"- Consejo de ancianos, Jiang Fengmian -voltea a ver a cada uno de los mencionados- yo, Madame Yu, Yu Ziyuan, como segunda hija del fallecido líder Yu, hermana de la actual líder, declaro lo siguiente con los permisos previos de mi secta natal -toma...
Luego de unos días en donde la conferencia terminó, la secta Jin esta lista para despedir a sus invitados.
— A-Yuan, debemos ponernos de acuerdo para tomar el té —dice Madame Jin a su mejor amiga.
— Claro que sí, A-Xiao (1).
Es así que la araña violeta entra a su carruaje, acompañada por el carruaje del líder Wen y Lan Qiren, los tres dirigiéndose a Yumping.
Los niños sacan sus cabezas por la ventana y empiezan a agitar la mano hacia Jin Zixuan, el cual les corresponde el gesto.
Ellos ya habían hablado de una manera de seguir en comunicación, dijeron que se enviarían una carta de Yunmeng, que las comenzaría Wei Ying contando lo que quisiera, luego las enviaría a Meishan, ahí Jiang Cheng respondería junto a Xue Yang y Meng Yao, de ahí las enviarían a LanLing Jin con Jin Zixuan respondiendo a todo lo informado y terminando en el hogar de Wen Chao.
Era algo difícil, pero estaban decididos a seguir siendo amigos.
Madame Jin ve como su hijo finalmente comienza a hacer amigos y se alegra mucho, ya que sabe qué clase de alimañas son en la torre Koi con su pequeño A-Xuan.
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— ¡Pero ¿¡qué es esto!? ¿¡así es como tratan a los clientes!?
Es lo primero que se escuchó al llegar al restaurante. Habían bajado antes para que el conductor pudiera llevar a los caballos a descansar. Todos se encontraban en la entrada y el grito del señor es lo que los recibió.
— Señor —Meng Shi es la que hablaba calmadamente y detrás de ella estaba otra muchacha llorando—. Ya le dijimos que ese servicio ya no lo damos, así que le pedimos de favor que se retire o tendremos que usar la fuerza.
Las arañas de Meishan Yu estaban listas, pero se detuvieron de sacar a ese patán por Meng Shi, quien quiso mantener la buena imagen del restaurante.
- ¡Vine desde muy lejos al mejor prostíbulo de Yumping! ¡Exijo mi servicio o me quejare con el dueño!
— Yo soy la encargada, la dueña por el momento no está. Por favor no haga el ridículo y váyase de aquí —repite, señalando con su mano la salida.
— ¿Quién te crees que eres?
El señor se levanta, tumbando la silla por la fuerza usada al levantarse. Alza su mano dispuesto a golpear a Meng Shi, pero antes de que pueda si quiera rozar un cabello de la dama, ya se encuentra en el suelo por una llave que la misma Meng Shi utilizo. El brazo del señor está detrás de su espalda un poco hacia arriba, haciendo que el señor grite del dolor.
— Le dije que utilizaríamos la fuerza, así que no vuelva por aquí nuevamente o le juro que le rompo las piernas para que se arrastre al mismo infierno —la voz delicada de Meng Shi resuena en el restaurante. Todas la ven como un dragón cuidando a sus bebés.
