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—Hoy hay luna llena, y debemos de suponer que Klaus está preparado para romper la maldición.— Empezó a decir Elijah a Elena y a Stefan, los cuales estaban sentados.
—Elena nos dijo que la del Sol y la Luna es falsa, que la maldición solo pesa sobre Klaus.— Comentó Stefan mirando a su novia para después mirar a los dos Originales.
—Klaus es un vampiro de un linaje de hombres lobo, la maldición impide que el hombre lobo se manifieste. Pero si la rompe será un híbrido.— Explicó Astrid con completa normalidad.
—¿Y porque vamos a dejar que la rompa? Podemos matarlo hoy, con Bonnie.— Interrumpió en ese momento Damon, el cual creía que era mejor atacarle que poner en peligro a Elena y en su defecto a los ejemplares de hombre lobo y vampiro que debían de ser, también, usados en el sacrificio.
—Damon.— Stefan pronuncio el nombre de su hermano en señal de amenaza, haciendo que este pusiera una expresión de pocos amigos.
—No, Bonnie no puede usar tanto poder sin morir.— Negó Elena, sabiendo que lo último que quería era que más personas que quería se pusieran en peligro solo para protegerla.
—Pues le escribiré un epitafio.— Respondió el pelinegro sarcásticamente, dando a entender que antes de dejar que Klaus se llevará a Elena, debían de aprovechar todas las oportunidades que tuvieran.
—No es una opción, Damon.— Sentenció Elena con firmeza, ya que muy en el fondo era ella la que tenía la última palabra, era su vida la que estaba en juego y era su decisión.
—Vale, ¿como se rompe esa maldición?— Quiso saber Stefan mientras miraba a los dos vampiros esperando saber a que se iban a enfrentar aquella noche.
—El ritual en sí es relativamente sencillo, los ingredientes, por así decirlo, ya los sabéis.— Prosiguió Elijah con su explicación.
—La piedra lunar.— Dijo Stefan mostrando que sabían que uno de los elementos clave era la piedra.
—Una bruja canalizará el poder de la luna llena para liberar el hechizo vinculado a la piedra. Después, Klaus, como hombre lobo y vampiro, sacrificara un ejemplar de cada especie.— Prosiguió con la explicación Astrid la cual estaba apoyada en la estantería con los brazos cruzados.
—¿Y donde entró yo?— Preguntó Elena confundida, al no saber en qué momento ella sería utilizada.
—En la parte final del ritual, Klaus debe de beber la sangre de la réplica hasta matarla.— Añadió Astrid en su explicación.
—Y ahí es donde entráis vosotros.— Alegó Stefan mirando a los dos Originales, sabiendo que la parte de ellos iba a ser la más complicada, pero la más efectiva.
—Esto es un elixir que conseguí hace quinientos años para Katerina, posee propiedades místicas de resurrección.— Explicó Elijah mientras sacaba de un pequeño cofre un recipiente de cristal, donde podía verse que en su interior había un líquido de color oscuro.
