La Decisión es Nuestra

Capítulo 21 "Easy On Me"

Tenían la mirada puesta en el trayecto del camino, Hemsworth había acompañado a Tom a Beckenham, en lugar de Lorely, aunque la decisión no fue propiamente tomada por el hombre, pues en realidad, había sido la misma señora Hiddleston quien había ordenado dicho acompañamiento.

Una serie de departamentos habían sido negociados meses atrás, y consolidados hasta ese momento. A pesar de que la dirección de la empresa se encontraba en discordia en esos momentos, los clientes que había manejado Tom desde semanas atrás, seguían prefiriendo el trato directo con el dueño o dueña de bienes raíces, solicitando su presencia en la consolidación, pero recibiendo únicamente al primogénito de los Hiddleston sin su esposa.

Poco después del mediodía, ambos hombres se dirigieron de vuelta a la empresa, su comunicación había sido exclusivamente de trabajo, y sus interacciones no habían aumentado mucho aún con la supuesta disminución de carga de trabajo de Tom.

-¿Ya fue notificada la empresa?

-¿Por empresa te refieres a Lorely? – cuestionó Hemsworth sin apartar la vista del camino, manejando sin apuro y sin mirar a su amigo en el asiento de copiloto.

-Me refiero a la empresa – masculló el inglés con un ligero recelo.

-Pues ya fue notificado Eddie, así que supongo que si...

Tom exhaló con pesadez, sintiéndose realmente absurdo por lo que estaba a punto de decir.

-¿Y has hablado con Lorely?

-¡Ajá! – espetó Hemsworth con fuerza – Sabía que querías hablar de ella.

-Mi esposa no me habla, apenas y la veo, y ahora ya ni siquiera quiere tratar conmigo – se quejó con molestia el hombre – Ni siquiera puedo creer que su enfado llegue al grado de mandarte a ti en lugar de venir ella... - levantando sus manos de sí mismo, señaló directo al australiano - ¿Sabes que hizo hoy en la mañana? Salió antes que yo, dejó hecho panqueques para William, y a mí me dejó una nota que decía "No olvides firmar a los dos directivos"

-¿Y ya los firmaste?

-¡Hemsworth! – espetó Tom indignado ante la burlona risa de su amigo - ¿Estás poniendo atención? Mi esposa no está actuando cómo mi esposa.

-Ignoras su opinión, la tratas cómo quieres y estás jugando con la paciencia de Stan, no lo sé, creo que tiene sus razones para enojarse... ¿O ya olvidaste el poder que el rumano tiene?

-Que su ex prometido esté en la misma ciudad que nosotros no ayuda mucho.

-Que seas insoportable tampoco...

El australiano sonrió burlonamente una vez más mientras observaba el semblante fuera de quicio de su amigo, dando lugar a la entera seriedad del inglés por el resto del camino.

Al llegar a la empresa, Hemsworth se dirigió a cometidos específicos lejos de su amigo, pues de hecho, aunque el hombre era un empleado de la empresa, recibía órdenes particulares de Lorely, por lo que se apartó por completo de su amigo en cuanto ambos se adentraron al edificio.

Tom subió a su oficina con una gran exasperación, masajeando su sien con una de sus grandes manos mientras suspiraba sin ánimo alguno, caminó por el gran imperio formado al lado de su empoderada familia y se dirigió hasta su oficina, encontrándose a las afueras de esta con su eficiente secretaria...

-Señor Hiddleston – dijo Rachel un tanto sorprendida, levantándose de su lugar de trabajo por detrás del escritorio – Creí que después de la consolidación no vendría a la empresa ¿Necesita algo?

Tom la miró con detenimiento, lucía un tanto diferente a otros días, el lacio cabello de su secretaría había sido sustituido por unas marcadas ondulaciones que no eran permanentes, además de estar usando un ajustado vestido ejecutivo a comparación de los trajes sastres que solía portar, en definitiva, tenía un aspecto distinto, pero eso no era de gran importancia para el hombre, sus pensamientos le pertenecían a su esposa, así que sólo paso a ignorar el semblante reluciente de la joven mujer.