Un amigo, un hermano.

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 Su cuerpo se endureció apenas terminó de escuchar aquellas palabras. Debía elegir entre la mujer que amaba y el hijo de ambos.

-No Sasuke. No dejaré ir a mi hi...- la pelirosa no pudo terminar de hablar porque nuevamente grito de dolor- Tsunade-Shishou si se acerca a mí la matare-

Ambos lo vieron, la determinación en los ojos verdes de la joven, ella no dejaría ir a su hijo, bajo ninguna circunstancia. La voz no le había temblado para amenazar a la última Senju, y no podrían en tela de juicio que efectivamente Sakura llevaría a las manos toda esa situación si alguien quisiera quedarle a su hijo.

-Sasuke, está decisión no puede quedar en ella- le informo Tsunade. El protocolo era especialmente para evitar aquellas situaciones, ninguna madre renunciaría a su hijo, y mucho menos cargar con la culpa posteriormente. - Con tu chacra podemos salvar solo a uno de ellos- continúo dándole información.

La verdad era que con el chakra que ya le había quitado al Uchiha, él bebe había crecido un par de meses, al punto en que debía tener unos cinco o seis meses, ya no había vuelta atrás, debían elegir a uno de ellos, o ambos morirían.

La cabeza del Uchiha corría tan rápido como un podía, si tenía que ser frío, elegiría a su esposa, no necesitaba ni pensarlo, Sakura era la prioridad, era por ese clarísimo motivo que había instalado las reglas del clan. Pero no podía ser frío, no cuando se trataba de su familia, de su hijo muriendo, de su esposa rogándole no renunciar a aquel o aquella bebé.

Por Kami, aún no sabían siquiera si era una niña o un niño.

-El problema es el chakra? - le cuestionó a Tsunade. Está no entendía a qué se refería, pero asintió, porque efectivamente era así.

Entonces, Sasuke beso la cabeza a la pelirosa y le susurró que resolvería aquella situación.

Salió de la habitación y corrió por los pasillos, sabía que tenía que estar en algún lado del hospital, quien buscaba no se alejaría de ellos si uno estaba herido.

No estaba errado, Naruto daba la vuelta al pasillo, con un gran ramo de cerezos.

-Teme. ¿Crees que a Sakura-chan le vayan a gustar? – El rubio rascaba tímidamente su cabeza- Pasaba por la florería de Ino, y me pareció un buen detalle para cuando despierte- iba a continuar hablando, pero cuando levanto la cabeza y miro a su amigo le sorprendió verlo pálido y casi llorando.

-Naruto- lo llamo, y eso le erizo los pelos del cuerpo al Uzumaki. Sasuke nunca lo llamaba por su nombre. -Es Sakura- le dijo.

-Que le sucede a Sakura-Chan? - pregunto, su amigo apenas y podía hablar. Pero Tsunade le había dicho que no había problemas, ¿Qué podría haber pasado en los 30 minutos en los que fue a comer un plato de ramen, compro las flores y volvió?

Algo que nunca espero ver, sucedió. El orgulloso Uchiha se dejó caer de rodillas frente a él, en la pose más derrotada que lo hubiera visto alguna vez.

-Nunca volveré a pedirte algo, no tendré más hijos, hare lo que me pidas, pero préstame chacra para salvar a Sakura y al bebe- la mirada negra del hombre estaba en el suelo, rogaba por la mujer a la que amaba y el bebe en su vientre- Mi chacra no es suficiente para ambos, pero el tuyo puede mezclarse con el chacra Uchiha, podríamos salvarlos a ambos-

El corazón del rubio se detuvo cuando su amigo se colocó de rodillas frente a él, sabía que la desesperación debía haber superado a Sasuke para que se pusiera en una pose desarmada. le estaba pidiendo un favor demasiado grande, enorme, algo que no le confiarías a un amigo, sino a un hermano.

De pronto, escucho la voz del zorro dentro de su cuerpo, que le advertía lo peligroso de la situación, que mezclar el chacra de una bestia de cola con el de un Uchiha solo implicaría peligro, porque siempre que se intentó termino en desastre.

Anhelos. SasuSaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora