Ésto es Amor

Cap. 55 De vuelta

Juliana

Llevo tres días aquí, y ya estoy débil, no he podido comer bien, entran personas a las que no les he visto el rostro, me hablan con dureza, me maltratan física y psicológicamente, en cualquier momento voy a colapsar, no sé porque no me han quitado la vida, ¿Cómo estará mi Novia? ¿Mis padres, Cómo estarán? ¿Qué quiere estas personas de mí? La mayoría del tiempo me tienen amarrada, creo que estamos en el desierto por el calor insoportable que hace de día y el frio espantoso que hace de noche, se los horarios por el clima, porque es una habitación oscura, creo que me estoy volviendo loca. He soñado que me disparan, también que le disparan a Val, estoy sola, me quedo dormida a ratos, me hace recordar un poco la cárcel, el encierro, la ansiedad, que me despierten para darme baños fríos, solo espero salir de este lugar.

Me voy a desmayar, ya no puedo más...

***

-- Mami, Mami quiero un helado, dice un pequeño montado en la cama de mi habitación, me despierta el chiquillo, dando saltos en la cama, me llama ¿Mami? ¿Qué me paso? ¿Dónde estoy?, una mujer está a mi derecha debajo de todas las sabanas, esta boca abajo, no logro ver su rostro, pero creo que es Valentina. Ella se gira, logro ver su rostro, si es mi Val, y le habla al pequeño, Hijo, es muy temprano para pedir helados, debes desayunar primero, tus madres estamos cansadas, ¿No podías dormir un poco más?, hoy es sábado, ven a la cama.

¿Él es nuestro hijo?, le digo a mi Val, ella abre completamente sus ojos achinados, y me sonríe, ese chiquillo es tuyo también mi amor, es tan idéntico a ti, estas graciosa hoy, despertaste de buen humor, el pequeño, dejo de brincar, le dio un beso a Val y luego a mí, se metió dentro de las sabanas y luego nos miró a ambas, ¿Te pasa algo mamá? Val se estiro y apoyo su codo en la cama colocando su cabeza en la palma de su mano, mirando al pequeño rubio, ojos azules, ¿Te pasa algo amor? Me dijo Val, y solo observe a mi esposa, al pequeño, que no tenía idea de cómo se llama, y cuando pensé que era lo único que me sorprendería, un chillido me espantó, Se despertó Elizabeth, dijo el pequeño, Val se movió y tomo la table donde se veía una habitación con una cuna entre otras cosas y estaba un bebe llorando. Amor te toca, tu dormiste toda la madrugada, ve a atender a tu pequeña.

¿Mi pequeña? Me levanté, no tenía la puta idea a donde me dirigía, pero afortunadamente el chiquillo me dijo; vamos Mamá yo te llevo, ¿no te sientes bien hoy para jugar? Me dirigió al salir de la habitación donde dejaba a mi Val, quien nuevamente se recostó en la cama, fuimos por un pasillo, al final del pasillo en el mismo piso, pasamos por una habitación que seguro era del chiquillo, estaba hermosa y al llegar a la habitación de donde provenía la voz del llanto, encontramos a la bebé, quien extendió los brazos, al verme y la saque de allí era una pequeña castaña, ojos color café, con abundante cabello oscuro, hermosa, quien tenía lagrimas por todo su rostro, y coloco su cabecita en mi cuello, terminó el llanto y yo no entendía si esto era un sueño o un pequeño viaje al futuro o realmente estaba muerta y mi espíritu estaba divagando por el mundo lo que sé es que esto es lo más parecido al cielo. Siento a mi Val colocar sus manos por detrás de mí, pegarse a mi cuerpo meter su cabeza en mi cuello, rozar con sus labios mi hombro y hablar nuevamente; ¿Qué quieres de desayunar amor? ¿Te sientes bien? ¡Juliana! Ella expresó, el rubio también me observo y comenzó a gritar, ¡Juliana! ¡Juliana! Vamos Juliana, despierta. No te vayas...

***

¿Dónde estoy ahora? Muevo mi cabeza, intento mover mis brazos, pero están conectados a inyecciones, veo que estoy en un, ¿Hospital? Si, así parece, trato de no angustiarme, pero las máquinas me delatan, comienzan a acelerarse y no sé si estoy en otro sueño, o está es mi realidad, y no sé cómo rayos salí del lugar donde me tenían secuestrada. Dónde están los chiquillos, dónde está Val, cierro mis ojos para tratar de volver a verlos, ya no recuerdo sus rostros, ¿Nunca supe cómo se llamaba el rubio? Abrí mis ojos nuevamente, y estaban varios doctores, verificando mis signos vitales, inyectando, giré mi cabeza y Vi a Val, allí estaba, antes de quedarme dormida nuevamente.