Su sentir era un caos imparable, los escenarios, los pensamientos, todo parecía tan confuso y extraño al mismo tiempo, sentía que sus suposiciones eran ciertas, y eso hacía que su cuerpo resintiera de algún modo algo que sólo había podido imaginar cómo un escenario hermoso y ficticio, cómo aquellos que imaginaba al lado de Lorely cuando ambos compartieron Rumania, cuando ambos se comprometieron, todo eso estaba tatuado en su alma.
Sebastian había tenido años felices al inicio de su paternidad, pero con el tiempo, la maternidad no fue algo que su ex pareja disfrutara, ¿Le dolió? Mucho, pero su hijo era lo más preciado que tenía, a pesar de adorar a Mariana y su madre, tener a Nate en su vida le hizo evolucionar y cambiar cómo persona, fijó su mundo en una vida inocente que lo necesitaba, y dio todo de sí mismo para que ese pequeño pudiera ser mejor, algo que le hubiera gustado que su padre hiciera por él, en lugar de obligarlo a que se hiciera cargo de la gran mierda que había dejado cuando el apenas y tenía catorce.
Pero no existe nada tan crudo y real cómo el hecho de saber tantos años después, que posiblemente, pudo haber ocurrido algo que te habría hecho elegir otro camino, otras acciones, otras decisiones que te harían cuestionarte si una decisión pasada fue correcta...
Casi treinta minutos pasó recorriendo el gran centro comercial Coal Drops Yard, el tamaño no era insignificante y su rápida visualización era casi incomparable, sus pasos eran firmes, su semblante parecía inexpresivo a pesar de la gran confrontación de sus sentimientos, sólo deseaba encontrar un rostro, uno sólo...
Cuando se centró al final del nivel intermedio, dio un gran vistazo a las grandes masas de personas que se encontraban en el lugar, casi había visto todos los rostros, pero aun así no había encontrado el de la mujer que tanto le interesaba, ni siquiera sabía si estaba haciendo lo correcto o no, pero ya no podía cuestionarse, no podía seguir sintiendo lo mismo y apresarlo como si fuera algo insignificante, Tom le había dado una clara advertencia, un tanto absurda desde su punto de vista pero eso ya ni siquiera le importaba, sentía que cada minuto que pasaba era menos improbable encontrar a Lorely, o al menos saber algo de ella, tal vez lo que cualquiera hubiera esperado que hiciera es contactar e investigar su número telefónico, su celular o su agenda, pero él no deseaba eso, si sus hijos ya se habían conocido y coincidido, lo que necesitaba era hablar con ella, verla cara a cara y saberlo...
En ese momento parecía que su búsqueda estaba fracasando, sólo parecía, pues cuando se encontraba a sólo cortos pasos de una librería sin puertas al exterior, escuchó un nombre, un llamado, un hermoso sobre nombre y la voz de aquella mujer que nunca dejaría de amar, ella, ella y todo lo que representaba, después de tantos años, era ella.
-¿A qué nombre será el remitente? – preguntó con amabilidad una de las empleadas de aquella librería, mientras terminaba de envolver un libro para regalo.
- Elizabeth Hiddleston, por favor – Lizzie sonrió con amabilidad a la empleada y se dirigió hacia su madre, la cual esperaba por ella a unos pasos de la salida del lugar – Ya, lo siento, pero quería ese libro para Steve...
-Pues gracias por desaparecer mientras nos entregaban la comida señorita – Lorely ladeo con la cabeza mientras peinaba un rizo suelto de su hija y lo ponía detrás de su oreja – No cuestionaré nada sólo porque un libro cómo regalo siempre es hermoso.
-Y más con dedicatorias personalizadas – burlonamente Lizzie miró a su madre, ambas sabían que se refería a aquellos libros que su madre cuidaba con especial interés, el borrador de Tom en su cumpleaños 24, la obra "Mi decisión final eres tú", y los libros que Sebastian le había regalado con tanto amor y cariño en todo el hermoso lapso de su enamoramiento e historia, aunque su hija desconocía por completo a quien le pertenecían las iniciales "S.S."
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La Decisión es Nuestra
Fanfic"Un amor sin lealtad no es nada" Versión alterna/secuela de "Mi decisión final eres tú" Enfrentar las consecuencias de una verdad oculta por tantos años puede ser complejo o favorable, todo depende desde que perspectiva lo veas, cómo adulto, cómo am...