Capítulo 7 "Every Breath You Take"

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-Por favor dejen de verse así, es bastante incómodo – ambos hombres la miraron a ella – Creí que nos reuniríamos más tarde Brock.

-Si pero acompañaré a Tom al viaje que tiene por la tarde a Versalles.

Lorely lo miró confundida, sacó su celular y tras buscar el acceso que tenía a la agenda de su esposo, exhaló con exasperación y salió de su oficina con pasos firmes y sin prestar más atención a su alrededor, dejando completamente solos a los dos ingleses que nuevamente se habían mirado de una forma bastante peculiar, pero sobre todo molesta.

-Debieron ser días provechosos para ti Brock, semanas sin que Hemsworth y yo estuviéramos aquí y tuvieras la oportunidad de estar detrás de Lorely cada día – el tono irónico de Stanley era adrede, el hombre simplemente no le agradaba por una razón en particular, sabía que gustaba de su mejor amiga.

-¿Es un tema que te concierne? – Eddie se acercó más hasta posicionarse frente a Holland – El hecho de que ella me importe, así como su estabilidad y bienestar.

-Por qué será...

-Porque me interesa, me interesa lo suficiente como para preocuparme y estar para ella – la firme voz de Eddie hizo que sus miradas fueran aún más intensas, en realidad si decía la verdad, esa mujer le interesaba demasiado – Tú estás aquí por ahora, lo estarás un tiempo más, pero dejaste claro que tu estancia es pasajera, ¿Qué pasará cuando te vayas? ¿Cuándo Stanley Holland se vaya se termina la protección y cuidados sobre Lorely?

Stanley tensó su mandíbula y cambió la fijación de su mirada.

-Ella seguirá aquí, aunque tú ya no, y seguirá necesitando alguien en quien confiar además de su esposo y Hemsworth, pero en eso no te pones a pensar, lo único que haces es suponer e hilar mis intenciones.

-Intenciones que son bastante claras, te volviste la mano de Tom por lo que hiciste por su padre.

-Y tú la mano de Lorely por ser su amigo.

Ambos volvieron a tensarse de una forma bastante molesta, aunque no lo aceptaran ninguno, los dos tenían razón.

-No importa que yo me vaya, seguiré cuidando de ella – aseguró Stanley.

-Qué bueno, porque es ella quien tiene control sobre cada uno, no tú, ni yo... – tantos idiomas y Eddie había decidido hablar con la verdad.

Cuando Lorely dio vuelta directo al pasillo donde se encontraba la oficina de su esposo, el gran cubículo de su secretaría que se encontraba a sólo unos pasos de la oficina, le hizo ver a Rachel levantándose de su lugar para dirigirse a ella.

-El señor Hiddleston está en una llamada – aclaró Rachel con una amabilidad que Lorely nunca sentía que fuera sincera - ¿Le digo que desea hablar con él?

-Gracias, pero el mismo lo notará – Lorely pasó de largo a la joven señorita y con dos rápidos y concisos golpes a la puerta, la abrió y se adentró a la oficina, cerrando el acceso a sus espaldas.

En efecto su esposo estaba en una llamada, pero en cuanto la vio entrar frunció las cejas, demostrando una pequeña confusión que sentía, se apresuró a terminar su llamada y eso le hizo a Lorely poder escuchar una cantidad de dinero, una dirección y el nombre de una plaza comercial, se trataba de uno de los clientes que habían contactado a Tom para activar un nuevo proyecto al sur de la ciudad.

-¿Qué pasa cariño? Creí que estarías hablando con Brock – Tom se levantó lentamente de su silla de cuero y rodeo el escritorio para quedar de frente a su esposa, la cual tenía un semblante bastante indescifrable.

-¿Sabes por qué tienes acceso a mi agenda y yo a la tuya? – Tom la siguió mirando confundido y asintió, estaba por contestar, pero Lorely continuó – Porque se supone que de esa manera podemos sincronizar nuestras actividades y responsabilidades, ambos las revisamos al inicio de semana para evitar... Malos entendidos – en realidad ella había querido decir otra palabra, pero intentó moderar un poco su argumento – Pero no sirve absolutamente de nada si el mismo día cambias tus actividades sin tomar en consideración la agenda del otro.

La Decisión es NuestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora