Anhelos. SasuSaku.

Fugaku Uchiha.

Tsunade se movió rápido. Soltó a los hombres y se enfocó en proporcionar su propio chacra sobre la mujer, ayudándola en el proceso de dar a luz.

El procedimiento había salido perfecto, el bebe había crecido los meses que le faltaban en cuestión de horas y estaba listo para nacer.

Ni Sasuke ni Naruto salieron de la habitación, cada uno tomo una de las manos de la pelirosa y se mantuvieron a su lado, dándole las fuerzas que honestamente ni ellos tenían para que toda aquella situación por fin terminara.

Lo primero que observaron cuando Tsunade se levantó fua al bebe; su cabello, a pesar de tener sangre y placenta, se podía observar un color entre violeta y rojo. Su grito se dejo escuchar, demostrando que el niño estaba vivo y respondiendo como se suponía.

Si. Niño. Era un precioso bebe Uchiha- Haruno. ¿Pero, qué tan Uzumaki seria?

Lamentablemente la respuesta fue respondida apenas los integrantes del equipo 7 se lo preguntaron.

Lentamente, una especie de llama negra comenzó a cubrir al bebe que la ultima Senju tenia entre sus manos. Ante la advertencia de Kurama, Naruto se lo quito rápidamente, dejando ver como el chacra del recién nacido había quemado gravemente las manos de la rubia.

Aquellas llamas eran chacra puro, demostrando una vez mas que la combinación Uchiha-Uzumaki era indudablemente peligrosa. Era chacra puro, similar al de las bestias con cola, que se veía expulsado del cuerpo del niño, porque este no podía controlarlo.

Bajo indicaciones de Kyubi, deposito al bebe en los brazos de su madre, lo hizo con miedo, preocupado que aquel fuego quemara a su agotada amiga, pero tal como su compañero de vida le advirtió, el bebe al sentir los latidos de su madre logro calmarse, ya no estaba en modo defensivo, por lo que su chacra logro mermar.

-Esto será un gran problema- Fueron las palabras de Tsunade, y nadie pudo contradecirla.

El rubio miro la escena, como su amiga se aferraba a aquel bebe, también como Sasuke los miraba con una paz que solo se reflejaba en sus ojos cuando su familia estaba presente.

No importaba lo que sucediera luego, sea lo que sea que el consejo dijera, cualquier conflicto que surgiera, valía la pena, porque su familia estaba a salvo.

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Los niños Uchiha entraron a la habitación de su madre con pequeños, pero rápidos pasos.

Los tres hijos mayores del matrimonio entraron emocionados pero tranquilos por conocer a su nuevo hermano, después de todo, no era la primera vez que conocían a uno nuevo. Aun se estaban recuperando de la batalla, pero estaban prácticamente en perfectas condiciones luego de que los curaran y su chacra se repusiera en los dos días que habían pasado.

Por el contrario, los que estaban frenéticos eran los gemelos, quienes querían ver la cara de su nuevo hermano. Ellos habían obedecido a su madre, escondiéndose en el refugio de su hogar hasta que fueron a sacarlos. Ahora, solo querían estar con su madre, padre y hermanos.

Cuando pasaron por la puerta de la habitación, vieron a la mujer pelirosa sentada en la camilla de hospital; traía una bata de seda blanca y entre sus brazos un bulto envuelto en mantas.

Tatsuya y Tetsuya saltaron a la cama rápidamente, demostrando que con el entrenamiento de su padre no les era un obstáculo la altura de la misma. El problema fue que cuando la manita de el menor toco al bebe, este rápidamente lo repelió con chacra, quemándolo.

Tetsuya soltó un grito, que hizo que su padre lo retirara rápidamente de la camilla para controlar el lugar herido. Efectivamente, el recién nacido había quemado a su hermano.

-No me gusta este nuevo hermano Oka-chan! - Grito el gemelo menor extendiendo los brazos a su padre- Fue malo con mi Nii-san! - Siguió gritando ahora lejos del bebe.

Ambos adultos, con paciencia, les explicaron a sus hijos la situación de su nuevo hermano. Como había nacido en unas circunstancias difíciles y el porque de su chacra reaccionando a las personas. Aparentemente, solo sus padres y el Uzumaki estaban exentos del rechazo.

Fue una conversación larga, después de todo, los gemelos eran niños curiosos con muchas preguntas, y los tres mayores no se quedaron atrás, después de todo, aun siendo fuertes, eran niños.

Ellos escucharon a sus padres, aceptando la información que les iban dando y las explicaciones. Que era una bestia de colas, porque su hermano había necesitado el chacra, el hecho de que eran genéticamente hermanos a pesar de que él tuviera tres chacras.

Itachi pregunto si lo sellarían, igual que habían hecho con su tío cuando era también un recién nacido, pero sus padres lo negaron, no querían hacer aquello, de a poco irían aprendiendo y enseñándole a su hijo como controlar aquel podes, solo recurrirían el sellado de ser absolutamente necesario, y por el bienestar de su familia o de él mismo.

Sakura, les explico que ellos compartían el mismo chacra, por lo que, con cuidado, les enseño a sus hijos a expulsarlo levemente, como si estuvieran haciendo ninjutsu médico, de esa forma, el bebe fue aceptando la presencia de sus hermanos mayores uno por uno.

Todos tuvieron la oportunidad de cargarlo, incluso de saludar a su madre y llenarla de cariño y atenciones.

Tetsuya y Tatsuya habían decidido perdonar a su hermano porque "ellos también eran niños poderosos y entendían lo difícil que era controlar su poder", literalmente ese había sido su argumente, y demostrando ser buenos hermanos mayores habían dejado su ataque atrás.

-Como se llama Oto-chan? - Mikoto pregunto, quien tenía al bebe en brazos en aquel momento, observando el cabello violeta oscuro que dominaba su pequeña cabecita.

-Fugaku, Uchiha Fugaku- fue la respuesta.