a sus 19 años, ya había superado a Tsunade, por lo que era muy aclamada y solicitada, pero su brillante esposa, parecía ser siempre la ultima en enterarse de sus embarazos.

El primero, de Itachi, se lo había dicho Tsunade porque había sentido el chacra del bebe. Para el segundo, de Mikoto, lo había descubierto su amiga la Yamanaka, aparentemente porque su esposa vomito una mañana.

Su mente comenzó a correr, tratando de recordar detalles de los últimos días. Era consciente de que los embarazos Uchiha eran mas cortos, un mes equivalía a tres meses de un embarazo normal.

No la había visto vomitar, y por lo que había comprobado unas horas atrás, mientras la tenía en la cama desnuda, su vientre no había crecido.

Quizá, solo estaba exagerando. Quizá solo a ella le había comenzado a gustar la fruta declarada característica en la familia.

Lamentablemente, su mente no acepto esa excusa, y se mantuvo pensando en la pelirosa. Recordó a Sakura embarazada, ella se veía tan preciosa siempre, pero cuando su vientre estaba lleno era tan especial. Si generalmente era mimosa, embarazada lo era aún más, buscaba su atención, y él estaba feliz de complacerla.

De pronto, se dio cuenta que quizá ella no estaba embarazada, sino que era él quien quería ponerla en aquel estado nuevamente.

Pensó que apenas y recuperaban algo de tiempo para ellos como pareja, después de todo, tratar de trabajar, dormir, criar tres hijos y sobre eso pasar tiempo de calidad juntos, era mucho para exigirle a un día de solo 24 horas.

Probablemente no fueron las mejores de sus ideas tener tres hijos con 17 años, y considero que quizá Sakura no quería tener 19 y ya cuatro hijos. No la obligaría, ni siquiera sacaría su deseo a la luz, porque no quería condicionarla, pero la verdad era que algo dentro de él quería volver a embarazarla.

Reitero, que quizá no era la mejor de sus ideas, pero amaba a su esposa, y adoraba a sus hijos, juntos habían formado una familia tan preciosa.

Eso, y aparte, que podría presumirle a Naruto, que no solo le ganaba, sino que lo haría por dos bebes. Esa también seria una buena notica producto de la pelirosa cargando a otro bebe.

Kami-sama, mientras más lo consideraba más se ilusionaba.

Su cerebro le reprodujo ese día sin parar imágenes de la pelirosa y sus niños, cuando los amamantaba, cuando rozaba su nariz con las naricitas de ellos, la forma en la que le permitía acariciar su vientre cuando este crecía, mientras ella le hacia mimos a él.

¿Y si tenían mucho sexo? Quizá así ella podría quedar embarazada sin él tener que pedírselo. Tan pronto aquella idea paso por su cabeza, negó varias veces. No seria egoísta, no con ella, nunca con ella.

Se resigno a que fuera solo un deseo, perdido en el mundo. Quizá dentro de algunos años, podría planteárselo, eso si ella no lo mencionaba antes, que, si lo hacía, con gusto le haría todos los bebes que quisiera. ¿No le había dicho que quería 7 hijos aquella ves?

Igualmente, considero nuevamente su edad, apenas tenían 19 años y ya 3 hijos, estaban bien esos números considerando que había personas que tenían su edad e incluso más crías.

Entonces, decidió esperar, quizá se le daba, esperaba de todo corazón que así fuera.

Inconscientemente imagino a una pequeña beba, con el cabello rosado de su madre y esos enorme y preciosos ojos verdes que portaba. Si, quizá no ahora, probablemente tendría que esperar años para obtenerlo, pero tendría una pequeña igual a su esposa, como que se llamaba Uchiha Sasuke que en su clan había una hermosa niña con esas características.

Se imagino a Mikoto, de la mano con una beba así, ambas serian su perdición, ni hablar si Sakura aparecía en la imagen también, que podía hacer, era débil ante ellas. Espero que sus hijos crecieran sanos y fuertes, si ellas serian tan hermosas como su madre tendría que espantar a mucha chusma que intentaría secuestrar a sus preciosas hijas.

Si, se permitiría soñar, anhelar. 

Anhelos. SasuSaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora