Capítulo 9.05

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Paso 5: Tómame.



Jimin lentamente fue bajando sus caderas soltando un suspiro y aguantando el ardor. Sus ojos permanecían cerrados mientras Yoongi apretaba sus caderas, sintiéndose cálido dentro de Jimin y dejando al menor tener el control en su primera vez.

Finalmente Jimin quedó sentado otra vez y mordió sus labios buscando acostumbrarse. Comenzó a subir nuevamente y a bajar suavemente por toda la extensión de Yoongi que entraba más profundo en él.

Soltó un gemido suave e incrementó el movimiento buscando acostumbrarse a la bizarra sensación.

—Vas bien, mi amor —susurró Yoongi—. Toma tu tiempo.

—Gracias —susurró Jimin con una sonrisa—. T-te amo.

—Yo también te amo, mi pequeño.

Entrelazaron sus dedos y Jimin se animó a ir más rápido. El movimiento comenzó a ser más constante y sintió su punto dulce ser estimulado con cada roce del duro miembro de Yoongi dentro de él.

Ahogó un pequeño gemido y finalmente lo liberó entre temblores comenzando a montarlo más rápido.

—O-oh —susurró apenas avergonzado—. S-se siente bien pero a-algo bizarro.

—Bienvenido a tu primera vez —Yoongi rió suavemente.

Jimin rió también con él, soltando sus manos para apoyarse en su pecho y seguir con el movimiento de arriba a abajo. Poco a poco sus caderas se alzaban más alto y se dejaba caer con un poco más de agresividad y rapidez.

Largos minutos después las embestidas habían sido más constantes y firmes, ambos ahogando sus gemidos en la boca contraria abrazándose fuerte. Jimin sintió el cosquilleo en su vientre al igual que Yoongi e incrementaron el ritmo tomándose más fuerte.

—Voy a llegar —susurró el más pequeño en un hilo de voz.

Yoongi lo recostó para cambiar la posición y él tomar el control. Atrapó los labios del otro y ahogó sus gemidos nuevamente comenzando a entrar y salir de él un poco más rápido, sintiéndose temblar al sentir a Jimin contraerse y su orgasmo llegando poco después que el del menor. Separaron sus labios tomando bocanadas de aire y viéndose fijamente. Jimin pasó saliva y sobó la mejilla de su acosador en una pequeña risa tímida.

—¿Fue bueno? —preguntó Jimin sonrojado.

—Fue perfecto. —Yoongi besó su mano—. Al igual que tú.

—No dejas de sonrojarme nunca —Jimin se tiñó de rojo de nuevo.

—Nunca dejaré de hacerlo —Yoongi suspiró—. ¿Mi amor?

—¿Sí, Yoongi? —preguntó Jimin emocionado.

—Te tengo un regalo —susurró Yoongi suavemente—. Para demostrarte cuánto te amo, y que nuestro amor será eterno. El nunca no existirá porque seremos un para siempre. ¿Lo quieres?

Los ojos de Jimin brillaron y lágrimas de felicidad se deslizaron por sus mejillas.

—Lo quiero —susurró—. Todo lo que sea tuyo, siempre lo aceptaré... mi amor.






LIMERENCIA - yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora