Cap. 26 Lo único que ofrezco

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Juliana

Esto es una locura, todo esto de seguirle la corriente a Val, no estoy haciendo bien, pero, la deseo, deseo besarla, deseo hacerla mía, sin la historia que nos marcó, solo quiero tenerla entre mis brazos, está hermosa, ¿Cómo dejar pasar esta oportunidad? si está demasiado hermosa, desde que la vi no dejo de pensar en ella, que todos estos años la he soñado, la buscó en otros brazos y hoy se me dio la oportunidad de tenerla entre mis brazos.

La cargo entre mis brazos y la levantó y la llevo a su cama, la acuesto y dejó besos húmedos en todo su cuello, muerdo su cuello, ella gime, me menciona, me encanta que diga mi nombre; -- ahhhhh Juls, no sabes la falta que me haces, te extrañe amor, apenas y la he tocado, beso sus labios de nuevo, beso sus labios, me encantan, esos labios, tocó su cuerpo, ese cuerpo me enloquece, me estremezco, la única mujer que me hace sentir esto es Val, pero me niego a sentir, me niego a decirle esto que siento al besar sus labios, le quité la blusa, y me quité la mía, tenía un pantalón, baje mis manos por su cintura, por sus piernas, Val está provocando en mi sensaciones demasiado elevadas, quité su pantalón, pase mis manos por sus pechos aún tenía su sujetador, su braga y yo mi pantalón, ella estaba mirando mi cuerpo, deseosa de mí, pero no iba a bajar la guardia, besé sus pechos aún con el sujetador puesto, la bese, ella acariciaba mi espalda, frotaba sus manos en mi espalda, sus manos me queman, ella me hace arder, quitó su sujetador y beso sus pechos, los muerdo, y suavizó esas mordidas con mis labios, besó todo su abdomen, bajo mis labios, por sus piernas, quité su braga y abrí sus piernas, está mojadita por mí, pase mis labios, por sus muslos, y voy a su centro, pasando mi lengua por su centro, ella gime, ahhh Juls, ahhhhh, ahhhhh, esa música me encanta, oírla a ella es un sentimiento único, metí mi lengua con fuerza, en su centro, y metía más intensamente, metía mi lengua, su cuerpo reacciona a este movimiento, se eleva, en ese Vaivén subo y bajo ella ya no resiste y saco mi lengua meto uno de mis dedos, ella está mordiendo los nudillos de sus dedos, está llegando a su máximo éxtasis, meto otro dedo más y aumentó la intensidad del movimiento, hasta que siento su cuerpo temblar y su centro me apretaba mis dedos. Saque mis dedos poco a poco, hasta tener su néctar en mis manos, metí mis dedos en mi boca probando su rico sabor y luego subí me acosté a su lado y ella aún no respondía, estaba aún perdida en el éxtasis que le acababa de hacerla vivir, luego de unos minutos, ella me habló

Valentina: Juls yo no te abandone, me obligaron, debes escucharme

No iba a dejar que hablara me levanté me quité mi pantalón, mi braga y mi sujetador, me subí en ella, quería seguir sintiendo su cuerpo, necesitaba llevarme algo más, y me monte en ella, la bese, besé sus labios, ella pasó sus manos por mi trasero y en un movimiento de mis caderas podía sentir como nuestros centros se sentían, estaban llegando a mi orgasmo, estaba sintiendo que algo diferente estaba sucediendo, no solo era sexo, realmente estaba sintiendo que sus besos me queman, su boca me arde, su lengua pasada por mi cuello, me estaba dejando llevar, debía retomar el control, tomé con una mano su cuello y lo subí la bese, pase mi dedo pulgar desde su barbilla, hasta su cuello, ella se movía en ese Vaivén y sentía más su centro, ahhh por dios, ahhhhh estoy llegando a mi orgasmos, ella es una diosa, abrí más sus piernas y apresure el orgasmo, ahhhhh siiii, ella nombraba mi nombre y yo besaba sus labios, metí mi lengua y ya no podíamos más llegamos al máximo límite de cada una. Ella comenzó a tocar mi espalda, pero no lo permití me acosté a su lado y nos quedamos dormidas, a las 3 AM desperté como un reloj siempre a la misma hora, ella estaba dormida encima de mí, su cuerpo desnudo, sobre mí, quería volver a hacerla mía, pero debía irme de allí. Me levanté, comencé a buscar mi ropa, y ella se despertó.

Valentina: ¿En serio te vas? Juls quédate está noche conmigo, soy Val, debes oírme, necesito contarte...

Juliana: Son mis reglas. Sin discursos, solo sexo.

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