Cap. 51 Es mi amigo

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Juliana

Una llamada cambio la tranquilidad de mi novia, después de recibir una extraña llamada la cual solo me dijo que no era nada, pero conozco a mi novia y sé que algo le dijeron en esa llamada. Llegamos al departamento, estacionamos el coche, ella se bajó me espero que colocara el seguro al coche, nos tomamos de las manos y como dos novias íbamos a nuestro nido de amor.

Valentina: ¿Te dije que estabas hermosa hoy?

Juliana: A decir verdad, no.

Valentina: Pues déjeme decirle mi bella dama, que te ves demasiado hermosa, tanto que te quiero desvestir aquí mismo.

Juliana: Pues si yo tampoco aguanto las ganas de llegar al departamento.

Ambas nos miramos fijamente, ella sonríe y esa sonrisa me enamora todos los días, puedo estar muy enojada, cuando ella sonríe me llena de paz. Llegamos al departamento y la tome entre mis brazos, aprete su cuerpo, la traje a mi cuerpo, pegando nuestros cuerpos, bese sus labios, ella profundizaba el beso, quería más de ella, quería tener una noche de pasión, pero los pensamientos me perturban, los miedos me persiguen, son tantos altibajos que hemos atravesados y no sé qué sigue, no estoy concentrada, mi novia es hermosa, pero no logro estar al cien por ciento en este momento.

Valentina: ¿Amor que pasa, ya no te gusto?

Juliana: Tú me gustas, me atraes, me existas, me enamoras, provocas tantas sensaciones en mí que no dejaría de verte aun si quedo ciega, tus olores, despiertan una lujuria solo con tu olor, tu voz y cuando me besas me descontrolo.

Valentina: ¿Entonces que pasa amor?

Juliana: ¿Quién te llamo?

Valentina: ¿Era eso?

Note que se levantó, del sofá, se sentó y yo a su lado.

Juliana: Puedes decirme lo que sea

Valentina: Lo sé, Bueno amor, alguien me llamo, número privado, alguien quiere desprestigiarte.

Juliana: ¿Cómo así?

Valentina: Mañana llegará un supuesto paquete que me dirá secretos sucios tuyos, o algo así, que tú no me eres sincera. Eso tiene que ser mi papá buscando desprestigiarte.

Juliana: ¿No pensabas decirme?

Valentina: Amor, a estas alturas de mi vida, de quien menos desconfió es de ti, te amo con locura, no creo y no voy a creer nada de lo que me quieran decir de ti. A menos que tu tengas algo que decirme.

Juliana: Nunca te he mentido. ¿Puedes confiar en mí?

Valentina: Si no confiara en ti, después de colgar la llamada hubieras tenido que estacionarte por la reprimenda que te daría.

Mire esos ojos hermosos, mis ojos cielo, la mirada penetrante de mi novia, me daba seguridad, pero me asustaba un poco, ¿Qué hay en mi pasado, que pueda desestabilizar mi relación con mi novia? Después de hacer silencio, le tenía que dar seguridad, no podía confundirla con mis miedos de perderla.

Juliana: No te miento cuando te digo que te amo

Valentina: Eso lo sé

Juliana: Vamos a superar lo que sea amor.

Mi novia se acercó a mí, abordo mis labios de forma cálida, aumentando esa intensidad, calentando mi cuerpo, en mil por segundos, sus labios húmedos, saboreando mis labios con su lengua, y mordiendo mi labio inferior, no queríamos ni dejar respirar la una a la otra, tocando nuestros cuerpos, las manos haciendo su labor, ella se recostó en el mueble y yo encima de ella, me levante a medio cuerpo y me quite mi blusa, ella sonrió pícaramente, esa sonrisa que me activaba más. Me quite el sujetador, y ella se medió levantó y abordo con sus labios mis pechos, mientras mis dedos metidos por su cabellera, nuestros centros palpitantes, ya mojados, deseando el movimiento de nuestros cuerpos, como una mujer te puede excitar tanto, tanto al punto de mojarte con solo roces, besos y caricias.

Ésto es AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora