Prólogo

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La tensión en la sala del consejo era palpable para todos. Tanto el consejo como el líder estaban aguardando a que la madame tomase la palabra.

No obstante, había un mal presentimiento en el pecho de Fengmian, algo le decía que agarre la mano de su señora y se la lleve de ahí.

Y vaya que algunas veces debes de hacer caso a tu instinto, ¿verdad?

— Consejo de ancianos, Jiang Fengmian —voltea a ver a cada uno de los mencionados— yo, Madame Yu, Yu Ziyuan, como segunda hija del fallecido líder Yu, hermana de la actual líder, declaro lo siguiente con los permisos previos de mi secta natal —toma una respiración para calmar sus nervios, acariciando su anillo para no desistir—. Me divorcio.

Toda la sala estaba con los ojos abiertos a más no poder.

— Me divorcio.

— Mi seño-

Antes de poder terminar la frase y antes de que Ziyuan pueda arrepentirse, le interrumpe nuevamente.

— Me divorcio.

El consejo seguía boquiabierto. Jiang Fengmian intentaba articular algo, ¿estaba en contra de esto? Por supuesto que sí.

Después de unos segundos, un miembro del consejo salió del aturdimiento y tomo la palabra.

— Madame Yu, piense con claridad lo que acaba de hacer, esto es algo que aún podemos mantener en secreto.

— Ya adquirí el permiso de mi hermana y actual líder de Meishan Yu, así que esta noche me mudare a mi secta natal junto a mi hijo, Jiang Cheng, ya que al parecer hay un nuevo heredero.

》Mi hijo se entrenara en Meishan Yu como discípulo y, si él gusta, como un futuro líder de dicha secta. Yanli podrá elegir si quedarse aquí o no, pero serán tiempos compartidos. 6 meses lo pasara en el lugar que ella elija a partir de hoy y el resto del año en la secta del otro.

》Mi hermana discutirá con ustedes los términos políticos para que la alianza no termine, ya que Yanli y Cheng son Jiang, y solo por ellos no terminamos lo implicado con la alianza de mi antiguo matrimonio.

Terminando de hablar, la antigua señora del muelle de loto, si así la consideran las demás personas porque Yu Ziyuan jamás se considero como tal, sale de la habitación con el orgullo y el rostro arriba, como siempre.

Se encamina al cuarto de su hija, toca la puerta y se escucha un suave adelante.

— A-Li, tengo que hablar contigo —dice con su característica seriedad, sentándose a un lado de su hija.

— Claro madre, dime.

— Mi niña, mi pequeña A-Li —a pesar de su personalidad como mujer, su hija es todo lo contrario a ella, es tan dulce, tan linda y tan bondadosa que le sorprende. Toma a su hija del rostro, acariciando después sus cabellos con una delicadeza que solo la saca a relucir con sus hijos—. Está se acaba de separar de tu padre, tome la decisión de que Jiang Cheng se va a mudar conmigo y quiero saber tu decisión ¿quieres quedarte en Yunmeng o venir con nosotros? Estamos a inicios de año, donde decidas quedarte, te quedaras medio año y la otra parte del año la pasaras en la secta del otro —dice sin dejar de acariciar su cabeza.

Puede ver la indecisión de su hija cuando está desvía la mirada, en su corazón sabe la respuesta y sabe por quien toma esa desición, pero ha decidido no reprochar nada.

— Madre... yo... quiero quedarme aquí la primera mitad del año —responde luego de unos segundos, con un poco de temor y apretando sus puños intentado detener el temblor de estos mismos. 

El loto en Meishan Yu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora