Cap. 62 Nuestro amor

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Valentina

Quien iba a decir que mi pequeño error, error por el cual siempre que hay oportunidad en reuniones familiares lo mencionan, nadie puede olvidar que me embarace sin previo aviso de mi esposa; pero eso nos llevaría a tener cinco niños, si tenemos ocho años de casadas y cinco hermosos pequeños, revoltosos, y lo más importante de nuestras vidas, nuestros hijos, sin contar a luna que también es nuestra hija

Despertar junto a mi hermosa reina, es tan grandioso, ella es mi esposa. La madre de mis hijos, mi compañera de vida, está aún dormida, y solo espero que nuestros hijos interrumpan por esa puerta como cada día lo hacen, pegando gritos, no tenemos niños tranquilos, pero si son hermosos, inteligentes, amable y amorosos.

No puedo dejar de ver a mi reina, dormidita, hoy cumplo 33 años y creo que he vivido mi mejor momento, al lado de mi Juls, ella es mi amiga, es mi amante, es mi esposa, mi ayuda, siempre estamos la una para la otra, nos comunicamos a la perfección, no voy a decir que no tenemos altibajos, tiendo a ser bastante caprichosa, pero Juls es muy paciente y me sabe buscar la manera de resolver nuestras diferencias, nuestros niños cada uno tiene una personalidad distinta.

Mi príncipe el rey de mi corazón, quien nos enseñó a ser madres, y a ser pacientes, Gabriel. Nuestro rubio, es dulce, alegre, tiene mucha energía, y es bastante protector, cuida de sus hermanos a pesar de solo tener siete añitos. Mi bebé es demasiado hermoso.

Le sigue Mía, ella es más tranquila, reservada, le gusta leer a pesar de tener cinco años, castaña como su madre, y bastante tranquila, ella no me da mucho que hacer, pero con ella tengo mucho cuidado de decir cualquier cosa delante de ella porque todo lo pregunta, es muy intelectual para su corta edad. Es hermosa y es el reflejo de su mamá, paciente y mi princesa me cautivó desde que nació.

Luego están los morochos, pues si, Juls tuvo a esos dos pequeños revoltosos de tres años, mi otro príncipe Julián el castaño y mi otra princesa rubia, ella es Sofía, ellos dos son cómplices en sus travesuras, Juls todo el tiempo dice que tienen mis genes, son míos biológicamente, no sé si lo dice porque son sorprendentes en sus ocurrencias o por lo hermosos que son ese par sí que me hace sonreír a cada instante.

Y nuestra última princesa hermosa mi castaña de ojos color café, la viva imagen de mi Juls, quien le tienen el corazón robado a Juls, ella solo tiene 8 meses Elizabeth, desde que nació Juls dice que ya la había visto en sus sueños al igual que Gabriel. Ella tiene la sonrisa de su mamá, se le hacen los hoyitos en sus mejillas y tiene la barbilla partida como su mami, esta es mi familia.

Y aquí viene el sonido de la puerta, mi rubio abriendo la puerta, brincando de alegría, sin importar si es sábado.

Gabriel: ¡Mami!, Mami quiero un helado.

Valentina: Hijo, es muy temprano para pedir helados, debes desayunar primero, tus madres estamos cansadas, ¿No podías dormir un poco más?, hoy es sábado, ven a la cama.

Juliana: ¿Él es nuestro hijo?

Mi esposa se acaba de levantar, con un humor bien extraño, como siempre desde la primera vez que Gabriel hizo algo así. Ella dice que ella soñó con ellos dos, fue cuando estuvo en el hospital después de ser secuestrada por Juanpa y mi padre.

Valentina: Ese chiquillo es tuyo también mi amor, es tan idéntico a ti.

Nuestro príncipe, dejo de brincar, les dio un beso a sus madres y luego se metió dentro de las sabanas y luego nos miró a ambas, un chillido se escuchó.

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