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—¿Estas bien? ¿Ray pesa mucho?— Le preguntó Astrid a Stefan, preocupada por él y sabiendo que Klaus le usaba como mula de carga.
—Estoy bien.— Respondió esta vez el vampiro esperando poder tranquilizar a su amiga y muy en el fondo feliz de que se siguiera preocupando por él a pesar de todas las cosas que estaba haciendo.
—¿Estas seguro? Ya llevamos andando un buen rato, si necesitas agua o sentarte un poco.— Intervino esta vez Klaus, aunque por su parte era más ironía que preocupación.
—Se que tenemos que aguantarnos, pero preferiría que nos saltaramos la cháchara, la verdad.— Les pidió Stefan con frustración.
—Me preocupas, tu odio hacia ti mismo te esta asfixiando.— Aclaró Klaus haciendo que Astrid le mirase incrédula, ¿desde cuando a Klaus Mikaelson le preocupaba alguien que no fuera él mismo?
—Por que estoy harto de cazar hombres lobo.— Se quejó Stefan.
—Llavamos haciéndolo todo el verano.— Añadió la vampira apoyando la queja de su amigo.
—Gracias a nuestro amigo Ray, hemos encontrado una manada.— Les tranquilizó Klaus al verles, para después acercarse a ellos y Stefan tirar al suelo el cuerpo muerto y herido de Ray.
—Ray, madre mía. ¿Qué ha pasado?— Preguntó una chica corriendo a socorrerlo. —¿Quiénes sois?— Preguntó mirándo a los tres vampiros.
—La pregunta importante es, ¿quién soy yo?— Respondió Klaus haciendo que todos le mirasen. —Por favor, perdonar la intrusion, me llamo Klaus.— Se presentó, haciendo que todos se dieran cuenta de quien estaba ante ellos.
—Eres el híbrido.— Respondió la chica asustada.
—¿Te han hablado de mi? ¡Fantástico!— Sonrió Klaus orgulloso de que ya se estuviera corriendo la voz. —Os diré que es fascinante. Un hombre lobo que no está sometido a la luna, un vampiro que no se quema al sol. Un híbrido.— Explicó el híbrido esperando que todos estuvieran deseosos de volverse como él, pero era evidente que solo él era quien quería un poder así. —Justo a tiempo, Ray. Muy dramático.— Añadió al ver que el hombre lobo había despertado en transición.
—¿Qué me está pasando?— Preguntó Ray al no entender que ocurría.
—Astrid.— Klaus nombró a la vampira, indicandola que mostrará que ocurría.
—¿Alguno de vosotros es humano?— Preguntó acercándose al futuro híbrido. —Vuestro amigo necesita sangre humana para completar su transición a vampiro, sino la consigue morirá.— Les informó, dándose cuenta de que algo estaba pasando, había visto a muchos en transición y nunca con un olor tan extraño como el que él desprendía.
